En medio de un juego de espionaje entre argentinos e italianos, ambos equipos saldrán al estadio Martín Carpena munidos de información sobre el rival, en busca del triunfo que los deposite en las semifinales de esta edición de la Copa Davis, que se disputa en Málaga, España.
El pensamiento del capitán argentino, estuvo muy ligado a lo que vio en cancha durante los entrenamientos de los días previos. La especial mirada de Guillermo Coria estaba centrada en poder leer qué equipo presentaría Filippo Volandri, su par italiano.
Jannik Sinner es la figurita cuasi imbatible que tienen los europeos en sus filas y prácticamente tiene asegurado el Single 1: ganador de ocho títulos en esta temporada, N° 1 del mundo desde junio y campeón, hace cuatro días, del ATP Finals. La duda del capitán de Italia podría estar en el Single 2, si jugar con el ranking de Lorenzo Musetti o con la mejor performance de Matteo Berrettini en estas superficies.
Musetti ocupa la posición N° 17 del escalafón, casi la misma cantidad de lugares que lo separan de Berrettini, en el puesto 35, lo que marca la actuación de cada uno a lo largo de la temporada, aunque hay que tener en cuenta las ausencias por lesión que tuvo Matteo.
Sin embargo, cuando se repasan las estadísticas de uno y otro jugando en superficies rápidas o en torneos de características similares a las que presentan las Finales de Copa Davis, hay una diferencia en favor de Berrettini, a pesar de lo poco que pudo jugar esta temporada.
En el último día previo al choque por los cuartos de final, Italia se entrenó en dos turnos, al igual que Argentina, pero además de haber trabajado los singles, le dio mucha trascendencia al funcionamiento del dobles, pensando en una posible igualdad al término de los dos encuentros de individuales. Por esa razón, Volandri convocó a Sinner y Berrettini, para que se junten y prueben a la dupla que aparece como la probable en el horizonte de las posibilidades: Bolelli-Vavassori. ¿Estará pensando en una alternativa más de cambio?
A la hora de ingresar en el terreno de las especulaciones y de poner en la balanza las necesidades, cabe la posibilidad de pensar que podría haber cambios en la composición del conjunto italiano que salga a jugar el dobles, tratando de fortalecer ese punto. Con Berrettini, la pareja ganaría en potencia, pero bajaría en juego de duplas. Con Sinner, Italia mejora en regularidad, potencia, consistencia y devolución, pero, también, baja en coordinación de juego en parejas. Debería decirse que con cualquiera de las incorporaciones hace más fuerte el dobles.
Guillermo Coria se pasó la semana entre observaciones, especulando lo que podría hacer Volandri y pensando en qué nombres contraponerle en consecuencia. Los italianos tienen varias posibilidades de presentación, mientras que Argentina debe pensar muy bien qué hacer. ¿Cuáles son las posibilidades?
Coria es un capitán muy táctico, mira una serie de Copa Davis y la estudia como un DT de fútbol o uno de la NBA, cuando piensa en individualidades y en el 1 contra 1. Italia sabe que es favorita y que Sinner es su carta de triunfo. Coria lo ve del mismo modo y, como buen entendedor de la competencia del tenis por equipo, tratará de atacar al punto menos duro con lo que supone su arma más factible para vencerlo y, así, llegar a definir en el match de dobles.
Argentina tiene sólo dos formaciones posibles, con una sola opción: Báez (sólo puede jugar como Single 1, por su ranking) y Cerúndolo o Etcheverry (Single 2), o Cerúndolo y Etcheverry (sólo puede jugar como Single 2, por su ranking).
¿Cuáles son las alternativas con una u otra formación? Primero hay que comprender que la primera de ellas es más especulativa y que trata de optimizar los recursos con los que cuenta, apelando al recurso de ir al punto en el que hay chances. Pero hay una sola bala y, si sale mal, el final de la historia ya se sabe cuál es. En el otro caso es salir con lo mejor que se tiene, pero sin pensar en posibilidades y sin importar en lo que conviene.
Si Coria utiliza a Sebastián Báez no es para “mandarlo al muere”, ése es un pensamiento erróneo y pobre que desmerece una estrategia. Como en el ajedrez, las piezas se mueven de manera combinada para intentar que una de ellas logre el objetivo. En este caso es vencer al Single 2. Tanto para el capitán argentino, como para los analistas de este deporte, el punto de difícil acceso para la Argentina es el de Sinner, mientras que los dos jugadores que podrían tener algún triunfo sobre esta superficie, sin sacarle confianza a Seba Báez, son Francisco Cerúndolo y Tomás Etcheverry. De acuerdo a los últimos rendimientos, la confianza del capitán está depositada, como en Manchester, sobre Francisco. En la visión del Mago Coria, es quien tiene mayores chances de lograr el punto que Argentina precisa para llegar al dobles, pero para conseguir disputar ese match, Báez es el único que puede ser quien enfrente al N° 1 del mundo, buscando derrotarlo en el terreno de la regularidad y la sorpresa. Esta sería la formación lógica del equipo argentino para disputar este match. Diferente hubiese sido si Musetti y Berrettini fueran la alternativa de Single italiano, con ambos partidos podrían ser de resultado abierto. Allí, la formación argentina hubiese pedido a Cerúndolo y Etcheverry como sus rivales.
La siguiente pregunta es si el cuerpo técnico argentino, junto a Molteni y Machi, analizaron si la inclusión de Etcheverry, en primer lugar, o de Cerúndolo, fortalecería la dupla nacional en caso de llegar igualados a la definición.
Pero, para eso, primero hay que ganar uno de los dos singles.
Con todos estos datos recolectados, los cruces se darán de esta manera:
Single 2: Francisco Cerúndolo (ARG)-Lorenzo Musetti (ITA)
Single 1: Sebastián Báez (ARG)-Jannik Sinner (ITA)
Dobles: Máximo González-Andrés Molteni (ARG)-Simone Bolelli-Andrea Vavassori (ITA)
Las dudas comenzarán a despejarse a partir de las 13 horas de Argentina, cuando ambos equipos busquen al último de los semifinalistas de esta edición en la lucha por la Ensaladera de Plata.