En el entorno de Franco Colapinto hay una persona clave y se trata de su padre, en una relación que va más allá de lo familiar. Aníbal Colapinto fue piloto y le transmitió la pasión fierrera que el actual corredor de Williams de Fórmula 1 heredó para llegar a lo máximo. Lo conoce como pocos, pues lo acompañó desde sus inicios en el karting y, una vez que su hijo se fue a vivir a Europa con 14 años, hizo sus primeros viajes para estar junto a él y lo respaldó en aquellos tiempos en lo que todo fue más difícil a 12 mil kilómetros.
“Ahora entiendo a mi madre y a mi padre, cuando yo corría en moto me decían ‘no hijo dedícate a otra cosa, no corras, sufrimos mucho’. Se sufre mucho más de abajo que de arriba. Vos lo ves a Franco y está re tranquilo, yo me pongo tan nervioso que me escondo, me voy atrás de los camiones. El otro día le decía: ‘Por qué no te habré dado una raqueta de tenis en vez de un karting”, contó Aníbal en una entrevista con Paga Dios (Pop Radio FM 101.5).
Aníbal fue piloto en el Speedway en Bahía Blanca y luego también corrió en autos. Luego fue sponsor en el Turismo Carretera y de muy chico lo llevó a Franco a los autódromos. Una vez que su hijo empezó a correr hubo un día en el que se convenció de que era un distinto: “En el karting ya Franco empezó a demostrar un talento nato de él. En una carrera en Europa, en el Fórmula 4, el tendría 15 o 16 años, había hecho un campeonato tremendo, y llamo a un amigo y le digo: ‘José, este pibe es un distinto, tengo que empezar a creer en lo que me decían, va a llegar a la Fórmula 1′″.
“El sueño de Franco era este y ese sueño se hizo realidad”, destacó. “No cualquiera llega con 21 años a la Fórmula 1, para los sudamericanos es más difícil. Franco es sumamente agradecido del apoyo de los fanáticos argentinos”, subrayó sobre las complicaciones económicas que tienen los pilotos de esta región para poder llegar al gran circo.
El deportista bonaerense pasó casi toda su adolescencia en el exterior, creció más rápido que cualquier otro chico de su edad y por eso es muy maduro: “Con Franco siempre hablamos, con mis tres hijos tengo muy buena relación, tiene 21 pero parece que tuviera 30. Siempre estuvo rodeado de gente más grande que él. Franco es muy carismático, no tiene filtro, a veces le digo ‘Franco hay cosas que ahora no podés decir’; se le escapan hay que frenarlo un poco”
En su periodo de crecimiento deportivo valoró el trabajo del psicólogo de Colapinto, Gustavo Ruiz. “Franco tuvo el apoyo nuestro siempre, desde chico empezó con un psicólogo deportivo que es un fenómeno, mismo psicólogo de Paula Pareto. Habla mucho con Franco antes de las carreras, después de las carreras y luego los managers de él hablan mucho, yo deposité en ellos toda mi confianza. Está rodeado de buena gente”, aseguró.
El año pasado su campaña era un interrogante debido a que no tenía el presupuesto para pegar el salto a la Fórmula 2. La movida en redes sociales de los fanáticos fue esencial para poder reunir el presupuesto en pos de pegar el salto a la categoría antesala de la F1. “Bizarrap lo seguía a Franco por redes, no se conocían personalmente, el papá de Biza es otro crack, también lo seguía a Franco y dijo ‘ayudemos a este chico’. Biza dijo ‘contá conmigo ¿Te gustaría llevar Bizarrap en el casco?’ y automáticamente dijo: ‘Va a ser el casco más rápido de la grilla de la F2′”, recordó Aníbal. La presencia de Bizarrap le permitió sumar el apoyo de empresas importantes para seguir con su campaña internacional.
Sobre lo que viene, está convencido de que su hijo aún no encontró el techo. “Le tengo fe ciega a Franco, toda la vida le tuve fe ciega. Tiene su meta que hoy ya es una realidad, hoy por hoy está deslumbrando al mundo. A veces le digo ‘abajo del auto sos más rápido que arriba’. Lo que hizo hasta ahora es una locura. La gente de Williams está en el corazón nuestro, la carrera que hizo Franco en Monza fue maravillosa y lo que hizo en la segunda carrera fue una locura, no se lo imaginaba nadie”.
En tanto que confesó dónde nació el fanatismo del piloto por Boca Juniors: “A Franco lo hice yo de Boca, yo no soy fanático, pero éste sí, le agarró un fanatismo tremendo. Yo soy el culpable de todo”. El corredor de 21 años ya visitó La Bombonera y se fotografió con la camiseta azul y oro.
En tanto que reveló el encuentro pendiente entre Franco y Lionel Messi: “Con Leo Messi no se conocieron personalmente, pero ya estuvieron hablando y se deben un almuerzo, quizá cuando vengan las carreras de Estados Unidos (Austin el 20/10 y Las Vegas 23/10) sí se pueden encontrar y cumplir con ese almuerzo”.
El contacto con el mejor futbolista del mundo nació antes del triunfo en la Fórmula 2 en Imola, donde Franco recibió una remera de entrenamiento de la selección argentina autografiada por el crack rosarino. “Gracias por esta camiseta. Como ven, me trajo mucha suerte hoy y tiene la firma del mejor del mundo, la camiseta del campeón del mundo. Acá tenemos el casco con el número diez en el casco de Biza (Bizarrap) y le quiero mandar uno a Leo. Yo esta camiseta me la voy a mandar a encuadrar ya. Estoy súper orgulloso y la suerte que me trajo. Gracias Leo, en cualquier momento te mandamos un casco con Biza”, contó el piloto en un video que subió en sus redes sociales luego de aquella victoria el 18 de mayo pasado.
Franco Colapinto corrió este domingo su segunda carrera en la F1 y terminó octavo en el Gran Premio de Azerbaiyán. El bonaerense de Pilar se convirtió en el primer argentino en sumar puntos -cuatro- en 42 años, desde Carlos Alberto Reutemann cuando fue segundo en Sudáfrica, el 23 de enero de 1982.