Daniil Medvedev, número cinco del mundo, experimentó momentos de tensión y frustración durante su enfrentamiento contra Matteo Arnaldi en el Masters 1000 de Shanghai. A pesar de salir victorioso con marcadores de 5-7, 6-4 y 6-4, el ruso se enfrentó a una batalla casi tan intensa contra las condiciones del torneo como contra su rival en la cancha. Principalmente, sus quejas se centraron en las pelotas utilizadas durante los encuentros, que resultaron ser una fuente constante de molestia.
El descontento de Medvedev con las pelotas se hizo evidente a lo largo del partido. Según él, estas favorecen a los tenistas que pueden generar fuerza de manera automática. A su parecer, jugadores como Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, número 1 y 2 del ranking ATP, obtienen una ventaja injusta del uso de este tipo de pelotas.
“Favorecen a quienes generan fuerza de la nada”, comentó el experimentado tenista de 28 años, subrayando su inconformidad. A modo de protesta, incluso llegó a pasar una pelota por su trasero durante un punto, un gesto que no pasó desapercibido ni entre los asistentes ni entre los oficiales del partido.
El episodio le valió a Medvedev dos advertencias (“warnings”), y eventualmente la pérdida de un punto por acumulación de faltas hacia el final del encuentro. Sin embargo, su descontento no terminó ahí. Al finalizar el partido aprovechó la firma en la cámara para enviar un mensaje directo a la organización del torneo, escribiendo: “Buenas pelotas”, dejando clara su insatisfacción con el material empleado.
Arnaldi, 29 de la clasificación, se anotó el primer set tras reponerse de una pérdida de servicio en el juego inicial. En los dos siguientes parciales el moscovita luchó punto a punto contra el italiano y contra sí mismo. Arnaldi sacó provecho para mantenerse siempre en el partido, pero no pudo volver a cerrar un set.
Medvedev, que ganó este torneo en 2019 y que el año pasado cayó en dieciseisavos de final, jugará en octavos contra el ganador del choque entre el griego Stefanos Tsitsipas y el francés Alexandre Muller.
La controversia no es ajena al nombre de Medvedev. Este comportamiento recordaba otros incidentes, como el episodio en la última Laver Cup en Berlín, donde estuvo al borde de la descalificación por lanzar una pelota hacia las gradas. El moscovita, entrenado por Gilles Cervara y actualmente en el quinto lugar del ranking mundial, no teme expresarse de manera contundente, lo que lo ha rodeado de cierta polémica a lo largo de su carrera. No obstante, su talento en la cancha es innegable, y su historial en Shanghai lo respalda, habiendo ganado este torneo en 2019.