Insultos, cruce de hinchas con jugadores y disturbios en el vestuario del árbitro: cronología del escandaloso Huracán-Boca

En el estadio Ducó se vivió uno de los encuentros más calientes de la Liga Profesional. Fue un 0-0 con polémica en el que los protagonistas pelearon más de lo que jugaron

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* Agresión a Rojo de los plateístas de Huracán

El conflicto se vio desde el comienzo. Los hinchas de Huracán sabían que su equipo se jugaba una final por el campeonato ante un rival que no es directo, pero que históricamente le representa dificultad. Y con el que, por historia, siempre se sintió alerta frente a los escritorios. Por eso seguramente muchos hayan ido mal predispuestos, sobre todo después del penal que no le habían dado a favor al Globo ante Atlético Tucumán. Los de la Quema y Boca empataron 0-0, pero en el Ducó pasó de todo: peleas entre hinchas y rivales, sanciones arbitrales polémicas, insultos, disturbios y una conferencia de prensa suspendida.

Los ánimos estuvieron exacerbados desde la salida de los equipos al campo de juego, cuando sonó el “para ser campeón, hoy hay que ganar” desde las cuatro tribunas que colmaron los simpatizantes de Huracán (y algunos infiltrados xeneizes). Antes del respetuoso minuto de silencio en la memoria de Diego Armando Maradona, una silbatina impactante envolvió a los once futbolistas visitantes cuando posaron para la foto, como si se tratara de un clásico con San Lorenzo.

Como se vio poco fútbol, los fanáticos quemeros intentaron arengar desde la grada. Se registraron reclamos generalizados contra Hernán Mastrángelo cuando le sacó amarilla a Walter Mazzantti por una infracción contra Frank Fabra sobre el lateral y sonó “ohhh, Boca sos cagón” cuando el colombiano se revolcó para exagerar la falta. Segundos después, Nicolás Figal exasperó al público al demorar demasiado la ejecución de un tiro libre y a posteriori, Edinson Cavani quedó tendido en el piso tras un choque de Fabio Pereyra.

Uno de los momentos en
Uno de los momentos en que se frenó el partido por la pelea entre plateístas locales y suplentes visitantes (Fotobaires)

El quiebre entre el contingente de Boca y los hinchas locales se produjo inmediatamente después de que los suplentes salieran a hacer la entrada en calor en paralelo a la línea lateral, pegados al banco visitante, sobre la Platea Miravé, donde ya se han registrado problemas anteriormente. El encuentro se detuvo dos veces porque cayeron proyectiles a ese sector y hubo insultos cruzados. Los del Globo se la agarraron con Marcos Rojo, quien recibió una bolsa con hielo y agua que llegó a atajar para que no lo hiriera y la devolvió a pura impotencia cuando ya estaba vacía; Gary Medel, quien realizó gestos que enfurecieron a los simpatizantes locales, y Agustín Martegani, por su pasado en San Lorenzo.

Los guardias de seguridad privada poco pudieron hacer frente a los enajenados plateístas que fueron por más luego del primer parate del partido. Recién cuando la infantería se hizo presente en el sector (se llevaron puesto a un fotógrafo que estaba trabajando) se calmaron los ánimos un poco. En Boca decidieron frenar la entrada en calor de los relevos hasta el entretiempo por esta cuestión. Una vez finalizados los primeros 45 minutos, el preparador físico se metió a la cancha con los jugadores para alejarse del foco conflictivo. Y, ya en el segundo tiempo, los futbolistas precalentaron en paralelo a la línea de arco en la que defendió Hernán Galíndez, sitio que daba a la popular de la barra quemera.

El árbitro Hernán Mastrángelo quedó
El árbitro Hernán Mastrángelo quedó en el ojo de la tormenta por su actuación en el Ducó (Fotobaires)

Ya en el complemento, algunos roces despertaron cuestionamientos sobre la figura arbitral y sus asistentes. Además, Edinson Cavani se ofuscó cuando un alcanzapelotas no le dio rápido un balón y lo empujó, lo que generó la furia de los simpatizantes más cercanos ubicados sobre la Platea Alcorta y del estadio en general. Aunque el uruguayo -que vio la amarilla por su reacción- pidió disculpas y le hizo un mimo al recogebolas, lo insultaron a coro: “Cavani, hijo de puta, la puta, que te parió”. Fue justo antes de que fuera reemplazado por Milton Giménez.

Al equipo de Fernando Gago le empezó a quedar cada vez mejor el punto que lo mantenía una unidad por encima de su rival de turno en la Tabla Anual que brinda cupos para la Libertadores 2025, mientras que los de Frank Darío Kudelka sentían que se le escapaban dos en la pelea por el título con Vélez. El DT del Globo estalló cuando Mastrángelo solo amonestó a Pol Fernández por una patada descalificadora que ameritó color naranja. FDK, habitué en el rubro quejas, no sabía lo que sucedería sobre el final del encuentro.

