Los eventos de boxeo que cruzan distintos mundos comenzaron a proliferar con gran éxito en todo el planeta, pero hubo una pelea en particular que se viralizó con potencia en Argentina. El influencer libertario Julio Pitbull venció por nocaut al ex boxeador Gonzalo Basile, conocido por su vinculación con el Sindicato de Camioneros y su histórico referente, Hugo Moyano. Una especie de contienda política trasladada a un cuadrilátero que se realizó en el Teatro Gran Rex en el evento denominado La Gran Pelea que tuvo como combate estelar un deslucido cruce entre el youtuber Yao Cabrera y el ex Gran Hermano, Tomás Holder.
El Patón tiene 50 años y una extensa carrera como peleador profesional que, según los registros formales, se inició en 2003 y se extendió hasta 2021 con 76 victorias (37KO) y 14 derrotas. Del otro lado, un hombre de 48 años que cuenta con entrenamiento en artes marciales mixtas y vinculación con el fisicoculturismo, que se convirtió en una celebridad de las redes sociales a raíz de sus colaboraciones con Cabrera: tiene casi 2 millones de seguidores en Instagram y una cifra superior a los 800 mil en TikTok.
Pero independientemente de su historia en el deporte o el impacto en redes sociales, lo que tomó gran notoriedad para el planeta virtual fue que se encontraban, a priori, dos formas de ver la política. El enfrentamiento pautado a 3 rounds de 3 minutos cada uno duró poco más de 160 segundos. Basile había lanzado su jab durante buena parte del asalto inicial y recién cuando restaba el minuto final tuvieron los primeros cruces de riesgo, pero fue en realidad un golpe al cuerpo el que terminó todo. El Patón sintió el impacto y puso la rodilla al suelo, mientras el juez realizaba el conteo de protocolo para dar por terminada la contienda.
“Cuando te quieran insultar, rebajar, denigrar... Tú sigue enfocado en tu objetivo, nadie pero nadie podrá vencerte si confías en ti mismo a pesar de todo. Yo en mí confío y lo dejé demostrado con hechos. Gracias equipo”, escribió en sus redes sociales Julio Pitbull luego de ganarle a Basile.
Patón y Pitbull no habían esquivado los condimentos partidarios que rodeaban a este cruce. Basile, que incluso tuvo una etapa como actor en la serie El Marginal, le había marcado a su rival durante el pesaje: “Asumiste esta responsabilidad de subir a un cuadrilátero conmigo, te vas a arrepentir toda la vida de ponerte los guantes arriba de un cuadrilátero”. El personal trainer de Villa Soldati, que tuvo un pasado como guardaespaldas incluso, subrayó: “Vos te vas a arrepentir de haberme dicho que no podía ser boxeador”.
Este duelo de palabras abrió la puerta a los cruces políticos: “Tengo unas ganas de pegarte... Encima te identificas con los libertarios”, le remarcó Basile en un electrizante careo. “Se identifica con el personaje que tenemos hoy en día en el Gobierno, este libertario, que tanto desprotege y tanto perjudica a los trabajadores, a la clase media y a los que menos tienen. Yo, como peronista, laburante y representante de un Sindicato como lo es Camioneros te voy a demostrar que no se jode hermano. Te vas a tener que ir en helicóptero, ambulancia, como se fue en De La Rúa y dentro de poco se va a ir este presidente que tenemos”.
“Que camionero, que peronista, que toda la banda de camionero, que Milei... Como vino Milei solo y les ganó a estos, así le voy a ganar yo a él. Arriba del ring estamos vos y yo. Por más que hables, grites, te voy a recagar a piñas. ¿Trabajador? Si no laburaste en tu vida. De qué trabajador sos. Yo soy un trabajador, como Milei, soy un laburador. Laburé toda mi vida”, le devolvió en ese cara a cara que se había realizado días antes de la velada.
Basile tomó gran notoriedad en el mundo del deporte por su imponente figura tatuada que lo acompañó a lo largo de su carrera boxística, siempre con el respaldo del Sindicato de Camioneros entre sus patrocinadores. En muchas ocasiones dio entrevistas en medios vinculados a lo político defendiendo la labor de Hugo y Pablo Moyano en ese gremio: “Soy un trabajador, estoy agradecido a él (Hugo), a Pablo y a toda la organización por como nos dignifican como trabajadores, como pelean por nosotros. Es un dirigente que está al lado del trabajador y pelea por nosotros”, había dicho, por ejemplo, en una nota con el Canal de la Ciudad en 2018. En varias ocasiones se lo vio respaldando a los Moyano en marchas, lo que le valió el mote de “guardaespaldas” de los líderes del sindicato aunque él negó siempre tener ese rol: “Me van a ver a mí cerca del compañero Hugo o el compañero Pablo porque lo siento, por lo que ellos hacen por mí. Voy a ser el primero en cuidar que no toquen su integridad física”.