La odisea que vivió un surfista al atravesar una impactante ola de 6 metros: “Fue lo más cercano a la muerte”

Gracias a medidas de seguridad, Mikey Brennan fue rescatado y trasladado rápidamente a un hospital

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Un surfista casi pierde la vida al montar una ola gigante

En la costa sur de Tasmania, la ola de Shipstern Bluff es conocida no solo por su majestuosidad sino también por el peligro que representa. Esta ola, considerada una de las más difíciles y arriesgadas del mundo para surfear, guarda historias de valentía y supervivencia. Una de esas historias es la de Mikey Brennan, un surfista veterano de Sandy Bay que ha estado surfeando en desde los 16 años.

Brennan, de 38 años, relató un accidente reciente que estuvo a punto de costarle la vida. “Me sorprende que todavía esté vivo”, fueron sus palabras en diálogo con el medio australiano Mercury tras ser engullido por la ola y hundirse bajo el agua, hasta que finalmente fue rescatado por los servicios de emergencia.

“Recuerdo la ola; cuando entré en ella y luego di un gran paso, fue uno de esos momentos monumentales”, comenta Brennan. La experiencia, sin embargo, se tornó rápidamente aterradora. “Caí muy fuerte. No pude controlarlo para aterrizar bien”.

En ese momento, el surfista estaba en el agua con otras cuatro personas, montando olas de 5 a 6 metros. El impacto fue tan violento que afirmó no recordar el momento exacto en que todo ocurrió. Cuando finalmente salió a la superficie, explicó que estaba tan confundido que no podía comprender lo que había sucedido. Fue rescatado por una moto de agua y trasladado al Hospital Royal Hobart, donde se le realizó una tomografía computarizada y pasó un tiempo en la sala de traumatología. La exploración médica reveló que sufrió contusiones en las costillas y una conmoción cerebral leve.

El surfista sobrevivió y terminó con heridas leves
El surfista sobrevivió y terminó con heridas leves

“En ese momento estaba recobrando la conciencia y les pregunté a los chicos quiénes eran. No sabía quién era nadie”, añadió Brennan, quien al mismo tiempo remarcó que habían montado un protocolo de seguridad: “Tenemos motos acuáticas y todo el equipo de seguridad, como la tabla espinal y nuestros propios dispositivos de flotación, para estar lo más preparados posible”.

La complejidad y peligro de la ola de Shipstern Bluff radica en las características del arrecife en el que rompe. Además, la ola puede alcanzar los 70 km/h cuando se acerca a esa zona en la que suben de tamaño, antes de generar unos impresionantes tubos donde un mínimo fallo te puede llevar hasta las rocas.

El experimentado deportista extremo no es ajeno a los accidentes. En 2010, mientras surfeaba en Governor Island, Tasmania, sufrió una grave caída que le fracturó la espalda. Sin embargo, al comparar ambos eventos destacó la gravedad del reciente. “Para ser honesto, la caída de Shipstern fue lo más cercano a la muerte que he estado porque incluso cuando me rompí la espalda en la costa este, en Governor’s Park, estuve consciente todo el tiempo. Fue igual de peligroso, pero esto fue como quedar inconsciente. Realmente no puedo explicarlo”, confesó.

A pesar del peligro, Brennan no tiene planes de dejar el surf. Su amor por el océano es más fuerte. “Me encanta el océano. Estaba presionando, sabía que estaba yendo en contra de mi miedo y supongo que tienes que estar dispuesto a ir a ese lugar. Y eso fue lo que hice. Me siento bendecido y realmente agradecido por la vida y ansioso por pasar tiempo con todos”, expresó con gratitud.

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