Argentina volverá a tener un piloto corriendo en la Fórmula 1 luego de 23 años con la reciente llegada de Franco Colapinto al equipo Williams. Antes de su debut en el circuito de Monza para el Gran Premio de Italia que se correrá este domingo, el oriundo de Pilar le concedió una entrevista a la cronista y también piloto Christine GZ, con quien tuvo un divertido cruce que se hizo viral en las redes.
“Bueno, Franco, ante que nada enhorabuena. Estarás un poco en una nube, ¿no?”, le planteó la corredora nacida en India, pero que tiene raíces italianas y españolas. “Sí, estoy en una nube, estoy en una nube...”, empezó a analizar ante los micrófonos de la cadena DAZN el argentino antes de tomar noción de quien tenía delante. " ¡Gracias por hacerme una nota! ¡Tenía muchas ganas de que me hagas una nota vos! Me contaron que sos muy divertida, muy graciosa, así que quería reírme un poco en el paddock”, le comentó entre risas.
“Gracias. La verdad que he visto muchas entrevistas tuyas y he dicho este chico me va a caer bien...”, le respondió la corredora que entre 2021 y 2023 se desempeñó como corredora en la categoría Extreme E, que cobija vehículos todo terreno eléctricos. “Uy no... Qué entrevista habrás visto, por favor”, confesó su miedo el corredor que este viernes hará su estreno formal al mando del FW46 de Williams durante las prácticas libres 1 (desde las 8.30) y 2 (a partir de las 12) en el Gran Premio de Italia. “Ya te lo cuento luego, porque ahora no creo que se pueda grabar”, fue la respuesta cómplice de la reportera de 31 años, quien corrió el Rally Dakar de 2024 en el TC Racing, el equipo cuyo propietario es el arquero del Real Madrid, Thibaut Courtois, y actualmente se desempeña como comentarista de F1.
El video de este divertido momento rápidamente se hizo viral y Christine GZ bromeó en su perfil de Instagram con más de 166 mil seguidores replicando el video con emojis de risas y corazones azules, en clara alusión al color de Williams. Minutos más tarde, volvió a hacer otro comentario tras compartir un meme habitual por Argentina con un video de Alfio Basile cuando dirigía a la selección argentina: “Lo adoro”, escribió ella.
Christine Giampaoli Zonca es una de las figuras más queridas en el ambiente del automovilismo por su carisma y alegría en cada evento en el que participa. Infobae la conoció en la cobertura del Gran Prix de Antofagasta, Chile, en la última fecha del Extreme E, categoría de autos eléctricos en la cual fue parte. Nacida en la India, donde vivió hasta los 8 años, se mudó con su familia a la isla de Fuerteventura, en Canarias. Allí profundizó su pasión por los autos.
“La historia es un poco loca. Desde chica siempre me gustaron los coches. Tenía en casa todo tipo de maquetas, posters y toda la gente que entraba a mi casa le decía a mi madre que tenía un hijo. Siempre estaba esa broma. Un día vi pasar un Toyota Corolla de rally por mi casa en Canarias (vivió allí desde los 11 años hasta los 19), estaba adentro cenando y de repente lo oigo. Fuerteventura es una isla perdida, muy árida, solo hay surf y tierra... Cuando escuché ese ruido salí corriendo y vi algo que se iba rápido. Lo esperé y a la hora volvió el coche. Lo vi pasar a fondo otra vez y era este Corolla del ‘89 súper antiguo, pero no entendía bien lo que era. Comencé a pensar: ‘Quiero ver ese coche todos los días, estar adentro de ese auto y manejarlo’”, le dijo a este medio en 2023.
Luego, Christine comenzó a sentir que el automovilismo era su pasión y realizó sus sacrificios para dar rienda suelta a cumplir sus sueños: “A eso de la semana, el coche volvió y me tiré en medio de la carretera y el Corolla frenó. El copiloto bajó y me dijo: ‘Oye, tú estás loca’. Le pregunté si podía subirme, me dejaron. No sabía ni cómo ponerme el cinturón, ni que tenía cinco puntos. No entendía nada, el coche todo vacío, con barras, el olor a gasolina muy fuerte. De repente empezó a meter primera, segunda, tercera, freno de mano hidráulico. Una locura, mi cerebro hizo cortocircuito y dije: ‘No sé qué es esto, pero tiene que ser mi vida’. Fue amor, literal”.
