Jorge Almirón estuvo a un paso de hacer historia en Boca. A pesar de no haber conseguido un gran funcionamiento en su equipo; durante su ciclo el Xeneize llegó a la final de la Copa Libertadores que quedó en manos del Fluminense, en un encuentro inolvidable que se disputó en el mítico Maracaná. El estratega con pasado en Lanús no logró el objetivo que ilusionó a los hinchas con La Séptima, y en una reciente entrevista con ESPN reconoció que tiene un gran recuerdo de sus días con el buzo azul y oro. “Lo disfruté. Más allá de que se hable de los penales, fue una virtud que tuvimos y fuimos superiores a todos los rivales, excepto el último tramo ante Palmeiras”, analizó el DT sobre aquella competición continental que se le escapó en Río de Janeiro.
“En el equipo titular habían chicos que venían de un parate largo, Marcos Rojo tuvo un parate de casi un año, no sé si hubieran aguantado torneo y Copa, Edi Cavani venía de Valencia de un tiempo sin jugar y se tuvo que adaptar, por eso nos enfocamos en la Copa Libertadores”, argumentó el estratega en relación a la floja campaña en el torneo doméstico que llevó al club a disputar la Copa Sudamericana en la siguiente temporada.
En este sentido, cuando Sebastián Vignolo le preguntó por su salida de la institución porteña; Almirón no dudó en su respuesta: “Me fui porque perdimos la final de la Copa Libertadores. Entendí que en el proceso crecimos muchísimo. Perdimos la final y tomé la decisión de irme”, y continuó con su explicación al afirmar que “no sabía” si seguiría en el cargo en caso de quedarse con el trofeo. “Fui feliz mientras estuve ahí”, completó.
Sin dudas, su sinceridad acaparó la atención de los presentes cuando reveló que tiene ansiedad de una revancha. “Voy a volver, no sé cuándo, pero voy a volver”. Y agregó: “Yo me meto algo en la cabeza y no sé... Dos años atrás, caminando con mi pareja por Caminito, vi en una pared pintada con los colores de Boca, saqué una foto y dije: Yo voy a dirigir Boca en algún momento. Y cuando firmé, saqué esa foto de vuelta, la miré y pensé: Yo sabía”. “Es un gran deseo, pero bueno, las cosas se tienen que dar como se tienen que dar”, subrayó.
En cuanto a su relación con Juan Román Riquelme, máximo ídolo de la entidad, que tuvo la iniciativa de apostar por él, Jorge Almirón advirtió que “no hubo ningún cortocircuito”. “Al contrario, siento un agradecimiento eterno. Siempre fue una muy buena relación. Terminó la final de la Libertadores, que para mí fue un golpe muy duro, y me fuí. Soy de tomar ese tipo de decisiones y no me importó la Copa Argentina. Sentí que en ese momento debía tomar una decisión”, detalló. Y de inmediato, continuó: “Él es el número 1 lejos de Boca. Su personalidad lo hace muy fuerte y simple a la vez. Tuve la comunicación justa y correcta con él. Después se escuchan muchas cosas, del armado del equipo, de interferir con los jugadores, de eso no tengo que dar ninguna explicación, con eso estoy en paz”.
Naturalmente, cuando regresa al país (actualmente fue campeón con Colo Colo de Chile) se cruza constantemente con los hinchas del Xeneize. Y su vínculo pareciera ser cordial: “Con los que me cruzo, me agradecen haber llegado a la final de la Libertadores, creo que quedé bien con la gente. Agradecen el trabajo que se hizo para llegar a la final de la Copa”, insistió.
En vísperas del armado del nuevo Boca para la próxima temporada, uno de los jugadores que quiere incorporar el Xeneize es el delantero Carlos Palacios, de gran rendimiento en el Cacique. “Tiene mucho talento, mejoró muchísimo en lo físico, está más completo. No tengo ninguna duda que si va, es jugador para Boca”. “Él quiere jugar ahí”, concluyó.