Alan Brandi nació en Las Palmas de Gran Canaria, pero eligió jugar para la selección argentina. Y este jueves buscará su tercera final en un Mundial de futsal con la Albiceleste en el choque ante Francia en Uzbekistán. Como Alejandro Garnacho en el fútbol 11, pero ya consagrado.
“Yo nací y crecí en España. Pero como todos saben mis padres son argentinos, crecí rodeado de familia argentina que fue migrando hacia Europa poco a poco y siempre tuvo las costumbres muy presentes. El tema del fútbol tuvo mucho que ver, porque yo hinchaba por Argentina gracias a su influencia y fui arraigándome con ese sentimiento. Desde pequeño, con la inocencia de un chico que soñaba jugar de manera profesional, yo decía que quería representar a Argentina”, le contó a Infobae en 2021.
El deportista que representa a Jaén Paraíso Interior, de la Primera División ibérica, comenzó en la actividad casi de casualidad. “Yo jugué fútbol en cancha grande hasta los 17 años y jugaba de 10. Cuando me mudé a Madrid para estudiar periodismo decidí probar como hobby el futsal. Fui creciendo poco a poco sin proyectar el dedicarme de manera profesional y cuando me recibo de la carrera aparece la chance de hacer una prueba en un club de la Primera División. Viajé a Santiago de Compostela, donde hice una prueba de 15 días, me tomaron y, como no tenía ninguna otra oferta laboral, acepté la propuesta. Cada tanto en mis vacaciones vuelvo a jugar en once, pero me desacostumbré al pique irregular de la pelota y ahí es donde extraño el parquet”, contó.
Argentina, claro, agradece la obra de la casualidad. También, el sentimiento de la familia por el país, que no sólo se transmitió en la sangre. “Hay detalles muy presentes en la comida, los horarios, los asados de los domingos cada vez que podemos. Mi debilidad por el dulce de leche, que es una locura. Son algunas de las cosas que nunca cambiaron más allá de haber tomado la decisión de irse de Argentina. Una de las pocas tradiciones que nunca pude heredar es el amor por el mate. Principalmente porque mi familia en general no es de tomar y eso me influyó bastante”, describió.
Hincha de Boca Juniors, fanático de Juan Román Riquelme; en su actitud, el hecho de ser español representa solo una cuestión geográfica. De todos modos, confesó: “Me hubiera gustado nacer en Argentina porque idealicé mucho al país. Es algo que me quedó desde chico, ese deseo por todo mi entorno, y que reforzaba cada vez que iba a visitar a los familiares. Siempre asocié esos viaje como algo lindo por juntarme con seres queridos donde lo pasaba bien y ahí es donde surgió ese cariño. Si puedo elegir, Mendoza sería la ciudad ideal porque es donde crecieron mis padres, aunque no tenga esa pasión por el vino, ja”.
Alan se subió en 2015 al momento dorado del futsal albiceleste, hoy comandado por Matías Lucuix. Ganó el Mundial 2016, llegó a la final de la Copa del Mundo 2021 (se impuso Portugal por 2 a 1) y alzó la Copa América 2022. En el actual certamen ecuménico en Usbekistán, tuvo participaciones clave. Como el gol de taco en el debut con triunfo ante Ucrania, clave para revertir el resultado que comenzó adverso para el actual subcampeón del mundo. O los cinco tantos en la victoria 9-5 ante Angola. O su conquista en octavos frnte a Croacia. En total, firmó siete goles, pero va por más. Porque Brandi, más allá de lo que diga el pasaporte, es tan argentino como el dulce de leche que lo fanatiza.