“Empecé a ir al taller del chico (Daniel) y aprendí a cambiar neumáticos. Un día le dije: ‘Yo también quiero ser piloto’, y me respondió si era rica y, como no lo soy, me dijo: ‘Pues mucha suerte’. Enseguida le respondí que él tampoco era rico y tenía un Corolla. Me contestó que es mecánico y ahí mi cabeza empezó a pensar. Bueno, pues voy a hacer mecánica y se lo dije. Se empezó a reír obviamente y dije que iba a demostrarle que de verdad quería ser piloto. Fui al desguace y y encontré un chasis de un Gol muerto, lo compré y pedí que me lo llevaran al taller. Prometí hacer un coche de rally y lo puse todo bonito, con un sofá como asiento. Ahí empecé a prepararlo todos los días y me ponía tareas, como soldar las barras, por ejemplo”, siguió con su historia.
La corredora que participó de tres ediciones del Extreme E, se dio el lujo de correr en el exigente Rally Dakar en el equipo de Thibaut Courtois. Su contacto con el experimentado futbolista que participó de tres Mundiales con la selección de Bélgica se dio casi de manera fortuita por intermedio de una productora de Madrid con la que Christine estaba rodando un documental que cuenta el día a día de la preparación para participar en el Dakar, y el detrás de escena de todo el esfuerzo que realizaron para competir en el desierto.
“Había hablado con el manager de Courtois porque habíamos arreglado para trabajar juntos en la Fórmula 4 y le dije que quería ir al Dakar. Nos miramos y me dijo: ‘¿Cuánto cuesta eso? Creo que podemos ayudar de alguna manera’ Y así fue”, reveló la piloto a este medio. “Thibaut es un crack. Es el jefe del equipo y ya hemos tenido reuniones. Es súper apasionado por el motor sport, ama a los coches y está tan expectante como nosotros con la experiencia. Falta que nos demos una vuelta con el coche, seguro se animará”, sumó la navegante del TC Racing.
La nacida en Pondicherry, India, también comentó lo difícil que le fue llegar al automovilismo internacional. “Es mucho trabajo porque estás todo el día intentando conseguir auspiciantes y es muy difícil, sobre todo siento que cada año que pasa es más complicado. Siempre estamos contactando gente, en mi caso fue duro competir contra los mejores del mundo porque estábamos buscando sponsors. Cuando los consigues, ya puedes entrenar. En mi caso tengo una rutina diaria en la que comienzo temprano en piscina, luego voy al gimnasio, me junto con mi nutricionista y entrenador. Es un trabajo 360, hago un mix y me gusta″, indicó la corredora “todo terreno”, quien además de haber estudiado ingeniería en vehículos de competición, se las rebusca hablando sobre autos eléctricos en congresos y haciendo presentaciones en eventos.
Durante su infancia en la India, Christine andaba descalza y montaba a caballo para ir a la escuela, hasta que su familia decidió mudarse al norte de Italia. Al principio, el cambió fue brusco, pero se acomodó y luego pasó por España, Tenerife, Praga, Inglaterra y Barcelona, donde abrió un taller mecánico con su mentor y debutó como piloto de carreras con 19 años. Su vida la fue llevando hacia otros puntos del planeta como Los Ángeles y México para continuar avanzando en lo profesional y seguir aprendiendo a moverse en un deporte muy costoso. Incluso, llegó a gastarse los mil euros que le quedaban para viajar (a dedo) a Portugal para conseguir un sponsor. “Hicimos cosas loquísimas. Viví en un garage del mecánico de nuestro equipo, luego me mudé a una habitación barata, compartía gastos, pero yo quería correr. Así como fue que empecé a trabajar como instructora de conducción con Audi y Porsche”, agregó a su rica historia con los coches.
LAS FOTOS DE CHRISTINE GZ: