Un salón vacío. 15 sillas. En cada una, el hombre y apellido de los 12 jugadores más los tres integrantes del staff técnico. Cada uno tiene un lugar reservado en las páginas más gloriosas del deporte argentino. Es que aquel 28 de agosto de 2004, Argentina rompió una racha de 52 años sin medallas de oro en los Juegos Olímpicos de la mano de una selección que quedó en la memoria de los amantes del básquet y de esos que se sumaron a celebrar un hecho repleto de gloria.
Uno a uno, los protagonistas de este reencuentro ingresaron al espacio dedicado para lo que fue la presentación de la reunión de la Generación Dorada. Este sábado, en el estadio del Parque Roca desde las 20.30 (televisa ESPN y Disney+), ellos volverán a salir a escena dos décadas después de ganarle la final a Italia en Atenas. “Estoy entusiasmado, no estábamos todos juntos desde el oro olímpico”, fue una de las primeras impresiones que declaró Manu Ginóbili durante el encuentro que presenció Infobae.
Justamente, el recordado número 5 de la Selección fue uno de los últimos en aparecer en la sala. Entró junto a Walter Herrmann, el héroe en el duelo contra los griegos en los cuartos de final, paso previo a jugar con el Dream Team de Estados Unidos. “¿Dónde está Manu? Se suspende el evento”, lanzó en broma Andrés Nocioni antes de la irrupción de la leyenda de la NBA.
Con Luis Scola, el Colo Wolkowyski, el Puma Montecchia, Gabriel Fernández y el capitán Hugo Sconochini ya sentados, sólo quedaba un lugar sin completar en el recinto. El cartel pegado en el respaldo decía “Carlos Delfino”, y cuando ya todos pensaban que iba a quedar vacante, apareció el santafesino. El único jugador todavía en actividad sorprendió y con su clásica sonrisa se sentó con sus laderos “Tiene multa”, se lo escuchó decir a Chapu, en una de las tantas intervenciones del ahora comentarista de TV.
Nadie podía ocultar la emoción. Fernando Duró y Enrique Tolcachier, los asistentes de Rubén Magnano, y el entrenador de una de las mayores gestas deportivas de la historia en nuestro país, no dejaban pasar un minuto sin dedicarles una mirada especial a cada uno de esos chicos que, décadas más tarde, se volvieron a juntar. “Rememoro viejas imágenes que me acarician el alma”, expresó el coach con su tonada cordobesa.
* Carlos Delfino fue el último en llegar a la reunión de la Generación Dorada
Intervenciones como “Chapu y Puma están infumables” en la voz de Wolkowyski o el “te estás quedando pelado” de Montecchia a Gaby Fernández provocaron la risa generalizada de todo el equipo. Y también de los que estaban en el salón, casi intrusos en un momento de intimidad que se hará más profundo en las próximas horas. Es que más allá del juego que los 12 protagonizarán este sábado, que generó una avalancha por parte del público al agotar las entradas en 24 horas, todos ellos pasarán una semana juntos.
La fiesta de volver a pisar una cancha y jugar al básquet será el pretexto para emprender un viaje a un destino desconocido, que servirá para profundizar historias propias de cada uno. “Nos vamos a descubrir de nuevo entre nosotros”, mencionó Montecchia, uno de los que menos intervino durante la presentación, pero que hace dos décadas fue un bastión en la base durante el torneo.
Cerca del final del reencuentro, Magnano sacó a la luz una historia poco conocida. Ginóbili fue elegido el Jugador Más Valioso de la definición por el oro ante los italianos y el técnico recordó la “pelea” que tuvo Nocioni con uno de los árbitros para quedarse con la pelota de la final, que terminó perdida. “Estoy shockeado”, dijo Manu y, al mismo tiempo, culpó a Sconochini como el primer responsable de haberse quedado con el balón. Acto seguido, el oriundo de Cañada de Gómez miró a Chapu y Delfino como los que perpetraron el robo de la pelota.
“Yo estaba durmiendo, y estos dos vinieron a la habitación, tiraron abajo la puerta”, explicó el histórico capitán del seleccionado en esa etapa del equipo. “Con el tiempo, Hugo dice que ahí desapareció”, agregó Nocioni sobre la redonda, que estaba arriba de la cama de Ginóbili y que, al día de hoy, es un misterio sin resolver.
En pocas horas, y frente a una multitud, estos 12 representantes del básquet y el deporte en la Argentina volverán a pisar un campo de juego juntos. Será una noche única, con shows y varios momentos para recordar. Se esperan mensajes de grandes deportistas, entre ellos del mismísimo Lionel Messi, otro que también sabe lo que es colgarse un oro olímpico. La Generación Dorada volvió a reunirse para un evento esencial que los volvió a unir en cuerpo y alma 20 años después de aquella noche en Grecia que marcó para siempre sus vidas.
* La anécdota de la pelota de la final que se perdió