Su legado en la NBA será imborrable. Fueron 18 años compitiendo al máximo nivel con ocho inclusiones al equipo del All Star, cuatro galardones como el mejor jugador defensivo de la temporada y segundo máximo basquetbolista con más tapones a lo largo de toda la historia (3.289). Dikembe Mutombo, miembro del Salón de la Fama del básquet, es un auténtica leyenda y no sólo será recordado por su nivel en la cancha, sino también por sus reiterados cruces con Michael Jordan en la época de los 90.
El nacido en Congo falleció este lunes los 58 años tras su sufrir cáncer de cerebro y luchar contra la enfermedad durante 24 meses. La noticia fue oficializada a través de un comunicado por el portavoz de la liga, Adam Silver. A raíz de su pérdida, muchos aficionados de la competición decidieron homenajear a Dikembe con uno de los momentos más icónicos en la historia de la NBA: el día que le hizo trash talk a Jordan y el ídolo lanzó -y embocó- un libre con los ojos cerrados.
El pivote de los Denver Nuggets, franquicia en la que debutó y jugó de 1991 hasta 1996, era uno de los pocos que se atrevía a desafiar a Su Majestad. Sus imponentes dos metros dieciocho y sus habilidades defensivas lo hicieron destacarse entre todas las grandes figuras. Al número 23 de los Chicago Bulls, que venía de consagrarse campeón en la temporada 90-91 y ya era la superestrella de la categoría, se lo conocía por intimidar a los más jóvenes y por ser considerado como uno de los mejores jugadores de la historia.
Michael lo volvió loco a un joven Mutombo con sus palabras, aunque el congoleño no se achicó en ningún momento. Este enfrentamiento fue el inicio de una buena relación entre ambos, pero igual se sacaban chispas en cada cruce dentro de los 28x15. El memorable suceso ocurrió durante un tiro libre a favor de los Bulls, en el que Jordan falló el primer lanzamiento de los dos. En ese momento, su rival comenzó a realizar el famoso trash talk -se basa en hablar e intentar generar un distracción para su contrincante- pero MJ respondió de manera sorprendente.
“Oye Mutombo, esto es para ti bebé”, dijo Air Jordan antes de lanzar. Seguido a esto, cerró sus ojos y, con una pícara sonrisa en su rostro, tiró el balón y lo embocó sin ningún problema. Dicho acontecimiento se volvió histórico para los fanáticos de la NBA y es recordado como uno de los mejores cruces entre Michael y Dikembe.
Este no fue el único cruce que quedó grabado en la memoria de los fanes, ya que cada vez que se enfrentaban deleitaban a los espectadores con grandes duelos y choques en la cancha. Un día, durante los NBA All Star de 1997 en el que ambos compartían equipo, se vivió una charla entre los dos en el que Dikembe le mojó la oreja a Michael.
“MJ, vamos. Sé honesto, aun no la volcaste por encima mio. ¿Quieres que llame a Scottie Pippen de testigo?”, comentó Mutombo ante la incredulidad de Jordan por los dichos del pívot de los Atlanta Hawks. “Me dijo ´te voy a agarrar un día. Me encantaría ponerte en un póster´, pero eso no va a pasar”, le contó el congoleño a Patrick Ewing que participaba en la conversación. ¿La respuesta del GOAT? “Dikembe, ni siquiera lo intentes...”.
El jugador de los Bulls se tomó personal el desafío de su acérrimo rival, que solía hacer un gesto ante la cámara y soltaba un “no, no” ante la cámara ante cada tapón. Y le respondió con soberbia sobre la cancha. En las semifinales de los Playoffs de la conferencia, Chicago y Atlanta se enfrentaban en un duelo vibrante. Mientras el nacido en Congo se encaminaba a ser elegido como el mejor defensa del año, “Black Jesus” quería poner el quinto anillo en su mano.
En el cuarto choque de la serie, en la que iban liderando los Bulls por 2-1, MJ sació su sed de venganza. Después de una excelsa jugada del número 23, el único que se interponía entre su atlética figura y el aro era Mutombo. Jordan puso la pelota en su mano derecha y voló hacia el aro con toda su fuerza, imponiendo su cuerpo por sobre los 2,18 metros de Dikembe, quien no pudo hacer nada ante la jugada de su contrincante. Después de haber convertido, Su Majestad señaló al pívot de Atlanta de manera desafiante y le recordó su frase “Dikembe, ni siquiera lo intentes”.
La figura de ambos perdurará a lo largo de toda la historia de la NBA. Uno por ser considerado como uno de los mejores jugadores de la historia y el otro por ser uno de las grandes estrellas en la fase defensiva del básquet. Mutombo se retiró en el año 2009 tras dejar su magia en los Denver Nuggets, Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets.
“Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, era uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, entregaba su corazón y alma a ayudar a los demás. El espíritu indomable de Dikembe sigue presente en aquellos a quienes ayudó e inspiró a lo largo de su extraordinaria vida.”, fue el mensaje con el que la liga despidió a Dikembe.