Mike Tyson y Jake Paul se enfrentarán el 15 de noviembre en el Estadio AT&T en Arlington, Texas, en un combate de boxeo competitivo aprobado oficialmente, que contará para los récords profesionales de ambos peleadores y no será una simple exhibición, según informó un portavoz del Departamento de Licencias y Regulación de Texas. La pelea, que será transmitida en vivo por Netflix, marcará el regreso de Tyson al ring tras su último enfrentamiento en 2020.
El combate, pactado a ocho asaltos de dos minutos, tendrá medidas especiales: los guantes serán de 14 onzas, más pesados que el estándar profesional de 10 onzas, con el fin de reducir el impacto de los golpes. Estas modificaciones fueron aprobadas por las autoridades tras considerar la edad de uno de los peleadores, sus historiales médicos y récords previos.
Jake Paul, de 27 años, es una figura de internet que saltó a la fama como YouTuber y decidió dedicarse al boxeo profesional en 2019. Hasta la fecha, ha logrado nueve victorias en diez peleas, seis de ellas por nocaut, aunque ha sido criticado por enfrentar a rivales de bajo perfil, como luchadores de artes marciales mixtas y otros influencers.
Tyson, de 58 años, ex campeón mundial indiscutible de peso pesado, se retiró oficialmente en 2005 con un registro de 50 victorias, de las cuales 44 fueron por nocaut. El regreso de Tyson, junto a la popularidad de Paul, ha generado grandes expectativas en la comunidad del boxeo, marcando una posible tendencia hacia peleas protagonizadas por celebridades y figuras retiradas del deporte.
Este miércoles, fue la conferencia de presentación del combate y contó con tres momentos imperdibles. El primero de ellos se dio por la pregunta que incomodó a Mike Tyson y que lo llevó a una contundente respuesta. Cuando la periodista dio a entender que la leyenda del boxeo podría perder, Iron Mike aseguró: “No voy a perder”. Frente a una pregunta dubitativa de la corresponsal, el norteamericano múltiple campeón de los peso pesados arremetió: “No voy a perder, ¿oíste lo que dije?”. En ese instante la sala, plagada de fanáticos del boxeador, explotó y lo aplaudió de pie.
En otro momento de la conferencia, que contó con la palabra del resto de los peleadores de la gran velada, Jake Paul reaccionó frente a la predicción de la gran mayoría de los pugilistas que dieron como ganador a Mike Tyson. “Predicción para el viernes, Jake o Mike”, preguntó el presentador y les fue consultando uno por uno. “Sin presiones, el hombre más malo del planeta. Mike Tyson”, respondió el primero. Siguieron pasando uno a uno, Jake llegó a ponerse 3-3 en las votaciones. “Nunca puedes apostar contra la leyenda. Mike Tyson”, dijo Katie Taylor, una de las boxeadoras que tendrá la ansiada revancha ante Amanda Serrano.
Las votaciones continuaron hasta que el propio Jake Paul reaccionó: “Me encanta. Me encanta. Sabes, cuando veo a gente tonta haciendo predicciones tontas, solo me siento mal por ellos. Así que, al final del día. ¿Quién quiere apostar? ¿Alguien quiere apostar? Estoy levantando manos. Entonces, ¿cuánto queremos apostar? Dijiste Mike. ¿Cuánto quieres apostar? Dijo que está bien. Eso pensé, cobarde. ¿Cuánto quieres apostar?”, fue la provocación del youtuber hacia cada uno de los que votó por Tyson.
“Todo lo que estés dispuesto a perder, hermano”, respondió uno de los pugilistas. “Está bien. Está bien. Entonces. Te daré mi propiedad. Más de un millón. ¿Cuánto quieres apostar? El tiempo que paso cagando es lo que ganas en toda tu vida. ¿Cuánto quieres perder? Un millón de dólares, trato hecho. Tenemos un millón aquí. Un millón aquí. Vamos. ¿Quieren hacer esto? Pongan su dinero donde está su boca, ¿cuánto dinero? Exactamente cuánto dinero. Un trato de ring. Vamos. Estoy siguiendo todo esto. Un millón. Un millón. Veinte dólares. Muy bien. Aquí. Eso pensé”, siguió Jake Paul.
Para el final, el presentador se dirigió a Tyson. “Bueno, bueno, es demasiado. Es tremendo. Mike, últimas palabras para ti. Últimas palabras para el mundo”, le preguntó. “Listo para pelear. Sí”, solo atinó a contestar Iron Mike, a quien se lo vio muy tranquilo y relajado. Incluso en el cierre de la transmisión que se dio con el clásico cara a cara entre los protagonistas.