Tras su participación en los Juegos Olímpicos de París, Rachael Raygun Gunn se convirtió en una figura controvertida en el mundo del breakdance. La australiana defendió con firmes convicciones su desempeño en la competencia, sugiriendo que muchas de las críticas que recibió nacieron de la ignorancia respecto a este deporte.
Gunn participó en la categoría de breakdance, perdiendo sus tres batallas todos contra todos con un marcador combinado de 54-0 cuando el breaking hizo su debut olímpico en la Place de la Concorde. Posteriormente, fue objeto de burlas en Internet y en los principales medios de comunicación, siendo cuestionada desde sus movimientos hasta su uniforme verde oficial del equipo australiano. En un frenesí de críticas que ella describió como “alarmantes”, Gunn, de 37 años, se defendió públicamente.
“Creo que mi récord habla de eso”, dijo Gunn al canal 10 de televisión de Australia en su primera entrevista después de los Juegos. “Fui la chica australiana mejor clasificada en 2020, 2022 y 2023. Así que el récord está ahí, pero cualquier cosa puede pasar en una batalla”.
Aunque reconoció que recibió mucho apoyo, Gunn admitió que fue triste escuchar críticas de otros breakers australianos. “Lamento mucho la reacción negativa que ha sufrido la comunidad, pero no puedo controlar cómo reacciona la gente”, añadió. “Desafortunadamente, solo necesitamos más recursos en Australia para tener la oportunidad de ser campeones mundiales. En el último año me he entrenado al máximo, he puesto a prueba mi cuerpo y mi mente, pero si eso no es suficiente para alguien, ¿qué puedo decir?”.
Gunn señaló que muchas de las críticas provinieron de personas que no comprendían los diferentes estilos de breaking y lo que ella intentaba lograr en la competencia. “Fue muy triste ver cuánto odio despertó, y muchas de las respuestas también se deben a que la gente no está muy familiarizada con el breaking y la diversidad de enfoques que existen al respecto”, explicó. “Pero la energía y el vitriolo que tenía la gente era bastante alarmante”.
Uno de los episodios más polémicos fue una petición en línea que acusaba a Gunn de manipular el procedimiento de clasificación para ganar su lugar en París, la cual atrajo 50,000 firmas antes de ser eliminada a pedido del Comité Olímpico Australiano (AOC) mediante un pedido formal. “Las teorías de conspiración eran simplemente horribles”, dijo Gunn. “Eso fue realmente perturbador, porque no se trataba solo de gente que no entendía el breaking y que estaba enojada por mi actuación; hay gente que ahora está atacando nuestra reputación y nuestra integridad, y ninguno de ellos se basa en hechos de ningún tipo”.
Ante la posibilidad de volver a competir en un futuro próximo, Gunn se mostró dubitativa, pero confía en que saldrá de su experiencia en París relativamente ilesa. “Sobreviviré, estoy bien”, remarcó. “Prefiero concentrarme en los aspectos positivos de esto, en las reacciones positivas y en la alegría que le he traído a la gente”, concluyó.
En diálogo con The Project, Gunn añadió que aún no había visto su performance: “En realidad no la he visto todavía porque no creo estar en condiciones de verla, pero la veré en algún momento”.
Cabe destacar que la atleta había utilizado sus redes para dejar un mensaje luego del escándalo que se generó por su actuación en París 2024. “Sólo quiero empezar dando las gracias a todas las personas que me han apoyado. Realmente aprecio la positividad, y me alegro de haber sido capaz de traer un poco de alegría a sus vidas. Eso es lo que esperaba. No me di cuenta de que eso también abriría la puerta a tanto odio que, francamente, ha sido bastante devastador”, fueron las primeras palabras de la australiana, que se grabó en medio de sus vacaciones tras participar del evento multideportivo más relevante del mundo.
Es importante recordar que Rachael contó con el apoyo de algunos de sus colegas deportistas cuando se hizo viral las acusaciones por su desempeño. La campeona olímpica de canotaje slalom Jessica Fox salió en defensa de su compañera.”Hablé con ella. Es devastador para ella”, informó la palista en contacto con la prensa australiana.
“Ella es humana y es enorme lo que ha pasado durante la última semana”, agregó la ganadora de dos medallas de oro, en las pruebas C1 (canoa) y K1 (kayak) de la disciplina. Otro de los que apoyó a la breakdancer fue Zac Stubblety-Cook, medallista de plata en los 200 metros pecho y bronce en la posta 4x100 combinada en París 2024.
“Es víctima de una cultura en línea donde todos están buscando algo en lo que hacer click”, manifestó Stubblety-Cook, al mismo tiempo que sentenció que fue “increíble” ver a Gunn de buen ánimo en la ceremonia de clausura después de la difícil experiencia que atravesó en los Juegos Olímpicos.