Este 30 de octubre, hace 50 años, se llevó a cabo uno de los eventos más icónicos en la historia del boxeo: The Rumble in the Jungle. Un combate que enfrentó a los legendarios Muhammad Ali y George Foreman en Kinshasa, Zaire, hoy República Democrática del Congo. Medio siglo después, este acontecimiento sigue siendo posiblemente el evento de boxeo más comentado y discutido de todos los tiempos.
George Foreman, quien ahora tiene 75 años, compartió sus recuerdos sobre los dos meses que pasó en Zaire antes del combate, refiriéndose a esos días como “extraordinarios”. Durante una conversación con Telegraph Sport, Foreman contó cómo un corte en su ojo derecho retrasó la pelea del 25 de septiembre al 30 de octubre, y por qué su siguiente reto, tras caer ante Ali, fue enfrentarse a cinco hombres en una sola noche.
El evento fue parte de una era dorada para los pesos pesados, que tupo un capítulo para la historia al trasladar a dos de los más grandes boxeadores al continente africano para un enfrentamiento especial. También marcó la aparición de Don King como promotor, todo bajo el auspicio del líder autocrático de Zaire, Mobutu Sese Seko, quien buscaba con ese evento poner a Zaire en el mapa.
En las palabras de Foreman sobre el 50º aniversario del combate, expresó: “Guau, hace cincuenta años. Estoy feliz de poder recordarlo. No tengo más que buenos recuerdos, pero en ese momento, estaba devastado por la derrota. Tenía 25 años. Llegué a esa pelea invicto en 40 peleas y creía que nadie era capaz de vencerme. Me sentía invencible. Pensé que iba a noquear a Muhammad Ali en dos asaltos”. Foreman había llegado a la pelea como el favorito de las casas de apuestas. Recordaba: “Tenía mucha confianza, quizá demasiada. Realmente pensé que aguantaría dos rounds y no más”.
Con un estimado de mil millones de personas viendo The Rumble, Foreman aún se sorprende de su impacto perdurable: “Me sorprende que hayan pasado 50 años y que la gente siga hablando de ello. Sin embargo, a pesar de la popularidad del evento, afirmó: “Para mí, el boxeo era mi deporte y me encantaba ponerme en forma, soltar las manos y golpear a los oponentes”.
El camino al combate estuvo lleno de desafíos para Foreman. El 10 de septiembre de 1974, sufrió un corte en el ojo derecho debido a un accidente en el entrenamiento, que pospuso el enfrentamiento con Ali. Recordó: “Después de sufrir el corte, quise ir a otro país, pero tuve que quedarme allí y esperar a que la herida sanara. No hubo más sparring”.
“Cuando le cortaron el ojo, Mobuto le dijo que no se fuera. El representante de George, Dick Sadler, quería que fuera a París a entrenarse. Nos alojaron a orillas del río Congo, así que nos mudamos a un hotel en Kinshasa”, recordó Bill Caplan, agente de prensa desde aquel entonces hasta hoy.
Finalmente, aquel 30 de octubre, el desenlace del combate fue un golpe contundente para Foreman. Ali, con su táctica se coronó por tercera vez campeón de peso pesado esa noche. Foreman comentó sobre su experiencia en África: “Pensé que nadie podría vencerme porque no podían soportar mis golpes. Simplemente entraba allí, hacía que mis compañeros de esquina me quitaran la bata, sin instrucciones, sin tácticas”.
Tras esa dura derrota, Foreman se sometió a un singular desafío en Toronto, donde peleó contra cinco hombres en una noche. “Estaba tratando de demostrar que era fuerte. Perder contra Muhammad en África simplemente ensombreció toda mi carrera”, confesó. Tras una pausa de 10 años en su carrera, Foreman regresó al ring para ganar nuevamente el título mundial a los 45 años, convirtiéndose en el campeón de peso pesado de mayor edad de la historia.
La relación entre Foreman y Ali trascendió la rivalidad deportiva. “Nos hicimos grandes amigos”, rememoró Foreman sobre Ali, destacando su sentido del humor y personalidad carismática. “Le encantaba ser la estrella del espectáculo, sin importar a dónde fueras... era una celebridad. Le encantaba ser una celebridad. Me encantaba estar cerca de él, realmente me hacía sentir bien”, sentenció.