La selección argentina aplastó 6-0 a Bolivia en la fecha 10 de las Eliminatorias Sudamericanas y desató una fiesta en el estadio Monumental. Lionel Messi fue la figura excluyente con un concierto de fútbol: tres goles y dos asistencias. La actuación del capitán deleitó a los espectadores que llenaron la cancha de River Plate y rompieron sus palmas para ovacionar a la estrella de la noche.
Desde la previa al encuentro de la Scaloneta, ya se vivía un clima festivo. Los campeones del mundo volvían a presentarse como locales y la expectativa por volver a ver a Messi en acción (no había jugado vs Chile) estaba muy alta. Quedó demostrado desde que el rosarino de 37 años pisó el césped. “Que de la mano, de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”, se escuchaba desde los cuatro sectores del estadio. El jugador de Inter Miami respondió ante cada muestra de cariño y retribuyó en el campo con un recital de goles.
La primera explosión ocurrió a los 18 minutos de la primera etapa cuando Lautaro Martínez presionó la salida del elenco boliviano y forzó el error para que el balón le quedara a Messi. En velocidad y mano a mano con el arquero Guillermo Viscarra, Leo no falló y festejó de cara al público con agradecimiento especial para el Toro.
Luego llegó el esperado momento con los aficionados albicelestes. A los 34 minutos, luego de una formidable atajada de Viscarra para evitar que el tiro libre de Messi se metiera en el ángulo, los fanáticos comenzaron levantar sus brazos en señal de reverencia al goleador, quien estaba yendo a patear el córner. Aprovechando la detención del juego para la asistencia del arquero visitante, Leo levantó su pulgar y saludó al público en pleno partido. También charló unas palabras en forma distendida con el juez de línea hasta que el partido se reanudó.
Sobre el final del primer tiempo siguió el festival con otros dos goles de Lautaro Martínez y Julián Álvarez, ambos asistidos por Messi. En el tanto del delantero de Inter de Milán, Leo recibió un largo pase del jugador del Atlético de Madrid que lo dejó nuevamente en las puertas del festejo. Sin embargo, con mucha generosidad, tocó suave para el bahiense, que se encontraba libre y listo para anotar. El ex Racing no dudó en abrazar a su asistente y señalarle al público que los aplausos debían ser para su compañero.
La exhibición de los dirigidos por Lionel Scaloni se extendió en el complemento y llegaron otros tres goles, obra de Thiago Almada y... ¡Messi! (por duplicado). Las tribunas eran una fiesta y los aficionados comenzaron a saltar y a cantar los hits más resonantes. Desde el clásico “Muchachos” que se inmortalizó en el Mundial de Qatar hasta el recuerdo para los ingleses.
Pero también hubo tiempo para un pequeño duelo de hinchadas con la parcialidad visitante, que ocupó en gran número parte de la tribuna Centenario alta. Los bolivianos comenzaron a animar a su selección cantando un “¡sí se puede, sí se puede!” cuando el resultado aún podía revertirse. Una vez que Argentina convirtió el cuarto, el quinto y el sexto tanto, la popular local estalló: “¡No se puede, no se puede!”.
Los fanáticos argentinos tuvieron su noche. Cantaron, saltaron y disfrutaron del espectáculo que brindaron los campeones del mundo de la mano de su máxima estrella. Una fiesta de gala para quedar cada vez más cerca del Mundial 2026 y con la ilusión de volver a repetir una actuación similar para las próximas fechas de noviembre, cuando Argentina cierre el año en su visita a Asunción para jugar ante Paraguay (14/11) y días más tarde recibirá a Perú como local (19/11) en la despedida oficial del 2024.