Rosario Central logró reponerse de la dolorosa eliminación en los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Fortaleza de Brasil, con un ajustado triunfo contra Atlético Tucumán. El gol de Juan Giménez le puso cifras definitivas al partido, válido por la fecha 12 de la Liga Profesional, que privó al Decano de la posibilidad de acceder a la cima del campeonato doméstico.
Si bien fue un espectáculo de ida y vuelta, en el que ambos equipos hicieron los méritos para quedarse con los tres puntos, la atención generalizada del público se instaló en el minuto 36 del complemento, cuando Matías Lequi decidió reemplazar a Enzo Copetti por Luca Martinez Dupuy, cuando el compromiso aún estaba igualado con el marcador en blanco. En ese instante, cuando el ex delantero de Racing se retiró del campo de juego, protagonizó un ataque de ira en el que explotó con una reacción infantil que terminó con una catarata de trompadas contra el banco de suplentes.
Lo llamativo fue que ni el entrenador, ni sus compañeros, se acercaron a contener al chaqueño con pasado en la Major League Soccer. Si bien se trató de un acto de impotencia, debido a la cantidad de situaciones desperdiciadas frente a su rival del norte, probablemente el estratega interino que reemplazó a Miguel Ángel Russo tomará cartas en el asunto en el futuro inmediato.
En cuanto al partido en sí, Atlético Tucumán se presentó en el Gigante de Arroyito con la esperanza de escalar a la cima de la Liga Profesional y arrebatarle la punta a Vélez y Huracán. Sin embargo, Rosario Central presentó batalla y afrontó el compromiso de la fecha 12 con todo el material que tenía a su disposición. A pesar de la reciente eliminación de la Copa Sudamericana en los octavos de final frente a Fortaleza de Brasil, el Canalla mostró buenos signos con la ofensiva compuesta por Jaminton Campaz, Ignacio Malcorra y Enzo Copetti. Incluso algunas acciones que el colombiano no resolvió de manera adecuada podrían haberle servido el gol al ex delantero de Racing.
La buena pegada de Mauricio Martínez fue otro recurso para inquietar a Tomás Durso, aunque el destino del pleito hubiera cambiado si las autoridades hubieses sancionado un penal a favor del Decano por una clara mano de Jonathan Gómez dentro del área. El volante con pasado en la Academia y Argentinos no sólo que se arrojó hacia la pelota con su brazo extendido, sino que además estaba tomando de la camiseta a su rival, pero Fernando Espinoza y Mauro Vigliano (encargado del VAR) optaron por ignorar la infracción. Los reclamos de Facundo Sava no fueron escuchados por las autoridades y los protagonistas se fueron al descanso con el marcador en blanco.
En el complemento, los del norte tuvieron la chance más clara con una gran intervención de Mateo Bajamich, quien habilitó a Franco Nicola para que el uruguayo quede mano a manto frente a Fatura Broun. Y sólo por la extraordinaria reacción del arquero (y la ayuda del palo), Atlético Tucumán no celebró la ventaja. Una escena que convirtió en héroe al capitán rosarino.
En contrapartida, sobre el final, un centro de Emanuel Coronel encontró a Juan Giménez, quien después de una serie de rebotes resolvió con un toque rasante que fue imposible para Durso. Una conquista para que el combinado de Matias Lequi se quede con los tres puntos y vuelva a festejar en casa.