Escándalo en el clásico entre Atlético de Madrid y el Real: gestos a la tribuna, lluvia de proyectiles y suspensión

Eder Militao puso el 1 a 0 a favor del Merengue, Thibaut Courtois festejó de cara a la hinchada rival y causó un desmadre en el estadio

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En un derby madrileño que arrancó efervescente desde la previa, todo se desmadró en el terreno de juego después del gol de Eder Militao. El brasileño puso el 1 a 0 a favor del Real Madrid sobre el Atlético Madrid a los 64 minutos de juego y, en el fervor de los festejos, Thibaut Courtois le hizo gestos a la hinchada rival, que respondió lanzando objetos sobre el guardameta. ¿La decisión del árbitro? Todos los futbolistas fueron llevados al vestuario y los jugadores locales le pidieron calma a su gente para que el pleito pudiera reanudarse.

El encuentro transcurría sin muchas emociones y la paridad reinaba en el verde césped del Cívitas Metropolitano. El partido era parejo y ningún cuadro dominaba sobre el otro. Pero todo cambió en el minuto 64 cuando Militao venció la resistencia de Jan Oblak con un potente disparo, después de un tiro libre apurado por Luka Modric y el buen centro de Vinicius junior.

Courtois, arquero del Madrid y con pasado en el Colchonero, le hizo gestos a la hinchada, pidiendo que alentara mientras se reía. Esto generó el enojo por parte del fondo sur del estadio, cuyos integrantes comenzaron a lanzar objetos sobre el terreno de juego. Vinicius Jr. y los suplentes de la visita reaccionaron, pero fueron rápidamente retirados por parte de los más experimentados del plantel -Antonio Rüdiger y Luka Modrid principalmente- y por Carlo Ancelotti.

Ante la marea de encendedores que volaban desde la tribuna al césped, Simeone y los futbolistas del conjunto local corrieron a la zona de los incidentes para calmar las aguas. El DT argentino les pidió serenidad a los aficionados, mientras que José María Giménez se acercó a las gradas y tuvo una charla cara a cara con varias personas que tenían una máscara o pasamontañas en su rostro para ocultar su identidad y no sufrir multas o sanciones posteriormente.

A pesar de que el clima se calmó poco a poco, Mateo Busquets Ferrer, árbitro principal del encuentro que tiene 30 años y que dirigía por primera vez el clásico de Madrid, tomó la drástica decisión de que ambos planteles se retiraran a los vestuarios y que dejaran el terreno de juego. Después de varios minutos de detención, el partido se reanudó con la condición de que, si ocurría algún suceso violento más, sería suspendido de forma permanente el partido por la fecha 8 de La Liga.

Después de 20 minutos sin acción, la pelota volvió a rodar sobre el verde césped mientras una tensa calma sobrevolaba el lugar con más de 70 mil espectadores eufóricos. A pesar que no ocurrió ningún incidente nuevo, la fricción y las disputas entre los jugadores se hicieron sentir en los 30 minutos que se jugaron desde el parate.

El cuadro visitante intentó mantener el resultado a su favor, y el conjunto local comenzó a presionar y a inclinar el juego a su favor. En un tiempo de descuento vibrante, el Colchonero consiguió el empate y sufrió un expulsado. Cuando corría el minuto 95 en el reloj, Ángel Correa se puso la capa de héroe y le dio el gol de la victoria al Atleti tras una gran jugada individual y la revisión del VAR por un supuesto offside. Al mismo tiempo, Marcos Llorente vio la tarjeta roja tras una fuerte infracción sobre Fran García que también tuvo que ser revisada por las cámaras.

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