El delantero del Atlético de Madrid, Julián Álvarez, ha tenido que cambiar de domicilio en las últimas semanas debido a la inesperada filtración de unas fotos históricas que lo involucraron indirectamente en un torbellino mediático.
El pasado 25 de septiembre, la revista holandesa Privé publicó unas imágenes del Rey Juan Carlos I y la actriz Bárbara Rey en actitud cariñosa, captadas hace más de 30 años. Estas fotografías, que rápidamente se viralizaron en España, fueron tomadas en el pasado en la misma propiedad que Álvarez y su pareja, Emilia Ferrero, ocupaban desde principios del verano europeo en la exclusiva urbanización de Boadilla del Monte, a las afueras de Madrid. Este hecho de hace tres décadas generó un inesperado efecto mariposa en el presente, con un coletazo para la figura de la selección argentina.
La casa, un chalé de lujo con más de 475 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 700 metros, fue propiedad de Bárbara Rey hasta 2019, cuando se vio obligada a venderla por problemas económicos. Su valor actual en el mercado se estima entre 800.000 y 1.2 millones de euros. Esta situación convirtió a la vivienda en un lugar muy apetecido por personalidades que buscan privacidad y comodidad, como fue el caso del exjugador del Manchester City.
Sin embargo, desde la publicación de las imágenes, la residencia se ha convertido en un foco de atención mediática, aseguró el medio Informalia en un artículo que también replicó El Mundo. El asedio constante de periodistas y curiosos ha alterado la tranquilidad de la zona, algo que llevó a Álvarez y Ferrero a tomar la decisión de terminar anticipadamente su contrato de alquiler y trasladarse a otra vivienda más discreta en una urbanización cercana.
El citado medio mencionó a fuentes cercanas a la pareja para detallar que Julián y Emilia se encontraban muy cómodos en la casa y que se les veía disfrutando de las instalaciones como unos vecinos más. No obstante, la falta de privacidad que se generó tras la filtración habría sido insostenible para ellos, que buscan enfocarse en su nueva vida en Madrid y en los compromisos del delantero con el Atlético de Madrid.
El chalet de Boadilla del Monte, que ahora está disponible nuevamente para su alquiler, ha sido completamente reformado por su nuevo propietario, quien ha añadido instalaciones de lujo como un gimnasio con piscina interior, garaje para varios coches y un amplio jardín con salida directa a la piscina de la urbanización. La vivienda, que conserva algunos elementos originales, se ha convertido en testigo de uno de los romances más polémicos de la realeza española, y ahora también del paso de una de las estrellas del fútbol argentino por la capital española.
A pesar del cambio de residencia, Julián Álvarez se muestra concentrado en su adaptación al Atlético de Madrid, club que lo incorporó a sus filas para reforzar su ataque. El delantero, que actualmente se encuentra abocado a las Eliminatorias Sudamericanas con la selección argentina (fue titular en la igualdad 1 a 1 ante Venezuela en Maturín), tomó la decisión de abandonar el Manchester City para recalar en el Colchonero, donde comparte plantel con varios compañeros de la Albiceleste y es dirigido por su compatriota Diego Simeone.
Su andar en el elenco albirrojo por el momento ha sido algo irregular, ya que acumula 3 goles en 11 presentaciones. Los del Cholo figuran en la tercera colocación en La Liga de España, con 17 unidades (a siete del líder Barcelona) y en zona de Ronda Preliminar de la Champions League tras ganar un partido y perder otra en el máximo certamen europeo.