AJ Griffin sorprendió al anunciar su retiro del baloncesto profesional a la temprana edad de 21 años. Después de ser cortado por los Houston Rockets tras su transferencia desde los Atlanta Hawks, Griffin decidió cambiar su rumbo, colgar sus botas y dejar de costado los millones de la NBA para dedicar su vida al ministerio religioso.
“Sé que a los ojos de mucha gente esto parece una derrota, pero sólo quiero que sepan que estoy muy emocionado porque realmente puedo servir a Dios plenamente”, se explayó.
En un video publicado en su canal de YouTube esta semana, Griffin declaró: “Para resumir, dejé el baloncesto para seguir a Jesús”. Este cambio de trayectoria ha sido impactante para muchos, pero Griffin se mostró emocionado por lo que le depara el futuro. “Siento que dejar el baloncesto me permite entrar en el ministerio a tiempo completo y realmente servir al Señor con todo mi corazón”, afirmó.
Desde que abrazó la fe en 2020, Griffin sintió un llamado profundo hacia el servicio religioso. “Esto realmente comienza con dar mi vida a Cristo. Lo acepté verdaderamente entonces, Él me encontró”, amplió el alero en el video.
El retiro de Griffin llega después de una etapa en la que se encontró fuera de la rotación principal en los Hawks y participó en solo 20 partidos la temporada pasada. Su paso por el equipo de Houston fue efímero, tras ser traspasado en un acuerdo de tres equipos que involucró a los Hawks y a los Miami Heat. Este intercambio incluyó al seleccionado número 43 en el draft de este año, Nikola Djurisic, quien fue enviado a Atlanta, y a Pelle Larsson, quien fue traspasado a la franquicia de Florida.
Dejounte Murray, escolta de los Pelicans y excompañero de equipo de Griffin en Atlanta, mostró su apoyo mediante un mensaje en las redes sociales. “¡Te amo siempre, hermano! ¡Siempre contigo!”, escribió. Los aficionados no se quedaron atrás y también ofrecieron sus buenos deseos. “Bendiciones, AJ”, comentó un fanático en X (antes Twitter).
El surgido de la Universidad de Duke, en la que se destacó antes de saltar a la liga de baloncesto más popular del mundo tras ser seleccionado en el pick 16 de la primera ronda del Draft, había firmado un contrato de cuatro años con los Hawks por alrededor de 17 millones de dólares, es decir, un salario anual promedio de más de 4 USD millones. A pesar del potencial mostrado en sus inicios, y de que podía apostar a un reverdecer de su carrera en la élite, optó por seguir un camino diferente.
El timonazo de Griffin no es el primer caso de un jugador de la NBA que decide seguir un sendero inesperado después de la retirada. Un ejemplo notable es el de Adrian Dantley, seis veces All-Star, quien se convirtió en guardia de cruce escolar tras su despedida en 1991. Dantley trabajó en Silver Spring, Maryland, y ganaba alrededor de 15.000 dólares al año, a pesar de haber acumulado millones durante su carrera como jugador.
Es interesante observar cómo estas decisiones pueden ser impulsadas por cambios personales profundos, apuntando hacia prioridades y valores más allá del dinero y la fama. “Estoy súper emocionado”, subrayó el atleta con este nuevo desafío atajo a la espiritualidad y lejos de la pelota naranja.