En 1969 el Automóvil Club Argentino (ACA) presidido por César Carman armó un equipo para promover a pilotos en el exterior y entre ellos estuvo Carlos Alberto Reutemann. Luego de su consagración en la Fórmula 2 Nacional, el Lole pudo debutar en la versión europea de la categoría al año siguiente, con la escudería que tuvo apoyo del Estado y más tarde el santafesino hizo historia en la Fórmula 1. La entidad madre también apoyó la campaña de Franco Colapinto desde la Fórmula 3 y lo acompañó en su llegada a la Máxima. Hoy el nieto homónimo de aquel dirigente heredó ese cargo y vivió desde adentro el debut del bonaerense en Monza.
César Carman III forma parte de la “sangre azul” del ACA. Arrancó como delegado, que es legislador del club. Luego como secretario, pro secretario, vocal, vicepresidente y presidente. Su padre también tuvo un rol importante cuando estuvo a cargo de la entidad y se logró repatriar a la F1 entre 1995 y 1998. La fiscalizadora hizo lo suyo, aunque la inversión fue de capitales privados conseguidos por la empresa a cargo de los periodistas Felipe Mc Gough, Fernando Tornello y los hermanos empresarios Federico y Marcos Gastaldi.
Hoy le toca ser protagonista como primer mandatario y a cuatro meses de haber asumido se dio el estreno de Colapinto en la Máxima en Monza y acompañó al piloto en el Templo de la Velocidad, donde culminó en el 12° puesto tras partir 18°. “Franco hizo una carrera espectacular. No tenía experiencia con el auto. Había hecho solo ocho vueltas seguidas. Superó las expectativas de todos en el equipo Williams. Estuvieron todos muy contentos y fue muy emocionante. Le dije un abrazo y le dije ‘subite y disfrutá’ Él se ha transformado en un embajador”, le cuenta a Infobae.
“El ACA lo viene acompañando como sponsor desde la Fórmula 3. Todos apostábamos y le poníamos fichas. Pero fue rapidísimo cómo llegó a F1. Aunque sean nueve fechas es una oportunidad enorme”, destaca el dirigente.
Su viaje fue luego de un congreso de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en Perú en agosto y se volvió a reunir con su presidente, Mohammed Ben Sulayem. “Dos días antes de la carrera dije ‘tengo que ir a Monza’, pero más que como el presidente del ACA, como un argentino más para decirle a Franco ‘el país está con vos’. Valió la pena el esfuerzo”, sostiene. “La verdad que como experiencia valió la pena. Cumplí con ese legado de los socios fundadores del ACA allá por 1904, que escribieron que hay que promocionar y ayudar al automovilismo”, agrega.
“Mi abuelo con Reutemann fue una historia similar en la que el ACA apoyó al Lole en la Fórmula 2. El ACA siempre está en el principio y después se los llevan las grandes marcas. Estamos cuando tenemos que estar. Cumpliendo las premisas de nuestros socios fundadores que querían eso, un automovilismo integrado al mundo, que sea profesional, que se acompañe a nuestros pilotos para llegar a las máximas categorías mundiales”, apunta.
En los boxes de Monza también se reunió con Bernie Ecclestone, quien fue el dueño de la F1 durante casi 40 años, fundó Formula One Management (FOM) la empresa que maneja los derechos comerciales de la categoría y llevó al crecimiento del negocio. El magnate inglés de 94 años tiene un cariño especial por la Argentina ya que cuando compró el equipo Brabham de F1, uno de sus primeros patrocinios vino de nuestro país, lo que le permitió a Reutemann debutar en la Máxima. “Me encuentro con Bernie Ecclestone. Me presento y le digo ‘usted estuvo con mi abuelo y mi padre’. Y me dice, ‘sí, Carman, me acuerdo, pero qué viejo me hacés sentir’ y sonrió. Con mi papá él fue instrumental para que volviera el Gran Premio en los años noventa”, relata.
En tanto que asevera que lo ocurrido con Colapinto “abre las puertas para que Argentina vuelva a soñar con tener F1. Pero lo que tiene que pasar es una serie de factores. Primero que se estabilice la economía argentina como pasó en los años noventa. Caso contrario es imposible porque FOM te pide tres años de contrato por adelantado y fijar todo en dólares. Es muy difícil, pero le tengo fe”.
El propio Ben Sulayem tiene un cariño especial con la Argentina ya que es ex piloto de rally y corrió en Córdoba a principios de los años noventa en las fechas del Campeonato Mundial de Rally (WRC). En el reencuentro, Carman reveló que el emiratí le dijo “‘necesitamos más al ACA de lo que el ACA necesita a la FIA. Quiero que la Argentina vuelva a tener la relevancia que supo tener’. Nuestro país siempre tuvo pilotos de primera. Es un país que es líder en la región junto con Brasil, pero tenemos el automóvil club más tradicional. Él me dijo ‘quiero ayudar’”.
Además, reveló que entabló negociaciones para recuperar la fecha del Rally Mundial ausente desde 2020: “Mohammed me dijo que ‘la FIA quiere colaborar’. Lo que pasó es que Paraguay pisó la fecha por tres años de contrato y puso los ocho millones de dólares. El promotor del WRC (Jona Siebel) va a venir a la Argentina en octubre. Si se cae Chile (tiene contrato hasta 2025) vamos a tratar de recuperar la fecha”.
“Tiene que ser en la fecha en que Córdoba está medio fresco, cuando no están los incendios. Entonces es más difícil enganchar la fecha. Sería para 2026 o 2027. De parte de la FIA y del ACA hay voluntad. También del Gobierno de Córdoba y de sponsors locales. También los mismos equipos la quieren y les gusta el paisaje cordobés. Es un rally que apasiona hasta los mismos equipos”, argumenta.
