Después de entablar una racha de cuatro derrotas al hilo con el Manchester City por primera vez en su carrera como director técnico, Pep Guardiola sorprendió al acordar la renovación de su contrato con el campeón de la Premier League hasta la temporada 2025/26, con la opción de extenderlo por un año más. De esta manera, tras su llegada al equipo en 2016, el español podría extender su presencia en el club por más de una década.
Los rumores sobre una posible partida del español se acrecentaron ante sus propios dichos que ponían en duda su continuidad en Manchester. A su vez, se comenzó a especular sobre una posible marcha de la institución debido a que el vínculo vigente finaliza esta campaña, coincidiendo con la salida del director de fútbol Txiki Begiristain, con quien comparte amistad y tuvo un rol clave en su llegada a Inglaterra. El ex jugador del Barcelona será reemplazado por Hugo Viana, del Sporting CP, algo que confirmó de manera oficial la institución en el mes de octubre.
El nuevo acuerdo entre Guardiola y el Manchester City fue confirmado por David Ornstein, periodista especializado en transferencias en el mundo del fútbol, y Sam Lee, periodista partidario del club, ambos integrantes del staff de The Athletic. De esta manera, el estratega de 53 años seguirá con su mandato como orientador más largo, en el cual ha levantado 18 trofeos en total, de los cuales se destacan las seis Premier League ganadas, una UEFA Champions League y un Mundial de Clubes.
“Lo he dicho muchas veces y no voy a hablar de esto. Cuando tenga que suceder, sucederá. Estamos en contacto regularmente, y lo que va a suceder, va a suceder, siempre en beneficio del club”, explicó Pep hace algunas semanas en conferencia de prensa. Sin embargo, el catalán siempre tuvo declaraciones en esta misma línea, algo que hacía especular con su continuidad con el City.
Por su parte, también cortó de raíz los rumores que lo acercaban a la selección de Brasil, aunque él mismo se bajó de la postulación después de las cuatro derrotas consecutivas. “Después de una derrota por 4-1, ya no soy una opción”, comentó. Aunque bromeó sobre estas especulaciones, ya que reafirmó su compromiso con el equipo al mencionar: “Más que nunca, quiero levantar al equipo y devolverlo a su máximo nivel. Será una temporada dura, lo sabíamos desde el principio. Pero es lo que es. Me gusta, me encanta, quiero afrontarlo y levantar a mis jugadores e intentarlo”.
Con la tinta a punto de ser volcada sobre el papel, Guardiola deberá revertir el presente del Manchester City y buscará cortar la racha de cuatro encuentros perdidos al hilo el sábado 23 de noviembre, cuando se mida contra el Tottenham en el Etihad Stadium, uno de los rivales que no pudo vencer en dicha racha. Al mismo tiempo, intentará recortar distancias con el Liverpool, que lidera la Premier League con 28 unidades, seguido por los Citizens con 23.
Su estadía en Manchester, donde ya lleva 490 partidos dirigidos, de los cuales ganó 360, se sigue alargando en comparación a sus dos clubes antiguos. Guardiola comenzó a dar sus primeros pasos en la Masía, hasta que en 2008 se hizo cargo del primer equipo del Barcelona. Sin ningún tipo de presión, Pep irrumpió en el fútbol como uno de los mejores técnicos de la historia: en su primera temporada (2008/09) logró el famoso sextete (Champions, Liga, Copa del Rey, Supercopa de Europa, Supercopa de España, Mundial de Clubes), algo nunca antes conseguido.
A partir de allí, el español siguió con su revolución en el deporte con un estilo inigualable hasta el año 2012, con 247 encuentros que dejaron un saldo de 179 victorias en su espalda. Aunque su marcha estuvo ligada a diferencias con la dirigencia de la época, continuó su camino en el Bayern Múnich. ¿Cómo le fue en Alemania? Otra infinidad de títulos levantados, 124 encuentros ganados de los 161 dirigidos, pero con un fracaso que lo perseguía desde su primera temporada: la UEFA Champions League.
Su llegada a Inglaterra revolucionó la Premier League. Se convirtió en el segundo técnico más ganador de la historia, ganó seis ligas desde su llegada y encadenó cuatro al hilo, un hito nunca antes logrado. Y, después de varios intentos fallidos, incluida una final, se sacó la espina de coronarse campeón de la Copa de Europa.