Wanchope Ábila, quien fue ovacionado desde su ingreso y vitoreado por todo el Mundo Huracán, armó una buena combinación con el ex River Franco Alfonso y el dueño de casa encontró la profundidad que no había hallado casi en toda la noche. Mazzantti quedó cara a cara con Chiquito Romero, fue movido sutilmente por Marcelo Saracchi y cayó antes de recuperar la pelota y seguir la jugada. Cuando todavía no estaba claro si el Globo aprovecharía la ley de ventaja y anotaría el 1-0, Mastrángelo detuvo la acción y sancionó penal. El arquero xeneize empezó a reclamar un pisotón y todos los futbolistas de Boca encimaron al juez, desoyendo la famosa “zona de capitanes”.

* Mastrángelo anuló el penal a Huracán tras la revisión del VAR

Se disputaba el tiempo de descuento de 4 minutos, demasiado breve teniendo en cuenta las demoras del juego, las modificaciones y el par de minutos en el que no se había jugado porque al juez principal no le funcionaba el auricular. Pero, en el fútbol argentino, da la sensación de que la mayoría de los árbitros pretende irse rápido a casa...

Lo concreto es que Germán Delfino alertó desde el VAR sobre una supuesta infracción de Mazzantti contra Romero, que efectivamente las repeticiones descubrieron. En medio de una catarata de insultos, Mastrángelo eludió el racimo de jugadores locales y visitantes que reclamaban a conveniencia propia y anuló la pena máxima. De allí en adelante, el partido estuvo a punto de desmadrarse en varias oportunidades. Los fanáticos quemeros no hicieron más que insultar: “Tomala vos, damela a mí, vamo’ a matar un referí”. Más tarde, “si lo tiran al Globito al bombo, va a haber quilombo, va a haber quilombo...”. Y se la agarraron hasta con el presidente de la AFA.

Mastrángelo quiso calmar los ánimos sancionando una falta dudosa al borde del área grande que le dejó una chance de oro al chileno William Alarcón, pero indicó saque de arco cuando el remate claramente se había desviado en la barrera y terminó de exasperar a todo el mundo, pese a que corrigió y dio tiro de esquina. La perlita final fue no haber dejado ejecutar un último córner a favor del local, más allá de que se había perdido demasiado tiempo entre discusiones y protestas. Mientras los jugadores de Huracán le protestaban al juez, los de Boca apretaban el puño y se abrazaban entre sí, dejando entrever que el punto les dejó buen sabor de boca.

Camino a los vestuarios, la cosa siguió. Kudelka, quien ya se había preopoteado con Gago sobre el final del partido, se insultó feo con Saracchi hasta que los separaron para que el enfrentamiento no pasara a mayores. En paralelo, un niño saltó al campo de juego y se ganó la ovación de los hinchas por gambetear a un par de efectivos de seguridad. Otro adolescente, sin identificación de Huracán, le pidió la camiseta al Changuito Zeballos, quien no pudo ofrecer la buena acción del día ya que los auxiliares del Globo le pidieron que no lo hiciera allí a la vista de todos.

* Disturbios en el acceso del vesturio del árbitro

Un desenlace verdaderamente caótico, que estuvo muy cerca de terminar peor. De hecho, dirigentes y allegados al club anfitrión se acercaron hasta la puerta del vestuario del árbitro para increparlo: fueron cercados por la seguridad justo cuando Mastrángelo y sus asistentes cruzaban el umbral. Por esta situación, las autoridades de la Liga Profesional en conjunto con los delegados de Boca, decidieron suspender la conferencia de prensa de Fernando Gago. Es que ya se había registrado un clima tenso en la zona de pupitres, cuando un puñado de hinchas enardecidos con el árbitro les indicaron vehementemente a algunos cronistas vinculados al Xeneize que relataran “el robo” que estaba sufriendo su equipo.

Quien sí habló en rueda de prensa fue Kudelka, quien declaró: “Aclaro que no veo ninguna mano rara ni nada por el estilo, pero es raro el reglamento porque (en la jugada que anulan el penal) hicimos el gol. Los del VAR manejan más que los que están adentro. No son malas intenciones, son capacidades”.

En el Ducó se vivió uno de los partidos más calientes del campeonato. Polémica, suspicacias, insultos, agresiones verbales y físicas, reclamos, pierna fuerte y poco fútbol. El título de la Liga Profesional todavía está vacante y restarán tres fechas que prometen elevar cada vez más su temperatura.

* La palabra de Kudelka tras el empate ante Boca

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