En el competitivo mundo del fútbol, la deportividad sigue emergiendo como un valor admirable. Recientemente, un gesto del delantero Pepé, jugador del Porto, ha captado la atención del mundo del deporte. Durante un partido en el que su equipo venció al Estoril por un rotundo 4-0, el brasileño protagonizó una acción destacable al detener su juego ante la aparente lesión de un contrincante. A pesar de estar en una posición beneficiosa y con la chance de avanzar hacia el arco y rematar cara a cara con el arquero Robles, priorizó ver cómo se encontraba su adversario.
Este episodio se desarrolló cuando Pepé se encontraba en una jugada de ataque y notó que Pedro Amaral, jugador del otro equipo y al que le había ganado con el cuerpo en la carrera, caía al césped con gestos de dolor. A diferencia de lo que muchos profesionales podrían hacer en esa situación, que sería aprovechar para marcar gol, él optó por una decisión más noble. Se detuvo y esperó la llegada de la asistencia médica.
La acción del brasileño fue inicialmente recibida por una mezcla de asombro y silbidos por parte de los fanáticos, que luego consensuaron espontáneamente respaldar la decisión del punta. Tanto los jugadores como el entrenador del Estoril, Vítor Bruno, se unieron a estos aplausos desde la línea de banda, gesto que consolidó aún más la ejemplar conducta de Pepé en el terreno de juego. Además, Joao Carvalho, futbolista del conjunto derrotado, se acercó a abrazarlo y agradecerle el ejemplo de caballerosidad deportiva.
Los efectos de tal demostración de fair play no tardaron en materializarse. Durante el mismo encuentro, Pepé fue recompensado por su ética deportiva, con un gol a su favor, el 2-0 parcial, a los 28 minutos del encuentro. Danny Namaso y Wenderson Galeno (por duplicado) aportaron las otras conquistas para la victoria del Porto por 4 a 0 por la Primeira Liga.
Así, se ubicó segundo en la tabla de posiciones, tres puntos abajo de Sporting Lisboa y cinco unidades por encima del Benfica. Estoril, por su parte, aparece decimosegundo en la nómina, con nueve puntos en diez jornadas.
El gesto de Pepé es un recordatorio oportuno de las razones por las que tantas personas alrededor del mundo están apasionadas por el fútbol. Es una prueba de que todavía quedan buenos valores, inspirando a muchos colegas y jóvenes promesas más allá de los límites del estadio. Así, el brasileño brilló por su desempeño en la cancha -lleva tres tantos en el torneo- y por su caballerosidad deportiva.