Seis hechos que marcaron el primer ciclo de Miguel Russo como entrenador de San Lorenzo hace 15 años

“Miguelo” se apronta para dirigir nuevamente al “Ciclón”. Estuvo a cargo del equipo en la temporada 2008/09, cuando quedó muy cerca de consagrarse campeón. Un repaso por lo ocurrido por aquellos días

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Miguel Russo junto a sus colaboradores en el banco de San Lorenzo durante su primer ciclo en Boedo
Miguel Russo junto a sus colaboradores en el banco de San Lorenzo durante su primer ciclo en Boedo

Miguel Ángel Russo fue presentado el jueves como nuevo entrenador de San Lorenzo de Almagro. El nacido en Lanús rápidamente se hizo cargo de la primera práctica para conducir al plantel que dejó el renunciado Leandro Atilio Romagnoli, pensando en el debut del domingo, como local de Barracas Central. Miguelo, de 68 años, firmó contrato hasta diciembre de 2025.

Será el segundo ciclo de Russo en San Lorenzo. El primero fue hace 15 años, durante la temporada 2008-2009. En esa oportunidad llegó a la final del campeonato, que terminó perdiendo a manos de Boca en un triangular en el que también participó Tigre. Fueron 36 partidos al frente del equipo azulgrana, con 17 victorias, 5 empates y 14 derrotas, alcanzando una eficacia del 52 por ciento. Previo a su arribo a Boedo, lo recibía un equipo que venía de ser campeón y de pelear la Copa Libertadores 2008 de la mano de Ramón Díaz. Su primer ciclo siempre fue bien recordado por los simpatizantes del Ciclón, y aunque no pudo consagrarse con el campeonato, terminó siendo vistoso y ofensivo.

A pocas horas de volver a sentarse oficialmente en el banco local del Nuevo Gasómetro, repasamos algunos hechos del primer mandato de Russo con el buzo de DT azulgrana.

Una de las premisas de Russo en su primera etapa en San Lorenzo fue controlar un vestuario convulsionado
Una de las premisas de Russo en su primera etapa en San Lorenzo fue controlar un vestuario convulsionado

La llegada a San Lorenzo para controlar el vestuario

El 15 de junio de 2008, Rafael Savino presentó a Russo como nuevo entrenador. La dirigencia lo fue a buscar con el desafío de devolverle paz y tranquilidad a un vestuario convulsionado, en medio de decisiones cuestionadas a Ramón Díaz, quien había sido el entrenador desde julio de 2007. El Riojano había hecho cambios que no gustaron puertas adentro como, por ejemplo, mandar al banco de suplentes a Diego Rivero y que sea titular su hijo Emiliano, hoy su ayudante de campo.

Cuando Russo asumió, no la pasó bien en el inicio. Tras las ventas de Andrés D Alessandro y Diego Placente, se enojó por la transferencia de Jonathan Bottinelli a dos días del estreno en el Apertura frente a Tigre. Producto de esto, el orientador no dudó en darles un mensaje público a los directivos. “Mirá que si no vienen jugadores, renuncio, eh”, le dijo a Savino en plena presentación oficial. La respuesta llegó inmediatamente, con las incorporaciones de Cristian Ledesma, el Pitu Barrientos y Santiago Solari, y el equipo se encaminó. Probó con tres centrales en la Copa Sudamericana 08, y en las primeras dos fechas del campeonato. Aprovechó el receso por Eliminatorias Sudamericanas para poner en condiciones a los refuerzos. Y en la tercera fecha, con el rotundo 3-0 ante Estudiantes, encontró el equipo.

En su primera etapa en el "Ciclón" Russo quedó a las puertas de consagrarse campeón
En su primera etapa en el "Ciclón" Russo quedó a las puertas de consagrarse campeón

El once de memoria que se quedó en el final

El 10 de agosto de 2008, el San Lorenzo de Russo debutó en la derrota contra Tigre por 1-0. En la segunda fecha, le ganó a Godoy Cruz 2-1 y encaminó su levantada. Su equipo de cabecera formó con Agustín Orión; Adrián González, Sebastián Méndez, Gastón Aguirre, Aureliano Torres; Diego Rivero, J. M. Torres, Lobo Ledesma, Pitu Barrientos; Gonzalo Bergessio y Andrés Silvera, quien reemplazó al lesionado Bernardo Romeo. El Lobo Ledesma se asentó rápidamente. Rivero se transformó en un mediocampista profundo y de muy buen pase. El Pitu Barrientos regresó desde Rusia con una versión mejorada. González se transformó en un especialista en ejecutar tiros libres. En la ofensiva, Bergessio y Silvera se complementaron muy bien, con naturalidad y eficacia.