“Volver a enamorar a la gente”
En las últimas dos décadas el automovilismo nacional perdió su lugar. Hay excepciones como el Turismo Carretera que en la mayoría de sus carreras la gente revienta los circuitos. O el Turismo Nacional o el Turismo Pista, que también tienen gran cantidad de autos. Pero hoy ya no es tapa de los diarios ni tiene la repercusión de otra época.
Todo en medio de un conflicto institucional entre el ACA y la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC), las dos entidades fiscalizadoras de la Argentina, aunque la FIA le reconoce el poder deportivo al ACA, que en julio pasado declaró clandestinas a las carreras que estén fuera de su órbita.
La puja es por poder y dinero debido a que las entidades emiten las licencias deportivas y médicas para los competidores. Desde este año categorías como el Turismo Nacional, Turismo Pista, entre otras, y distintas federaciones regionales dejaron el ACA y se fueron bajo el ala de la ACTC.
“No podemos relegar la fiscalización transparente y ordenada. Si la ACTC o cualquier otra entidad se amolda a lo nuestras no hay problemas”, asevera Carman y avisa que “voy a tratar de solucionar este tema y quiero reunirme con Hugo Mazzacane (presidente de la ACTC). Esto le hace mal al automovilismo y hay que resolverlo por los pilotos”.
Esgrime que “el club no tiene pensado relegar su poder deportivo delegado por la FIA. Han hablado de las licencias y los números que hablamos son muy accesibles. Como está en el artículo 2 de nuestro estatuto que busca promover el automovilismo”.
Destaca que “la ACTC lo que hace lo hace muy bien y como negocio manejan muy bien lo suyo”, pero sentencia que “el conflicto es de larga data y el problema es que ellos son juez y parte: son organizadores y fiscalizadores. Pierden transparencia las competencias que están generando. Soy enemigo de las grietas y ojalá podamos llegar a un camino de entendimiento de un deporte que vuelva a tener relevancia. Que sea un deporte que vuelva a enamorar al público en general”, afirma.
Pero, ¿cómo se vuelve a enamorar a la gente del automovilismo? Carman responde que “empujando a pilotos argentinos, como Colapinto. Tratando de volver traer alguna fecha internacional. Volver a meter a la Argentina en el calendario de las categorías internaciones. Formar pilotos en el karting para que lleguen a correr en el exterior”.
“Ojalá que esto de Franco (Colapinto) ayude a que el automovilismo tenga su lugar. Cuando era chico veía en los diarios tres noticias de fútbol, una de tenis y otras tres de automovilismo. Hoy vi el diario y veía cuatro de fútbol, una de rugby y nada de automovilismo nacional. Lo de Franco es otra cosa”, sostiene.
Reconoce que este deporte perdió terreno en el público en general ya que “hoy si agarro a cualquier hijo de vecino y le pido que nombre dos o tres pilotos actuales importantes a nivel nacional, no saben. El automovilismo perdió en la percepción del público. También es un deporte que en nuestro país quedó medio pasado en el tiempo y tenemos que mejorar muchas cosas”. Tiene autocrítica y admite que “hago un mea culpa desde el ACA y la CDA (Comisión Deportiva Automovilística)”. Al respecto confiesa un diálogo con Ben Sulayem: “Cuando llegué a la FIA, Mohammed me dijo ‘César, estos años estuvieron ausentes’”.
Por otros “Colapintos”
Franco llegó a la F1 por su talento y el manejo de su carrera deportivo a cargo de Bullet Sports Management. El rol esencial de sus patrocinantes, entre ellos el ACA. Ante la consulta de si es posible poder volver a armar una escudería con pilotos argentinos para correr en el exterior, Carman es indica que “hoy estamos en otro mundo. Hoy es muy difícil con los recursos del ACA. En aquel momento se hizo con un aporte del club, pero con un gran aporte nacional. Hoy sería a través de sponsors y con la ayuda del país. Hoy la F1 es un negocio que le sirve a la Marca País con turismo y hotelería. Si el país o una provincia no te acompaña, es muy difícil. Hoy cambió mucho el negocio de la F1 y la gente de Liberty (dueños de FOM) hizo algo brillante con Netflix. La categoría explotó y se venden las entradas con un año de anticipación”.
Para que el caso de Colapinto no sea aislado explica cuál es el plan del ACA para que otros chicos tengan su chance: “Por primera vez en muchos años se aprobó en comisión directiva un plan estratégico de la CDA. Se trazó un plan directriz y se aprobó un presupuesto. Se vuelve a poner mucho foco en el karting, de donde surgieron por ejemplo Schumacher y Colapinto”.
De la posibilidad de recuperar eventos de primer nivel, expresa que “para traer una categoría de élite como puede ser el WEC (Campeonato Mundial de Endurance) se necesita mucha plata. Para el Autódromo de Buenos Aires se requiere de mucho dinero para Grado 2 y más poner en el Grado 1, que es el necesario”.
Por último, Carman apuntó a volver a las bases de la entidad que supo organizar carreras de F1 y del Rally Mundial o hasta ser artífice del nacimiento del TC en 1937. “Tenemos que volvernos a acordar de quiénes fuimos. El esfuerzo del ACA va a estar. También necesitamos que la estabilidad del país se pueda”, culmina.
La vuelta de un argentino a la F1 luego de 23 años es un hecho histórico, pero también debe ayudar a que a nivel nacional el automovilismo recupere el lugar que supo tener en otras épocas. Es el segundo deporte más popular del país. César Carman, por el lado del ACA, tiene el enorme desafío de poder conseguirlo.