El clásico entre Racing e Independiente no se juega sólo dentro de la cancha (domingo desde las 17 en el Cilindro). La situación de ambas barras está tan complicada que hay mucho ruido con lo que viene pasando afuera y las acciones que se pueden desarrollar. Es más, aunque parezca insólito, hay afinidades entre las distintas facciones que se unen para trabajar para varios gremios por igual (Panaderos, Somu y Sutpra entre los más importantes) lo que mezcla todo aún más.
Las últimas dos semanas se dieron episodios que podrían haber terminado en una tragedia. Primero, la barra actual de la Academia llamada “Los pibes de Racing”, con Leandro Paredes a la cabeza, atacó a Josi Repetto, el ex jefe de la “Guardia Imperial”, porque creen que está armando con gente de la vieja escuela –más muchachos de las torres de Dock Sud– un ejército para la reconquista. Y por más que Repetto lo niega, no le creen: lo que supuestamente empezó como un mano a mano, cuando Repetto ofreció resistencia, terminó con un ataque en grupo sobre el ex líder para hacerle entender a los golpes que no había lugar para ningún retorno. Todo en pleno centro de Avellaneda ante distintos vecinos que, sorprendidos, registraron lo sucedido. Además el panorama está más revuelto desde el anuncio de Diego Milito como candidato a presidente: son varios los que esperan la caída de los Paredes Boys si pierde la nueva dirigencia que es la que junto a la Policía le dio la venia al grupo de Corina de Paredes para ganar la barra en la pandemia.
Del otro lado, lo que venía como una guerra en episodios entre los “Dueños de Avellaneda”, la fracción oficial Roja liderada por Mario nadalich y Juan Manuel Leczniki contra los “Pibes del Rojo” –que tienen su base de operaciones en Wilde y Fiorito, y nostalgia por los tiempos en que gobernaba Bebote– subió un escalón dramático ayer cuando esa facción disidente apareció en la reconocida parrilla El Tano de Zona Sur y tiroteó a la oficial que estaba dentro festejando el cumpleaños del Ninja.
Podría haber sido una masacre de la cual no hay ningún detenido y no lo habrá: fuentes oficiales le confirmaron a Infobae que nadie quiso declarar y que las cámaras de la parrilla ubicada en Wilde no funcionaron. Casualidades del mundo barra. “Al parecer, hubo un enfrentamiento entre barras de un equipo de fútbol, que nada tiene que ver con la parrilla El Tano. Repudiamos todo tipo de violencia, y dentro de nuestro establecimiento no aceptamos ningún modo de confrontación. Les pedimos mil disculpas por lo sucedido el día de hoy viernes 23 de agosto, en la puerta de nuestro establecimiento. Gracias a Dios no contamos con heridos de ningún tipo”, expresó el lugar en un comunicado que se dispersó por las redes sociales
En el medio también hay relaciones cruzadas: los actuales jefes de Independiente tienen relaciones con la vieja Guardia Imperial y la actual barra de Racing lazos umbilicales con la disidente del Rojo. Todo por trabajos conjuntos en sindicatos y negocios de apretar morosos incobrables, más una relación con una financiera en común que quiso ser sponsor de la Academia y está entrando en el mundo del ascenso.
Así las cosas, la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte) reforzó el operativo para el clásico de mañana correspondiente a la 12ª fecha de la Liga Profesional que, como ya es una norma en el fútbol argentino, sólo tendrá la presencia de la parcialidad local. En principio, y por canales informales, le avisaron a la disidente de Racing que el que se acerque al Cilindro se va detenido. Hay que recordar que Paredes salió del derecho de admisión con la venia de la actual comisión directiva. Y además se pondrá un refuerzo en el club de Barracas, donde se juntara la barra oficial de Independiente a ver el partido y se doblará la presencia de oficiales motorizados en el traslado del plantel de Julio Vaccari. Todo por un partido que no es sólo de fútbol sino de negocios espurios, sangre y poder.