El sábado pasado las redes sociales amplificaron la bronca de los hinchas de Boca. Ese día desde las 16 horas se pusieron en venta las localidades para el partido de esta noche en Rosario por los cuartos de final de la Copa Argentina. En menos de dos horas el portal Deportick, que vende los tickets de todo lo que organiza la AFA, colgó el cartelito de entradas agotadas. El tema es que la página web se cayó permanentemente, daba error y hubo miles de hinchas xeneizes que estuvieron haciendo la fila virtual durante horas y se quedaron sin los 20.000 tickets que les habían puesto a disposición. Pero los que no tuvieron esa preocupación fueron los miembros de La Doce, la barra brava boquense. No sólo se garantizaron sus 600 tickets habituales sino que además consiguieron talonario para revender el preciado tesoro de estar en el Coloso Marcelo Bielsa viendo al equipo de Fernando Gago contra Gimnasia. Es más, tal es la impunidad con que se manejan que las ofrecían en las redes oficiales de La Doce. Dado que por la web oficial se vendían de a cuatro por persona, o los barras tuvieron suerte y quedaron primeros en la fila virtual y compraba cada uno el máximo permitido y sólo usaba una y las otras tres iban a un pozo común para reventa, o directamente desde el club o la ticketera les bajaban los talonarios sin hacer ninguna operación por Internet. La respuesta, claro, es más que obvia. Y hay un punto clave que no deja de llamar la atención: la capacidad del estadio leproso es de 42.000 espectadores. Teniendo en cuenta que a Boca le dieron 20.000 lugares (ocuparán la popular Sur de doble bandeja más la platea Este) y a Gimnasia 15.000 (popular Norte y platea Oeste) más de uno se pregunta dónde fue a parar el resto. Quizá la barra tenga también la respuesta.
Claro que no es la primera vez que esto ocurre y para ser justos, pasa con todas las barras de todos los clubes del fútbol argentino. En el caso de La Doce es una política habitual. De hecho por sus redes también ofrecen populares y plateas para el partido contra Riestra del próximo domingo, algo que puede sonar extraño teniendo en cuenta que La Bombonera cuenta con ingreso sólo para socios y abonados que no necesitan una entrada física sino que está activado directamente el carnet social. Pero los barras manejan por un lado protocolo y por otro una considerable cantidad de carnets que se alquilan al mejor postor y se paga adentro, en el primer descanso de la escalinata que lleva a los hinchas hasta la segunda bandeja. Porque por sobre todas las cosas y aunque la maniobra sea ilegal, ellos dan garantía de ingreso. Faltaba más, siendo como son los dueños de buena parte del club.
La movida es tan importante que hasta manejan como todas las barras entradas para ver a la Selección aun cuando la Scaloneta juega en el Monumental, tal como sucedió en la última jornada de la doble fecha de Eliminatorias, cuando la Argentina goleó 6 a 0 a Bolivia con una estelar actuación de Lionel Messi. Para ese match tenían populares Centenario, plateas altas San Martín y también las muy codiciadas plateas bajas Belgrano. Un amplio menú para quien guste comprar.
Por fuera de esto el partido de mañana se presenta complicado para la barra y también para la Seguridad. Si bien es cierto que La Doce tiene afinidad mucho más cercana a Los Leales, la barra brava de Estudiantes, con la de Gimnasia las relaciones no son malas, de hecho Cristian Camilleri, el Volador, jefe de la barra brava del Lobo es conocido del trío que maneja la tribuna de Boca: Rafael Di Zeo, Mauro Martín y Marcelo Aravena. De cualquier manera y para evitar inconvenientes, la Seguridad decidió que los micros de La Doce que salen mañana por la mañana vayan por el Acceso Oeste, empalmen ahí con el camino Del Buen Ayre para seguir por la Ruta 9 en Panamericana y entrar directo a la Provincia de Santa Fe hasta el Bulevard Oroño por dónde arribarán hasta el Parque Independencia. En cambio los de Gimnasia deberán tomar por la ruta 215, empalmar después con la 6, para posteriormente seguir por la Ruta 8 hasta Pergamino y de ahí continuar por la Ruta provincial 32 para ingresar a Rosario por la avenida Ovidio Lagos que lleva también al estadio de Newell’s. Y habrá controles de Gendarmería en los peajes de todas las rutas.
Una vez dentro de Rosario los espera un imponente operativo de seguridad que contará con 850 efectivos entre policías y personal de seguridad privada. ¿Qué chance hay de que puedan cruzarse ya no las barras de ambas parcialidades sino alguna de ellas contra las de los clubes más importantes de Rosario? En principio esa hipótesis está prevista en la gente de Seguridad aunque hay lazos entre La Doce y quienes manejan las barras de Newell’s y Central para que nada ocurra. Por ejemplo el abogado Paul Krupnik ha defendido al grupo de Mauro Martín cada vez que tuvo algún inconveniente en Santa Fe y al mismo tiempo es el letrado del mega narco Esteban Lindor Alvarado y ha intervenido en muchos procesos del clan delictivo Los Monos, que tiene gente en ambas barras. Mientras que también hay vasos comunicantes con Pillín Bracamonte, el jefe de la barra brava de Central, y cuyo abogado, Carlos Varela, también letrado de miembros del clan Los Monos, supo defender a Mario Segovia, el Rey de la Efedrina, quién tuvo negocios con Rafael Di Zeo, jefe de La Doce. Como si fuera poco en la tribuna Canalla apareció sugestivamente el domingo pasado una bandera con el logo “Siempre Mono, Nunca Sapo”, que identifica hace añares al sector de Lomas de Zamora de La Doce, aunque en el círculo íntimo de Marcelo Aravena dicen que la única vez que tuvo relación con Pillín fue en un partido de Eliminatorias en Rosario para el Mundial 2010 que enfrentó a la Selección contra Brasil y que nunca más lo vio y que no hay relación para nada.
Así las cosas, lo cierto es que habrá caravana de barras desde Buenos Aires y La Plata hasta el Coloso Marcelo Bielsa. Todos con sus entradas más las que les han dado para reventa. Porque el negocio, nunca acaba.