Sabe que está en la recta final de su carrera: el 12 de febrero cumplirá 37 años. Le quedan poco más de siete meses de contrato con el Benfica. Sus amigos y sus familiares riverplatenses, que son amplia mayoría, le ruegan que cumpla el sueño que tiene desde chico: ponerse alguna vez la camiseta de la banda roja. Desde Portugal mira todos los partidos del equipo de Marcelo Gallardo, como hasta hace poquito seguía los de la Era Demichelis. Tiene contacto frecuente con Manuel Lanzini, a quien felicitó especialmente después del gol que le anotó a Boca el 21 de septiembre para darle a River la victoria en el último Superclásico, en La Bombonera. La valija con la que viene a la Argentina a jugar los partidos de la Selección tiene una calcomanía que resume su fanatismo por River: “09-12 eterno”, dice, mezclada entre muchas otras, en alusión a la final de la Copa Libertadores de 2018 que los millonarios le ganaron a su rival de toda la vida en Madrid. Nicolás Otamendi es el capitán y una de las figuras del Benfica, pero a la distancia su vida está atravesada por River.
“Pasan tarde los partidos de la Libertadores en Europa y después del partido con Colo Colo llegué medio dormido al entrenamiento. Lo mismo me pasó con el Superclásico”, comentó recientemente en diálogo con ESPN. En la charla que mantuvo con el periodista Gustavo López, Otamendi habló con suma cautela sobre su futuro deportivo porque no quiere quedar preso de sus palabras, pero estuvo lejos de cerrarle la puerta a la posibilidad de jugar en River el año próximo: “Nunca se sabe. Todavía me queda un año de contrato con Benfica y por respeto al club trato de estar enfocado siempre acá. Una vez que finalice el contrato se verá qué será de mi futuro. No quiero ilusionar a la gente porque sino me cagan a puteadas, pero saben que soy hincha, miro todos los partidos, tengo un montón de relación con los dirigentes y con los chicos que están en el club. Dios dirá lo que pasa de acá al fin de mi contrato”.
Campeón en Qatar 2022, Otamendi supo ser compañero en la última Copa del Mundo de tres integrantes del actual plantel de River que cada vez que pueden le piden que venga a jugar con ellos: Franco Armani, Germán Pezzella y Marcos Acuña. Con Pezzella, reciente compañero de zaga en el empate 1 a 1 de Argentina ante Venezuela, en Maturín, es con quien más habla al respecto. ¿Conformarán la zaga de River en el Mundial de Clubes 2025?
Otamendi debutó en Primera División con la camiseta de Vélez y desde que se fue al Porto a mediados de 2010 no regresó al país. También jugó en Atlético Mineiro, Valencia, Manchester City (fue dirigido por Pep Guardiola) y ahora en el Benfica, adonde desembarcó en septiembre de 2020.
Mientras se ilusiona con conseguir este año la quinta Libertadores de su historia, todo River mira de reojo el Mundial de Clubes que se jugará en Estados Unidos del 15 de junio al 13 de julio del año próximo, el primero de la historia con un formato similar al de Selecciones. En el último mercado de pases, los dirigentes le dieron el gusto a Gallardo y contrataron cuatro futbolistas calificados: Pezzella, Acuña, Fabricio Bustos y Maximiliano Meza. Por lo bajo, en las oficinas del Monumental reconocen que para el Mundial de Clubes van a incorporar al menos otras dos figuras de renombre. ¿Una de ellas será Otamendi? En Núñez nadie se anima a desmentir esa chance.
El defensor campeón del mundo y bicampeón de América con Argentina coqueteó ya algunas veces con su posible llegada a River, pero por razones familiares y de “seguridad” siempre se inclinó por continuar su carrera en Europa. Ahora, ya en el tramo final de su vida futbolística, la cuenta pendiente de jugar en el elenco de Núñez lo seduce sobremanera, más allá de la cautela que muestra en sus declaraciones públicas.
Cuando jugaba en los potreros de El Talar, su localidad natal en el partido de Tigre, lo hacía con la camiseta de River. Eran tiempos en los que también le gustaba mucho el boxeo, su segundo deporte favorito. El destino lo llevó a probarse en las divisiones inferiores de Vélez, el club donde debutó en Primera División el 10 de mayo de 2008, con Hugo Tocalli como director técnico. Desde entonces, el círculo íntimo de Otamendi sabe que Nicolás difícilmente se retire del fútbol sin ponerse formalmente la camiseta de River.
El contrato de Otamendi con Benfica finalizará en junio de 2025. El año próximo, del 1 al 10 de ese mismo mes, la FIFA abrirá una ventana de pases con el propósito de que puedan reforzarse especialmente los equipos que participarán del Mundial de Clubes de Estados Unidos. ¿Hará River un intento por contar con él a partir de enero o directamente lo buscará en junio, cuando quede con el pase en su poder?
Por lo pronto, el hecho de que Gallardo sea nuevamente el entrenador de River es otro punto que juega a favor: en la intimidad, Otamendi dijo más de una vez que le gustaría ser dirigido por el Muñeco. Paralelamente, tiene una muy cordial relación con los dirigentes más importantes de River: el presidente Jorge Brito, los vicepresidentes Matías Patanian e Ignacio Villarroel, y el secretario Stéfano Di Carlo.
En febrero de 2020, el anterior representante de Otamendi, Martín Sendoa (el actual es Eugenio López), publicó en sus redes sociales una foto junto al defensor con el estadio Monumental de fondo. Fue para saludarlo por el cumpleaños número 32 del marcador central, quien aparece sonriente en la foto. Más de una vez, Otamendi celebró en su cuenta de Instagram alguno de los catorce títulos que el conjunto millonario logró con Gallardo en el primer ciclo del Muñeco como técnico. Y también hizo lo propio con los logros más resonantes en la Era Demichelis.
Con el Mundial de Clubes como imán principal, los caminos de River y de Otamendi podrían cruzarse más temprano que tarde. El deseo es mutuo. Solo resta que ambos se animen a dar el sí.