Desde que Diego Simeone regresó al Atlético de Madrid, el Colchonero creció tanto que se convirtió en el tercero en discordia, en una Liga que sólo se la disputaban el Real Madrid y el Barcelona. En su ciclo con el combinado madrileño, el entrenador se obsesionó con la Champions League, el título que ha acariciado en dos oportunidades, pero pero nunca ha logrado. En 2014 y 2016, el Cholo estuvo a un paso de la gloria, pero en ambas finales cayó ante el Merengue, el club más laureado de la competencia. “Cuando me preguntaban cómo estaba por perder la Champions, siempre respondía que jodido”, comentó el DT en una reciente entrevista con ESPN. Sin embargo, el estratega argentino no pierde la fe en que llegará su momento con el club que ama. “Estoy convencido de que nos vamos a encontrar en otras situaciones”, remarcó.
Para lograr el objetivo, la entidad española incorporó como una de sus máximas figuras a Julián Álvarez, el delantero campeón del mundo en Qatar que dejó su sello en el Manchester City y busca nuevas conquistas en territorio ibérico. “Su llegada es uno de los futbolistas que más feliz me ha hecho desde que estoy acá. Ganó todo en Europa y con la Selección. Entró por Lautaro Martínez y lo hizo de la mejor manera. Creo que hicimos un gran trabajo de todos para hacerle entender que puede crear una gran historia en el Atlético de Madrid, porque reúne todas las condiciones, que son la humildad, el sacrificio, la constancia y el talento”, reflexionó.
A pesar de las decepciones en el certamen más codiciado del Viejo Continente, Simeone celebró el cambio de mentalidad y la elevación de las expectativas en el club desde su llegada en 2011. “El hincha del Atlético Madrid quiere salir campeón y la gente exige mucho más”, comentó. “No sé si la paso mejor o peor que antes, pero tengo más peso hoy que cuando llegué al club. Hoy tengo más responsabilidad. Cada vez que ganamos me saco un peso”, confesó. En la nutrida conversación con Gustavo López, el Cholo también habló sobre cómo ha transformado al equipo en una potencia a la que se le exige campeonatos. “Pusimos al club en un lugar en el que hay que ganar y no alcanza. Si perdemos 4-0 te van a matar, y es lógico. Hemos generado que nos exijan mucho”, sentenció.
Además de La Araña, en su plante cuenta con otros héroes de Medio Oriente como los casos de Ángel Correa, Nahuel Molina y Rodrigo De Paul, un factor poco habitual. En este sentido, realizó un llamativo análisis sobre el rendimiento del ex volante de Racing en su equipo y en La Scaloneta. “Lo que le ha dado a la selección argentina no se lo dio al Atlético de Madrid. Es muy importante para nosotros, pero la gente exige, porque todavía no le ha tocado ganar. Es un chico estraordinario, que tiene nuestra escencia y podemos tener muy buenas charlas”.
Al contar con un pasado notable con el representativo nacional, en el que ha participado de los Mundiales de Estados Unidos en 1994, Francia en 1998 y Corea-Japón en 2002, el Cholo sabe que todavía tiene tiempo para asumir uno de los cargos más importantes del planeta. “La Selección está en un lugar de privilegio gracias a un cuerpo técnico que supo construir un gran grupo. Todavía somos jóvenes, hay tiempo”, deslizó. Y también reconoció que tuvo algunos encuentros con el propio Lionel Scaloni, Walter Samuel y Pablo Aimar.
Finalmente, en un contexto más distendido, el entrenador también compartió sus pensamientos sobre el impacto de los teléfonos celulares en la dinámica de su equipo. El Cholo criticó la excesiva dependencia de estos dispositivos, especialmente durante momentos de convivencia. “El teléfono es una necesidad. Estás en la mesa con gente y es una necesidad para ver la vida de otro en Instagram”, explicó. “Cuando vi a chicos de 19 o 20 años con el celular en la comida, les dije que las sociedades se van gestando en los momentos, y un momento es la mesa. No pasa de los 20 minutos ahí. No estemos con el teléfono perdiendo esa posibilidad de comentar el partido o algo de la vida”.
Además, reveló algunos aspectos de su vida personal, mostrando satisfacción con su entorno familiar. “Estoy muy feliz con mi vida, tengo cinco hijos maravillosos. Vivo en el lugar que me gusta vivir, tengo una familia importante y centrada que ayuda”, comentó. Y antes de su despedida, habló sobre sus influencias en el banco de suplentes, ya que destacó a varios estrategas que admira. “La gestión de Carlo Ancelotti es extraordinaria. El trabajo de Guardiola es maravilloso. Me gusta cómo trabaja Arteta y también la simpleza y adaptación de Scaloni. En cambio, Mourinho está en otra etapa, pero fue protagonista siempre”, concluyó.