Racing Club logró un triunfo histórico al vencer 3-1 al Cruzeiro en la final de la Copa Sudamericana, en el estadio La Nueva Olla de Asunción, Paraguay, y pudo rompió una sequía de 36 años sin títulos internacionales. Los goles de Gastón Martirena, Adrián Maravilla Martínez y Roger Martínez fueron decisivos para que la Academia se coronara campeona.
El equipo de Gustavo Costas celebró de gran manera el título que le asegura al equipo una plaza en la Copa Libertadores 2025. Además, el club sigue en la lucha por el título de la Liga Profesional en el cierre de la temporada 2024. Este logro representa un hito significativo para Racing, que no había conseguido un título internacional desde 1988.
Antes, durante y posterior a la conquista las redes sociales de Racing Club ardieron con mensaje alusivos a tamaña gesta. Y el entrenador fue uno de los más mimados, por su fanatismo por la Academia y, en especial, por el amor que siente la gente por él. Las publicaciones se volvieron virales, pero una en particular se destacó porque varios usuarios recordaron que se trató de una recordada frase de Juan Román Riquelme, el presidente y uno de los máximos ídolos de Boca Juniors.
“Tener poder es que la gente te quiera mucho”, publicó el elenco de Avellaneda, junto a un corazón celeste y una foto en la que se lo ve a Gustavo Costas desbordante de alegría, junto a fanáticos que lo rodean y le piden una selfie. Esto fue en la antesala a la gran final disputada en Asunción.
De inmediato, diferentes usuarios hicieron hincapié en que esa declaración la patentó Riquelme cuando recibió un gran respaldo del hincha de Boca en medio de las elecciones postergadas por la oposición integrada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri, a fines del año pasado.
“Porque para mí tener poder es que la gente te quiera mucho. Eso sí. Que la gente te quiera mucho porque vos algo le diste, porque alguna alegría le diste”, dijo Román en una de las tantas entrevistas que concedió y que quedó para siempre en los corazones de los hinchas xeneizes.
Gustavo Costas, un nombre que resuena con fuerza en el mundo del fútbol argentino, vivió una relación intensa y apasionada con Racing Club. Su historia con el club de Avellaneda es un relato de amor, resiliencia y revancha. Costas, quien fue jugador y entrenador de la Academia, experimentó momentos de gloria y desafíos a lo largo de su carrera, siempre manteniendo un vínculo especial con el club.
La conexión de Costas con Racing comenzó en su juventud, cuando se unió al club como jugador. Durante su tiempo en el equipo, se destacó por su dedicación y liderazgo en el campo, lo que le valió el cariño de los hinchas. Sin embargo, su carrera no estuvo exenta de dificultades. Enfrentó lesiones y momentos complicados, pero siempre mostró una capacidad notable para sobreponerse a las adversidades.
Tras colgar las botas, Costas decidió seguir vinculado al fútbol desde el banquillo. Su primera experiencia como entrenador fue precisamente en Racing, donde asumió el desafío de dirigir al equipo en momentos difíciles. Su paso por el club como técnico estuvo marcado por altibajos, pero dejó una huella imborrable en la institución y en los aficionados.
A lo largo de su carrera como entrenador, Costas dirigió equipos en varios países, incluyendo Perú, Paraguay y Colombia. En cada uno de estos destinos, demostró su habilidad para adaptarse y liderar equipos hacia el éxito. Su estilo de juego y su capacidad para motivar a los jugadores fueron reconocidos en cada lugar donde trabajó.
El regreso de Costas a Racing como entrenador fue un momento de gran emoción tanto para él como para los seguidores del club. En esta nueva etapa, buscó consolidar un equipo competitivo y devolver a Racing a los primeros planos del fútbol argentino. Su compromiso y pasión por el club fueron evidentes en cada partido, y su liderazgo fue clave para enfrentar los desafíos que se presentaron.