Con el paso de los partidos, Russo encontró el equipo que pretendía, con su impronta, de mucho carácter y personalidad. De esta manera, el Ciclón acumuló nueve partidos sin conocer la derrota, con ocho triunfos al hilo y un empate sin goles frente a River Plate. A raíz de esto, se ubicó primero en la tabla de posiciones, pero no supo aprovechar esos 11 puntos de ventaja que supo tener sobre el resto por un bajón anímico y por problemas de grupo con el cuerpo técnico y en especial con el preparador físico, Guillermo Cinquetti. En la última fecha del torneo, le ganó 1-0 a Argentinos Juniors de visitante y terminó en la primera ubicación con 39 unidades, igualando a Boca Juniors y Tigre, dando como consecuencia el desarrollo de un triangular en canchas neutrales.

Miguel Ángel Russo y Rafael Savino. DT y presidente de San Lorenzo en la temporada 2008/09
Miguel Ángel Russo y Rafael Savino. DT y presidente de San Lorenzo en la temporada 2008/09

El día que Russo evitó una pelea entre futbolistas en la cancha de Argentinos Juniors

Tras la victoria por 1-0 sobre Argentinos Juniors en el hoy estadio Diego Armando Maradona, un grupo de jugadores del local intentó ingresar a la fuerza al vestuario visitante. Al parecer, varios estaban enojados por supuestas cargadas de Pablo Barrientos y del preparador físico Cinquetti (ex colaborador de Russo) sobre el final del juego. En el hall interno del estadio de la Paternal quedaron vidrios rotos producto de los forcejeos que se produjeron en la zona de vestuarios y el presidente de Argentinos de ese entonces, Luis Segura, dijo que “un integrante del banco de San Lorenzo provocó a sus jugadores”, aunque sin dar precisiones al respecto.

En su momento, según comentaron testigos del episodio, los futbolistas del Bicho que quisieron ingresar furiosos al vestuario visitante fueron el arquero Sebastián Torrico (campeón con San Lorenzo en la Libertadores 14), Matías Caruzzo (ex manager del Ciclón hasta diciembre del año pasado), Sergio Escudero, Néstor Ortigoza (actual vocal de la comisión directiva azulgrana) y Nicolás Pavlovich. Todos ellos se mostraron muy molestos especialmente con Barrientos y Cinquetti, quienes supuestamente los habrían cargado. El encargado de calmar los ánimos fue Miguel Russo, quién separó a ambos planteles y evitó un conflicto mayor. Con toda la bronca a cuestas, los futbolistas de Argentinos expresaron su descontento, dándole fuertes golpes a las puertas de chapa del vestuario y rompiendo varias de ellas.

Russo dirige una práctica observado por Santiago Solari, uno de los refuerzos que llegaron en su primer ciclo como DT de San Lorenzo 
(Foto NA: Hernán España)
Russo dirige una práctica observado por Santiago Solari, uno de los refuerzos que llegaron en su primer ciclo como DT de San Lorenzo (Foto NA: Hernán España)

Su San Lorenzo terminó primero, pero no se coronó campeón

Por primera y única vez se produjo un triple empate en la punta en un torneo argentino. Boca Juniors, San Lorenzo y Tigre tuvieron que disputar un triangular para definir al campeón del Apertura 08. El organigrama perjudicó al Santo, que ganó su primer partido (2 a 1 a Tigre), pero perdió frente al Xeneize (1-3) y quedó fuera de competencia. El elenco azul y oro se quedó con el título pese a caer en el último juego contra Tigre (0-1).

Ante los grises que tenía la reglamentación del certamen, comenzaron las especulaciones acerca de quien se quedaría con el título. De haberse definido por diferencia de goles, el Ciclón hubiera levantado la corona, dado que finalizó el torneo con +17 contra el +12 de sus dos rivales. Pero en una larga noche, y tras deliberar un largo rato en el primer piso de la calle Viamonte 1366, los presidentes de las instituciones involucradas junto a autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), dispusieron que el campeón se determine a través de un triangular.

