El deporte nacional está de luto. Es que un trágico accidente provocó la muerte de Ariel Di Palma, un destacado ciclista de la localidad de Chivilcoy. El suceso ocurrió el sábado mientras transitaba la Ruta Provincial 30 con su bicicleta. El deportista fue atropellado por un automóvil que circulaba a alta velocidad mientras realizaba su rutina de entrenamiento. Según informaron los medios locales, el siniestro ocurrió alrededor de las 14 y, pese a los esfuerzos médicos, Di Palma falleció a las pocas horas de ser asistido por el personal de urgencia.
El ciclista de alto rendimiento había sido trasladado al Hospital Municipal “Dr. Santiago Fornos” de Chivilcoy con múltiples traumatismos en el tórax, cráneo y pelvis, según informaron las autoridades. En los registros oficiales quedó asentado que ingresó en terapia intensiva, pero no pudo superar la gravedad de las lesiones y murió cerca de las 18.
El vehículo involucrado en el siniestro fue un Ford Focus gris (dominio LLO 663), que era conducido por un individuo que fue identificado como Juan Alejandro López. El accidente se produjo a las 14:45 a la altura del kilómetro 463 de la Ruta 30, donde el personal policial y una ambulancia del SAME acudieron rápidamente al lugar para asistir al ciclista y trasladarlo al hospital.
El conductor del vehículo resultó ileso del accidente y la fiscalía local, a cargo de la Dra. Natalia Gómez, ha iniciado actuaciones por lesiones culposas, que serán recalificadas ante el fallecimiento. Además, autoridades de la Subestación de Policía Garelli también intervinieron en el caso.
La comunidad de Chivilcoy ha expresado su consternación y dolor por la pérdida de su ciudadano ilustre. Las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida hacia el ídolo local, quien era muy querido en la región. “Amigo, te voy a extrañar. Gracias por todos los momentos hermosos compartidos”, escribió uno de sus allegados en una publicación de Facebook. Otro se sumó con otro sentido mensaje: “Ariel Di Palma, gracias por ser parte de nuestras vidas, un gran amigo, te vamos a extrañar que descanses en paz”.
Como si se tratara de una trágica insinuación del destino, el episodio se produjo el día previo a la Gran Fondo Argentina, una carrera de ciclismo que recorre la ciudad de Buenos Aires en un circuito totalmente cerrado al tránsito. Un evento que fue diseñado para que puedan participar corredores de todas las edades, condiciones físicas y habilidades. Para poder finalizar la distancia larga, cada competidor deberá rodar a una velocidad mínima promedio de 25 km/h (distancia larga) mientras que para la corta requerirá una velocidad mínima promedio de 20 km/h.
El objetivo de la competencia es fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte habitual, seguro y ecológico. Aparte de promover el ciclismo amateur en el país, GF Argentina busca estimular a las personas a moverse para disminuir el sobrepeso y mejorar la presión arterial, factores que deterioran su calidad de vida.
Según el sitio oficial de la competición, el evento contará con todas las características de las carreras profesionales como largada en masa por categorías, chip para el registro de los tiempos parciales y totales de cada corredor, estaciones de apoyo (comida e hidratación), asistencia médica y mecánica.
Además, la competencia fue creada por el Fondo Asociación Civil, una organización sin fines de lucro, que promueve la práctica deportiva como herramienta de desarrollo social. La carrera tiene un fin solidario ya que apoyará económicamente a la Fundación Esteban Bullrich y a la Escuela de la Familia Agrícola Tuclame, ubicada en Córdoba.
Según los organizadores “el 100% de las ganancias de la venta del jersey oficial del GF Argentina serán donadas a la fundación Esteban Bullrich para comprar dispositivos de seguimiento ocular y de síntesis de voz para los pacientes con ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) que no pueden comunicarse debido a la parálisis de los músculos del habla.