El jugador del Nüremberg Niklas Wilson Sommer, de 26 años, fue agredido por ultras de su propio club ayer por la noche en las calles de la ciudad del norte de Alemania. La agresión ocurrió después de que el futbolista apareciera en una fotografía con una camiseta del Bayern Múnich, lo que desató la ira de los seguidores de la institución en la que milita.
Sommer, lateral derecho alemán, conocido también por su gran exposición en redes sociales, mostró la imagen de su rostro tras la agresión en Instagram. En la publicación, agradeció el apoyo recibido y añadió: “Hace exactamente 10 horas estaba bien”. El club en el que juega el jugador también se pronunció en su defensa, emitiendo un comunicado en el que sentenció que “nunca aceptará que los jugadores sean atacados físicamente”.
Niklas Wilson Sommer tuvo que borrar la foto con la camiseta del club con más copas de Alemania hace unos días, tras recibir numerosos mensajes agresivos. El sábado anterior, durante el partido del Nüremberg contra el Magdeburgo en la Segunda División germana, los aficionados del club ya habían mostrado su descontento con carteles que rezaban “Orgullo del club en lugar de pose hipster”. Este mensaje jhizo referencia a las fotos que sube el jugador a sus redes, en donde se muestra como un hombre que le gusta la moda y usar ropa excéntrica, además de que suele realizar transmisiones vía streaming, como otros profesionales del fútbol, como Sergio Agüero, el entrenador Luis Enrique o Cristiano Ronaldo. Otros carteles decían, “Niklas Wilson, apestas como el Bayern” y “Wilson, vete a la mierda cerdo del Bayern”. El partido terminó con una derrota de 0-4 para los locales.
La agresión, que actualmente está siendo investigada por la policía, se produjo apenas un día después de estos incidentes en el partido. Resta saber qué sucederá con el futuro del futbolista, que también posee nacionalidad portuguesa y registra pasos por el Sttutgart y el Dunajska Streda de Eslovaquia.
El Nüremberg se encuentra en un momento muy duro de su historia. El equipo no levanta su nivel, está en la posición 13 de la tabla de la Segunda División alemana, cuando ostenta 124 años de vida y nueve títulos de Primera División (uno ya con el nombre de Bundesliga) además de una copa local. A este trance aciago ahora se le sumó el caos entre el jugador y los aficionados, que añade un capítulo oscuro a su presente.