El fútbol argentino, de luto: a los 70 años, murió Hugo Villaverde, leyenda de Independiente. El defensor es considerado como uno de los mejores centrales a lo largo de la historia de la institución y jugó 423 partidos con la camiseta del Rey de Copas. Fue precisamente el Rojo el encargado de informar la triste noticia en las redes sociales.
Nacido el 27 de enero de 1954 en la ciudad de Santa Fe, el destacado marcador central inició su carrera en Colón, debutando en el año 1973. En 1976, fue transferido a Independiente, donde consolidó su lugar como uno de los mejores defensores del país y marcó la época compartiendo zaga con Enzo Trosero como una de las mejores duplas del continente.
En su etapa en Independiente, el defensor dejó una huella imborrable. Disputó 423 partidos y conquistó cuatro campeonatos nacionales, logrados en los años 1977, 1978, 1983 y 1989. Además, fue protagonista en la obtención de la Copa Interamericana de 1976, donde anotó el único gol de su carrera. Ese tanto, crucial para el Rojo, se produjo el 26 de agosto de 1976 durante el partido de ida ante Atlético Español de México, celebrado en el estadio Olímpico de Caracas, y significó el segundo empate para su equipo.
También sumó a su palmarés la Copa Libertadores de 1984 y la Intercontinental del mismo año, al vencer al Liverpool en Japón, consolidando su legado como un ícono del Rey de Copas. Después de 15 años defendiendo los colores de Independiente, se retiró del fútbol profesional en 1989.
“Con profundo dolor despedimos a Hugo Villaverde, gloria del Club Atlético Independiente, símbolo de una época. Ídolo de generaciones enteras y exquisito marcador central. Conquistó siete títulos en la institución, pero lo más importante es que dejó un legado enorme como futbolista y como persona a todos los que tuvieron la suerte de conocerlo. Enviamos un fuerte abrazo a sus familiares y amigos. Te queremos, Hugo, siempre en el corazón de la familia del Rey de Copas”, fue el comunicado-homenaje que publicó el club en sus redes.
Con la selección argentina, su desempeño no alcanzó el brillo mostrado en su carrera en clubes. Debutó frente a Bulgaria y participó en una gira europea en 1979, compartiendo la zaga defensiva con Daniel Passarella. En un partido conmemorativo, por el 75º aniversario de la FIFA, ante Holanda, que terminó 0-0, convirtió un penal en la definición posterior a los 90 minutos.
En otro de los encuentros destacados, fue clave durante el empate 2-2 contra Italia y, frente a Irlanda, formó dupla central con su eterno compañero Enzo Trossero. Sin embargo, en Hampden Park, en el partido donde Diego Maradona anotó su primer gol con la selección, sufrió una lesión grave, que lo mantuvo fuera de las canchas durante varios meses. Su experiencia internacional culminó en 1980, tras una nueva lesión en un encuentro contra la selección del trébol, disputado en el estadio Monumental.
Hugo Villaverde se distinguió no solo por su calidad futbolística, sino también por su relación distante con los medios. “Lo que pasa es que yo digo una cosa y después, escriben otra”, explicó alguna vez, justificando su decisión de evitar entrevistas. “Además, me gusta más escuchar que hablar”, añadió, mostrando una actitud reflexiva.
Anticipando su retiro, Villaverde bromeó sobre su discreción: “Cuando yo me retire del fútbol, ni el técnico se va a dar cuenta. Va a ir a la práctica y va a decir ‘¿cómo, Villaverde no se cambiaba allí?’ Así va a ser...”.
En ese trascendente segundo plano, por su conocimiento sobre el fútbol y su sentido colectivo, siguió ligado al deporte, al punto que formó parte del cuerpo técnico de Enzo Trossero en sus incursiones como DT.