Lionel Scaloni brindó una extensa entrevista en la que recordó uno de los momentos más difíciles que le tocó vivir al frente de la selección argentina y que generó una enorme incertidumbre, ya que luego de la victoria en el Maracaná ante Brasil, puso en duda su continuidad en el equipo campeón del mundo.
“Estuve cerca de irme porque no estaba bien. Creo que lo mejor es decirlo, es inútil estar en un lugar donde no sos vos. La gente con la que yo trabajo necesita que sea sincero. Dije lo que sentía, que me tome el tiempo, me dieron su parecer, y era parecido a lo que pensaba. Al tiempo dije que todos me iban a acompañar, decidimos seguir y renové las energías que había perdido. Se me venían miedos que antes que no tenía después del Mundial, luego de ganar en el Maracaná”, confesó en diálogo con Alejandro Fantino en Neura Media.
La historia de Scaloni en la selección tuvo momentos inolvidables, desde su irrupción por lo bajo, lo cual le generó varios contratiempos, hasta su redención con los resultados obtenidos en las grandes competencias. Sin embargo, afirmó que “Si te paras a pensar, la cabeza te juega una mala pasada”, y agregó que tuvo bastantes problemas a los seis meses de la coronación en el estadio Lusail, ya que comenzó a tener angustia y a sufrir “cierta ansiedad porque no estaba cómodo ni al cien por ciento”.
A pesar de eso, Scaloni también hizo hincapié en que se toma con calma las consagraciones y que “No me levanto todas las mañanas pensando que salimos campeones del mundo. No es mi manera de ser”. De hecho, aseguró que ni siquiera sabe en dónde está la réplica de la Copa del Mundo que le regalaron y duda “si está en Mallorca o en Pujato”. Aunque sí confirmó que la medalla de campeón la tienen sus hijos.
Otras frases de la entrevista de Lionel Scaloni:
- Su charla con Ángel Di María en el momento que quedó afuera de las convocatorias:
“Él es un pibe increíble. Es un chico que se moría por estar en la selección. Él dijo que cuando no estaba en una lista lo sufría. Nosotros en ese momento teníamos a Nico González, que estaba iniciando su etapa en la selección, y que teníamos muchas esperanzas en él. La figura de Di María para la selección es increíble.
Yo lo llamé, él también lo contó. Él hizo una entrevista y al segundo que terminó le hice una videollamada para decirle ´vos no tenés que volver porque no estás afuera de la selección. Vos no venís porque quiero que Nico González juegue una cantidad de partidos. Una vez que el pibe juegue y tenga la camiseta puesta, vos venís a la selección´. Se puso a llorar él, me puse a llorar yo. Él te quería hacer entender que quería estar y yo le remarcaba que ‘vos estás’”.
- El momento clave en la Copa del Mundo de Qatar 2022:
“Más allá de la derrota contra Arabia, para mí el momento bisagra fue en el entretiempo contra México. El primer tiempo había terminado 0 a 0 y no había pasado nada. En el entretiempo había que ir a hablar con los jugadores. Necesitábamos ganar, con el empate estábamos casi afuera del Mundial.
Nos juntamos con el cuerpo técnico y las palabras fueron justas. Les dije que el partido era así y sabíamos que iba a ser de esta manera, pero que ahora empezaba nuestro partido y que íbamos a plantear el partido de otra manera. Hay veces que hay cosas que aunque vos no te creas lo que decís, se lo tenés que decir a los jugadores”.
- La confianza que le inspira a los debutantes y el “ritual” que deben pasar:
“A Nico Paz le dijimos ‘entra y pedí la pelota. Tocala cien veces si podés. Hacé lo que sabes, si te equivocas no pasa nada’. Creo que son momentos para los chicos jóvenes que cuando entran en la selección hay que darle la confianza.
Ahora a cada chico nuevo lo hacen cantar. A Nico lo subieron a una mesa, a Garnacho también. Lo hacen cantar y lo aplauden. Cantan una canción que inventen ellos o que les guste adelante de todos. Eso hace que el grupo te acoja bien y eso hace que se sientan cómodos. La fuerza de la Selección Argentina es el grupo”.
- La posibilidad de dirigir en el fútbol argentino:
“El día que quiera dirigir y no esté en la selección estoy abierto para cualquier club. Me involucran solo con Boca. Mis hijos son de River. El fanatismo se pierde y cuando estás acá te vas dando cuenta de la magnitud de las cosas. Cuando estás en una posición como la mía, eso es irrelevante.
Si me toca en algún momento por qué no —sobre dirigir en Argentina—. No habría problema, más como se vive el fútbol acá. La guita nunca contó. Ni siquiera cuando jugaba. A veces se priorizan otras cosas, estar bien como ahora en la Selección. He priorizado quedarme y estoy bien. En el futuro se verá”.
- Las complicaciones que conlleva dirigir a una selección:
“Hay que hacer un cambio. Para un entrenador de club, ir a una selección le costaría, y al revés también. Muchas veces lo hemos hablado, venimos con mucha ansiedad de entrenar y de preparar cosas. Tenemos muchas ideas nuevas, pero después tenés dos días de entrenamiento”.
“Se te bajan los jugadores del avión y vienen reventados del viaje. Eso lo hemos aprendido a lo largo de seis años. Hay que hacer lo justo y lo necesario. Un entrenador de club, que pasa a la selección que está acostumbrado a hacer eso en la semana, se tiene que dar cuenta. Yo creo que es más difícil para un entrenador de club pasar a una selección, que de una selección a un club. En la selección tenés que hacer las cosas en muy poco tiempo. Pero por ahora no me planteo un cambio”.