Después de un campeonato memorable en el que dejó atrás a grandes potencias, la selección argentina no pudo imponerse en el partido decisivo de la Copa del Mundo de futsal y perdió por 2 a 1 contra Brasil. La histórica camada albiceleste llegó a su tercera final consecutiva, pero se quedó en las puertas de levantar el trofeo por segunda vez y varios de los jugadores rompieron en llanto en pleno terreno de juego tras el pitido final, que estuvo envuelto en polémicas. A esto, se sumó una trifulca entre ambos planteles por un gesto que desató el enojo de los argentinos.
Una vez finalizado en el encuentro en el Humo Arena, de la ciudad de Taskent en Uzbekistán, se vivieron unos momentos de tensión entre los futbolistas de ambos equipos después de una provocación por parte de Neguinho. A pesar de que a lo largo del enfrentamiento hubo fuertes cruces, ningún altercado pasó a mayores como sí ocurrió en el desenlace del segundo tiempo. Aunque las aguas se calmaron rápidamente, la actitud por parte del brasilero no sentó bien desde el lado de los albicelestes.
“Neguinho es chico y todavía no sabe comportarse bien. Nosotros como buenos perdedores estábamos saludando a todos lo más bien y nos empezó a gritar en la cara de todos. Después pasó por el banco de suplentes en frente. Creo que son actitudes que no las tiene que tener porque ya salió campeón, qué más lindo que salir campeón contra tu máximo rival y hacer eso creo que lo mancha”, explicó la situación Pablo Taborda, capitán del combinado argentino. A su vez, agregó: “Nosotros nos fuimos con la cabeza en alto. Hay que saber ganar y perder, nosotros estábamos saludando respetuosamente a cada uno de ellos y felicitándolos. Esa era la actitud”.
“Ver a Brasil todo el partido defendiendo en diez metros creo que tiempo atrás no lo íbamos a ver nunca. Tuvimos dos distracciones y ellos no nos perdonaron y nosotros hicimos mejor jugador al arquero de ellos. Eso te lo dice todo”, comentó sobre el desarrollo del encuentro el referente. Y errado no estuvo, ya que Argentina sometió a su rival a lo largo de todo el segundo tiempo y finalizó con más de 60 tiros al arco el encuentro. “Dejamos todo y dimos el 110%, nos podemos ir tranquilos. Esta vez la suerte no estuvo de nuestro lado pero merecimos más”, puntualizó el número catorce sobre el esfuerzo que realizaron.
Semejante desgaste se vio opacado por una imponente actuación del arquero brasilero Willian, que fue clave a la hora de mantener cerrado su arco y de negar todas las opciones de gol de los futbolistas argentinos. A esto, se le agregó dos momentos claves en el que los dirigidos por Matías Lucuix se desconectaron, ya que el primer gol de la verdeamarela llegó a los cinco minutos del encuentro por obra de Ferrao, a partir de un tiro libre cerca del arco en el cual Argentina dejó espacios y no marcó correctamente, otorgando una ventaja que aprovechó la Scratch al sacar rápidamente la infracción.
El segundo tanto vino por parte de Rafael a los 12 minutos del primer tiempo, que cazó un rebote en el área que dejó Nicolás Sarmiento, el arquero de la Albiceleste. Al mismo tiempo, la otra parte fundamental del resultado se vio reflejada en dos jugadas claves que cayeron en favor del lado amarillo. El árbitro del enfrentamiento, Alejandro Martínez, fue apuntado por los futbolistas argentinos por un durísima infracción por parte de Pito a Ángel Claudino merecedora de expulsión, aunque el réferi español decidió únicamente amonestar con tarjeta amarilla. De hecho, revisó la jugada con el Video Reference y, al ver el planchazo del número diez carioca sobre el tobillo de su rival, se mantuvo firme en su postura.
Por su parte, la otra polémica llegó sobre el último segundo del partido. Brasil soportó un asedio asfixiante por parte de los dirigidos por Lucuix en todo el segundo tiempo. De hecho, pudo recortar el marcador a falta de dos minutos por el gol de Matias Rosa que estaba como arquero jugador, quien remató desde el borde del área tras un rebote de Willian. La verdeamarela siguió resistiendo la ventaja en los últimos segundos con cinco falta cometidas y a solo una de otorgar el tiro castigo. A falta de dos para que finalice el encuentro, Kevin Arrieta intentó un remate desesperado desde la mitad de la cancha que rebotó, según el banco y los futbolistas albiceleste, en la mano de un rival y hubiera sido la sexta falta. A pesar de eso, el español no cobró infracción y el partido finalizó con un lateral a favor del nuevo campeón del mundo.
“Creo que dejamos mucho”, fue la frase de Taborda sobre la impresionante generación del futsal. Y es que, más allá de la derrota en al final contra el máximo rival, Argentina pisó fuerte e hizo mella en el deporte como nunca lo había hecho. Tres finales al hilo disputadas por un plantel que estuvo integrado, en su mayoría, con los mismo nombres. Primero, con la dirección técnica de Diego Giustozzi que se consagró campeón en el Mundial de Colombia 2016, que luego fue precedido por Matías Lucuix que llegó al último partido en Lituania 2021 y Uzbekistán 2024. A esto, se agregan otras conquistas como la Copa América y un sinfín de logros que pasarán a los libros dorados del deporte argentino.