“Es difícil ser más cínico”. Así presentó la noticia RMC Sports de Francia, lo que habla del impacto que generó en Europa. El agente Mark McKay logró asegurarse una comisión significativa por la venta del futbolista Emiliano Sala. Según un reporte reciente de L’Equipe, el representante, al que el FC Nantes le otorgó un poder para cerrar la transferencia del delantero argentino al Cardiff City, ha reclamado y obtenido su comisión, pese a la tragedia ocurrida en enero de 2019. Más específicamente, recibió 1.7 millones de euros (1.850.000 dólares), equivalente al diez por ciento del valor del traspaso que ascendía a 17 millones de euros.
El accidente aéreo que le costó la vida a Sala sucedió apenas dos días después de firmar su contrato con el Cardiff City. El jugador desapareció sobre el Canal de la Mancha, y su cuerpo fue encontrado dos semanas después a una profundidad de 67 metros. Y fue McKay, además, el encargado de contratar el avión privado que se precipitó y terminó con la vida del atacante. En cuanto a su comisión, “Mark McKay ha facturado además una ‘penalización’ de 85,000 euros debido al retraso en el pago, ya que Cardiff se negó a pagar el importe del traspaso”, informó L’Equipe. Nantes no tuvo más opción que liquidar la comisión, aunque optaron por no pagar las penalizaciones adicionales.
A esta complicada situación se suma una batalla judicial entre Nantes y Cardiff. Según L’Equipe, el club galés sigue reclamando más de 120 millones de euros en compensaciones. Las disputas legales entre ambos clubes han sido intensas desde el accidente, lo que ha añadido una capa adicional de tensión a una situación ya de por sí complicada por la tragedia personal y deportiva.
En un giro inesperado, se supo además que Meïssa N’Diaye, el agente personal de Sala, tenía derecho a una comisión adicional. Sin embargo, “N’Diaye hizo saber que nunca reclamó dicho pago,” según el mismo medio. Este detalle añade una dimensión humana a un contexto marcado por políticas y conflictos financieros y toma distancia de la decisión del intermediario.
McKay reconoció en declaraciones a Sky Sports que participó de la negociación y que fue el encargado de contratar el Piper PA-46 Malibu, según su versión, a pedido del goleador y su agente. Diversos medios estadounidenses y británicos señalaron a los McKay como los dueños de la aeronave, pero Mark afirmó entonces que “el avión involucrado en este terrible episodio no es de mi propiedad ni de ningún miembro de mi familia”.
Mark y su padre Willie McKay son hombres del fútbol y tienen una empresa con sede en Glasgow llamada Excelfoot, según Wales online. Suelen moverse entre transferencias de futbolistas de la Ligue 1 de Francia y la Premier League inglesa. Ambos quedaron en el ojo de la tormenta por el caso y por sus antecedentes, no exentos de controversia.
El cuestionado agente cuenta con una licencia de representante de la FA (la Asociación de fútbol inglesa), cuyo número para operar es IMS000486. También posee vínculos con las compañías de bienes raíces Bawtry Sports Village Ltd y Bawtry Leisure Park Ltd.