Acaso, la sentencia del poeta alemán Johann Goethe referida a que “el talento es cosa de niños, el trabajo hace al hombre y el sacrificio al genio”, le permita al pequeño Faustino Oro, de 11 años, comprender las formas y dificultades que deberá atravesar en el arduo camino para acariciar el éxito. El más inmediato, según lo que él ya ha señalado, es la conquista del título de gran maestro. El mayor galardón al que aspira todo jugador, pero por ahora continuará en lista de espera.
Es que hoy, en la octava rueda de la serie final del 99° Campeonato Argentino Superior de Ajedrez, el niño Oro tuvo que conformarse con un empate, después de pasar varios momentos de zozobra, en su partida con el juvenil jugador salteño Pablo Ismael Acosta, de 24 años. El empate llegó después de cinco horas de juego y 48 movimientos de una defensa francesa que planteó el ajedrecista norteño y que siempre fue dominador del juego. De esta manera, Faustino llegó a los 4,5 puntos (casi el 60% de los puntos en disputa), pero a falta de tres ruedas para el final de la competencia no alcanzará los 8 puntos exigidos por la reglamentación para obtener una norma de gran maestro.
La vara estaba muy alta, sumar 8 puntos en una prueba como el Campeonato Argentino, en el que participan 12 ajedrecistas, de los cuales, seis de ellos tienen el título de gran maestro, es como querer aferrarse a un palo enjabonado. Posiblemente, el jugador que llegue a la suma de 8 puntos será consagrado como campeón de la temporada.
Si bien esta es sólo una posibilidad (Faustino tendrá seguramente muchas posibilidades de concretar su sueño), lo importante es señalar que, para obtener el título, el jugador deberá completar tres normas (o performances), logrando determinado puntaje con su actuación según la reglamentación de cada torneo. El niño Faustino sabía de la dificultad y lo difícil que fue la partida de hoy, sin embargo, volvió a ir por todo “Y sí, arriesgué porque jugué a ganar”, dijo el niño, que acaba de firmar un acuerdo comercial con la empresa norteamericana ICC (patrocinará su carrera profesional), durante los análisis posteriores al juego
Tal vez porque cada vez más sus rivales afinan su preparación para evitar ser sorprendidos por las genialidades del niño prodigio, las partidas se vuelven más lentas y repletas de análisis precisos.
“Con Fausti ya jugamos siete veces; tenemos cinco empates y yo le gané cuando él era aún más chico (risas). Le gané en el 2022 cuando él sólo hacía dos años que había aprendido a jugar al ajedrez. Después ya no pude vencerlo más. Sus progresos fueron enormes, y hoy, aunque dejé escapar una posibilidad de victoria, él encontró las mejores jugadas y cuando descubrió mi error, no me perdonó y consiguió el empate. Es un genio de verdad”, le dijo a Infobae el joven Acosta, el 12° mejor ajedrecista del país, y que supo brillar en sus años de infancia y adolescencia.
Acosta, que tiene el título de maestro internacional (igual que Faustino), pero con el agregado de dos normas de gran maestro (le falta una más para el título), ha sido campeón argentino en las categorías menores (Sub 8, Sub 10, Sub 14 y Sub 18) y obtuvo campeonatos sudamericanos, panamericanos y representó al país en la última Copa del Mundo en Bakú. Tras sus años de infancia en Salta, a los 12 se mudó a San Luis, donde fue cobijado por la maestra Claudia Amura, y mejoró su práctica con el estudio en la Universidad de La Punta. Allí trabajó un tiempo junto al ex campeón argentino Pablo Ricardi. Tenía 14 años cuando logró el título de maestro internacional en 2014, el más joven en el historial de este país. Pero este año, justamente, su rival de hoy, Faustino Oro, estableció la plusmarca mundial al lograr el mismo título, pero con 10 años, 8 meses y 16 días.
“Aunque me haya dejado sin récord, lo de Faustino fue fabuloso; él hizo el título con tres performances, en cambio yo lo hice ganando el Sudamericano Juvenil Sub 18 con 14 años. Son cosas distintas”, dijo Acosta quien, tras permanecer un tiempo en Buenos Aires, más tarde viajó a Europa (estuvo radicado en Valencia y Barcelona), pero finalmente decidió pegar la vuelta, y convivir junto a su actual pareja, también salteña, la simpática Rocío Inés Vilte.
El gran maestro Sandro Mareco, de 37 años y N°1 del país, es el líder de la competencia, tras derrotar, en gran partida, a su par y médico pediatra, Diego Valerga. Mareco encabeza la prueba con 6 puntos y tiene una pequeña luz de ventaja sobre el escolta, el argentino radicado en Barcelona, Fernando Peralta, de 44 años, que, en la jornada de hoy, venció al joven representante del Círculo de Ajedrez de Villa Martelli, Lucas Coro. Peralta suma 5,5 puntos.
Otros resultados de la octava jornada: acordaron tablas Leandro Krysa con Germán Spata y Diego Flores ante Federico Pérez Ponsa. En tanto, Gaspar Asprelli derrotó a Ariel Tokman.
Mañana desde las 14.30, en la sede de la Jefatura del gobierno porteño (Uspallata 3150), se disputará la novena y antepenúltima rueda, con estos enfrentamientos:
Mareco (6 puntos) v. Coro (5), Pérez Ponsa (4,5) v. Valerga (2,5), Acosta (3) v. Flores (5), Tokman (1,5) v. Oro (4,5), Spata (3,5) v. Asprelli (3) y Peralta (5,5) v. Krysa (4).