Entre esas idas y vueltas que estiraron la decisión final, se instaló un mito: Savino, mandamás del club de Boedo por aquel entonces, fue a buscar unas pizzas recién horneadas y al regresar, cuentan que, al parecer, estaba el cronograma de partidos ya definido, dando origen a un sinfín de suspicacias y dudas respecto al ordenamientos de los partidos y el posterior desarrollo de los acontecimientos. El sorteo, o el método utilizado, que nunca se supo cuál fue, deparó que San Lorenzo disputará los primeros dos encuentros cuando, lo normal y habitual, era que el ganador del primer encuentro quede libre en el siguiente para mantener la incertidumbre de la definición hasta la última jornada.

Ni bien se conoció el fixture del triangular, el más crítico fue Russo, que mostró su disconformidad. “Fue por sorteo y lo tenemos que aceptar, pero es una lástima que no se haya contemplado que terminamos primeros por diferencia de gol para resolver el programa. Todo esto nos obliga a un esfuerzo y lo afrontaremos”, dijo Russo en aquel momento.

En definitiva, el Ciclón arrancó superando por 2-1 al Matador en el José Amalfitani de Liniers. Sin embargo, tres días más tarde, en el Cilindro de Avellaneda, le tocó enfrentar a Boca Juniors. El equipo de la Ribera, conducido por Carlos Ischia ganó 3-1. Sobre el final del partido y después de una infracción delante del banco de Russo, se produjo un hecho confuso entre los jugadores de la entidad boquense y Cinquetti. Tuvieron que intervenir particulares para finalizar con lo sucedido, marcando a las claras que el inconveniente entre el cuerpo técnico de Miguelo y los jugadores de Boca no había sido un invento de la prensa.

Luego de la derrota frente al Xeneize, el Ciclón quedó sin chances de ser campeón y dejó la definición abierta para el último partido. El estadio de Racing fue escenario del histórico triunfo de Tigre por 1-0 sobre Boca que finalmente se consagró campeón por tener mejor diferencia de gol.

Una postal de estos días. Russo, sonriente, durante su primera conferencia de prensa como nuevo DT de San Lorenzo
Una postal de estos días. Russo, sonriente, durante su primera conferencia de prensa como nuevo DT de San Lorenzo

Eliminado de la Libertadores y su salida para irse a Rosario Central

Tras perder el triangular, el efecto arrastre siguió con la eliminación del elenco azulgrana en la fase inicial de la Libertadores del años 2009. En esa edición, ganó dos partidos, frente a San Luis de México 4-1 y contra Universitario de Perú 2-0. Pero perdió cuatro cotejos, con Universitario en Lima 0-1, ante Libertad en Paraguay 0-2 y de local por la mínima diferencia, y con San Luis en Potosí 0-2, que determinó la eliminación del equipo.

Los malos resultados generaron encontronazos con los referentes, y una vez llegado a Buenos Aires, procedente de México, los jugadores se fueron con los dirigentes en el micro, mientras que Russo y su cuerpo técnico abordaron el vehículo del entrenador. El plantel azulgrana en Ezeiza fue recibido entre agravios e insultos y se vivió un tenso momento en el hall principal del aeropuerto internacional. Porque mientras los jugadores se dirigían hacia la puerta de salida donde los esperaba el micro del club y eran custodiados por un cordón policial, un grupo de enfurecidos hinchas les propinaron insultos y los recibieron con cánticos agresivos y gritos de “mercenarios”, “fracasados” y “traidores”.

“Sáquense la camiseta y dénsela a la hinchada que juega mejor” y “ahí están, los mercenarios que jugaron para atrás”, fueron los hirientes cánticos que sonaron fuerte en Ezeiza, ante la mirada atónita de turistas que no comprendían la situación. Frente a esta violenta acogida, sólo dos jugadores respondieron a las agresiones de los hinchas: Bergessio, quien amagó bajarse del micro a pelear, y Rivero. Ante este panorama, al día siguiente en la Ciudad Deportiva, se apostaron tres patrulleros y dos carros de asalto para evitar mayores incidentes.

A la eliminación en la Libertadores, se sumó una floja campaña en el Clausura 09. Debido a los malos resultados, y de común acuerdo con la dirigencia, el 9 de abril de 2009 el director técnico firmó su desvinculación de San Lorenzo, y una semana después, arregló su llegada a Rosario Central.

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