El plan del Olympique de Marsella, el más argentino de los clubes franceses, para competirle al París Saint Germain

Con la ambición de rivalizar de forma permanente con el PSG en un plazo de tres años, la institución más popular de Francia realizó masivas inversiones para alcanzar este objetivo

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Olympique de Marsella, el más
Olympique de Marsella, el más argentino de los clubes franceses (REUTERS/Eric Gaillard)

¡Adrien Rabiot ya es jugador del Olympique de Marsella! Este hecho, por sí solo, ilustra la nueva era que se abre para el único club francés que ha ganado la Liga de Campeones. Capitán del Juventus -el club más laureado de Italia- e indiscutible titular de la selección francesa, el centrocampista de 29 años, codiciado por algunos de los clubes más grandes de Europa, ha decidido instalarse en el sur de Francia firmando un contrato de dos años. El consejero deportivo Mehdi Benatia, exinternacional marroquí formado en el OM y que ha pasado por el AS Roma, la Juventus y el Bayern de Múnich, ha desempeñado un papel clave en la operación que ha marcado el mercado de fichajes de verano. Sin duda, es el fichaje estrella de la liga francesa.

La llegada de Rabiot pone el broche de oro a un verano de contrataciones de gran calibre, que ha ilusionado a los aficionados marselleses. De hecho, la directiva ha logrado convencer a jugadores que se creían fuera de alcance para el Olympique de Marsella, tanto por razones económicas como deportivas. En efecto, el club no juega este año ninguna competición europea tras una temporada 2023-2024 un tanto caótica, marcada por graves incidentes con ciertos grupos de aficionados. A pesar de ello, la dirección deportiva del club ha realizado el mejor mercado de fichajes de los últimos quince años.

El primer gran fichaje del mercado se produjo a mediados de julio, con la llegada del joven talento ofensivo inglés Mason Greenwood, formado en el Manchester United. Pocos días después, el internacional danés Pierre-Emile Hojbjerg se incorporó al club procedente del Tottenham para estabilizar el centro del campo. El joven internacional argentino Valentín Carboni también ha dejado el Inter de Milán para fortificar el ataque del Marsella, convencido por su compatriota y nuevo capitán del equipo, Leonardo Balerdi. Otro internacional argentino, Gerónimo Rulli, ha dejado el Ajax de Amsterdam para consolidar la defensa como portero titular. En el puesto de delantero centro, el club ha optado por la mejor promesa francesa, Elye Wahi, de 21 años. En total, una decena de jugadores han reforzado el equipo gracias a una inversión estimada en cerca de 100 millones de euros.

Roberto De Zerbi, el entrenador
Roberto De Zerbi, el entrenador italiano que lleva adelante al equipo francés (REUTERS/David Klein)

Sin embargo, la credibilidad del nuevo proyecto olímpico empezó a tomar forma en junio con la llegada del entrenador Roberto De Zerbi, una de las figuras más codiciadas del mercado europeo. Una vez más, Mehdi Benatia desempeñó un papel clave para convencer al técnico de mentalidad ofensiva sobre la solidez de las ambiciones del club. El italiano ha firmado un contrato de tres años, expresando su deseo de ser un entrenador a largo plazo. Su presencia ha propiciado la llegada de varios jugadores de un calibre normalmente inalcanzable para el Olympique de Marsella.

A Roberto De Zerbi le sedujo el nuevo proyecto del Olympique de Marsella. Pero sobre todo le atrajo el fervor típicamente argentino del Estadio Vélodrome, que ofrece emociones inolvidables tanto a los jugadores como a los espectadores, sobre todo en las noches épicas. Esta temporada, por ejemplo, el club alcanzó la cifra histórica de 49.000 abonados para un estadio con capacidad para 67.000 personas. En Marsella, el fútbol desempeña un papel fundamental en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad y es un factor importante de cohesión social. El club más popular del país es un símbolo unificador para la región y sus numerosos seguidores en Francia y en todo el mundo. La pasión que rodea al OM va inevitablemente acompañada de ciertos excesos, que están en el origen de una inestabilidad estructural persistente.

Pablo Longoria llegó al Marsella en julio de 2020 como director deportivo. Seis meses después fue nombrado presidente del club por el propietario estadounidense Frank McCourt, tras una nueva revuelta de los aficionados. El español, que también pasó por la Juventus de Turín, se ha marcado un gran reto: contribuir a la estabilidad institucional, financiera y deportiva del club y devolverle su antiguo esplendor, para que pueda competir a largo plazo con sus rivales parisinos. El último título de liga del club llegó en 2010, tras 17 años de sequía.

Tras acabar quinto en 2021, el club alcanzó el segundo puesto en 2022 bajo la dirección del exseleccionador argentino Jorge Sampaoli y el tercero en 2023 con Igor Tudor. La temporada 2024 estuvo plagada de obstáculos, con tres entrenadores sucesivos – Marcelino, Gennaro Gattuso y Jean-Louis Gasset – y un decepcionante octavo puesto final. Sin embargo estuvo marcada por una carrera épica en la Europa League, que vio al club alcanzar las semifinales por octava vez en su historia, un récord en Francia.

Pablo Longoria, en una foto
Pablo Longoria, en una foto de archivo. EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO

Comprometido con la historia y la identidad del club, Pablo Longoria ha convencido a algunas de las antiguas glorias del club para que se unan al equipo directivo. El antiguo número 9 Jean-Pierre Papin, elegido olímpico del siglo por la afición, se ha hecho cargo del equipo reserva. Basile Boli, autor del gol de la victoria en la final de la Liga de Campeones de 1993, es ahora embajador del club. En cuanto a Fabrizio Ravanelli, exinternacional italiano que formó parte del ataque marsellés a finales de los años 90, es ahora consejero institucional del club.

En el plano comercial, el club ha forjado una lucrativa asociación con Puma, que ha sustituido al patrocinador histórico Adidas, ofreciendo 30 millones de euros al año hasta 2028. Asimismo, la naviera internacional marsellesa CMA-CGM ha firmado un importante contrato con el club. Costa de Marfil también ha asociado su nombre a la institución deportiva para beneficiarse de su visibilidad. Los ingresos comerciales del club se han duplicado en los últimos dos años.

El objetivo deportivo inmediato es clasificarse sistemáticamente para la Liga de Campeones, lo que significa terminar el campeonato de 18 equipos en uno de los tres primeros puestos. También es un imperativo financiero vital para el crecimiento del club. Dadas las inversiones realizadas este verano, la calidad de la plantilla marsellesa y los resultados obtenidos en las primeras jornadas (4 victorias, 2 empates, 1 derrota), el Olympique de Marsella va por buen camino. Pero habrá que confirmar este impulso inicial a lo largo de toda la temporada.

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