En una temporada intensa y competitiva, Max Verstappen consolidó su lugar en la historia de la Fórmula 1 al ganar su cuarto campeonato mundial. Lando Norris, el talentoso piloto británico de McLaren, fue el único competidor que realmente puso a prueba al neerlandés, manteniendo opciones matemáticas para el título hasta la carrera en el Circuito de Las Vegas.
Verstappen, representando a Red Bull, cerró la contienda con una actuación impecable en Las Vegas, dejando al británico sin oportunidades de alcanzar el título. A pesar de los desafíos durante la temporada, Norris fue el único en romper la hegemonía del neerlandés, logrando destacadas actuaciones.
Tras el final de la carrera, se vivió un momento emotivo cuando las cámaras capturaron a ambos rivales fundiéndose en un amistoso abrazo, dejando atrás cualquier altercado en la pista. Norris no tardó en felicitar personalmente a Verstappen por su logro, y más tarde compartió sus pensamientos con la prensa, no sin antes reconocer la destreza del campeón: “Seguramente es el mejor piloto que ha habido en la Fórmula 1, el mejor de todos los tiempos, así que si he podido hacer un buen trabajo compitiendo contra él, es que lo estoy haciendo bien”.
A pesar de la derrota, Norris mostró una actitud optimista sobre su futuro en la competición: “Hay cosas en las que tengo que trabajar y mejorar para alcanzar su nivel”.
No obstante, Norris destacó el trabajo en equipo y el progreso logrado: “Cuando conseguimos que funcione, el coche vuela, pero hacer que funcione no es fácil y lo hemos demostrado este fin de semana. No es mi trabajo que el coche sea más rápido, pero estamos trabajando como equipo, y estoy muy orgulloso de todo el grupo humano por estar en la lucha durante tanto tiempo, por recuperar terreno y remontar tanto”.
En una reflexión sobre las dificultades encontradas durante la temporada, Norris detalló: “Creo que tenemos el mejor coche que podemos tener, pero aquí tuvimos muchas dificultades, demasiadas: graining delantero, problemas de degradación, el equilibrio del coche es difícil, y ha sido así toda la temporada, pero nadie me va a creer”. Recordó también que, al inicio de la temporada, McLaren era considerado el cuarto mejor equipo. Esta remontada reflejó el compromiso del equipo y sus aspiraciones para mejorar y competir al más alto nivel.
Para el año que viene, Norris tiene grandes esperanzas: “El año que viene empezaremos la temporada con un coche con el que pensamos que podemos ganar un campeonato desde la primera ronda, y no hemos sido capaces de hacerlo en los últimos seis años, así que estoy emocionado por ello”. Este optimismo se combinó con su autocrítica constructiva: “Podríamos haber hecho algunas cosas mejor, por supuesto, podríamos haber ganado el campeonato con una temporada perfecta, no, así que estoy contento de terminar segundo”.
Por su parte, Verstappen compartió su alegría y agradecimiento en las redes sociales tras obtener su cuarto título: “Cuatro veces campeón del mundo. Una temporada con muchos desafíos, pero trabajamos duro como equipo. Estoy muy orgulloso de nosotros. Esto nunca hubiera sido posible sin toda la dedicación y el esfuerzo de todos en Red Bull”.