Emiliano Martínez, portero del Aston Villa, compartió cómo las supersticiones y los rituales personales influyen en su rendimiento deportivo. El argentino que es idolatrado en Villa Park y acaba de renovar su contrato hasta 2029, reveló que cambiarse la camiseta número 1 por la numero 23 se debió a un homenaje a su hijo Santi, quien nació el día 23. Este pequeño acto de superstición parece haberle traído suerte, pues desde entonces ha ganado cuatro trofeos con la selección argentina, incluida una Copa América.
Dibu también mencionó que su esposa Mandinha le regaló dos peluches, un pingüino de su hijo Santi y una jirafa de su hija Ava, y una foto de sus hijos que siempre lleva consigo. “Me dan un poco de motivación antes de cada partido”, dijo en una entrevista con el medio británico The Guardian Martínez, y añadió que su esposa le instó a traer “la copa de oro a casa” durante el Mundial de 2022.
Aunque estos detalles personales muestran un lado tierno y supersticioso del portero, en el campo es percibido de manera diferente. Durante la final de la Copa del Mundo de 2022 en Qatar, sus paradas decisivas y juegos mentales fueron cruciales para derrotar a Francia. Dice que estas tácticas surgen de manera natural y no premeditada. “Simplemente lo hago, es algo que ocurre en el momento. La adrenalina se activa y, a veces, simplemente no puedes controlarlo”, explicó.
Martínez insistió en que es un tipo normal y un hombre de familia, aunque a veces su comportamiento en el campo pueda parecer arrogante. “Solo quiero ganar el partido. No cruzo la línea, nunca lo hago”, aseguró. No busca irritar a los seguidores y afirma que su intención es únicamente ayudar a su equipo a ganar.
En Villa Park, se enfrentará a su antiguo club, Arsenal. “Para mí, es solo un partido más contra mi antiguo club”, afirmó. Sin embargo, confía en que el Villa puede sorprender en Europa bajo la dirección de Unai Emery, entrenador que ha llevado a su equipo a múltiples éxitos en competiciones europeas.
Martínez también resaltó la importancia de su estabilidad emocional, ayudada por su psicólogo de toda la vida, David Priestley. “Él me baja cuando estoy demasiado arriba, me levanta cuando estoy demasiado abajo”, contó. También destacó su dedicación a mejorar su juego, así como su ilusión de ganar trofeos importantes con el Aston Villa.
Martínez admitió que la temporada pasada no estuvo satisfecho con su actuación, aunque las estadísticas mostraron que evitó goles importantes y mejoró su juego defensivo bajo la dirección de Unai Emery y el entrenador de porteros Javi García. “He cambiado mucho desde que llegó Unai. Javi y Unai me han hecho más de central, de cobertura defensiva, de barrido”, señaló.
El arquero argentino ha tenido una carrera con muchos altos y bajos, desde sus inicios en el Arsenal y sus múltiples cesiones a equipos como el Oxford, Sheffield Wednesday, Rotherham, Wolves y Reading. Durante su tiempo en el Arsenal, tuvo la oportunidad de ganar varios títulos, pero no logró consolidarse como guardameta titular. El marplatense compartió múltiples supersticiones y rutinas que sigue religiosamente antes de cada partido, como hacer pilates, yoga y rezar, además de mantener reuniones regulares con su psicólogo. “El intercambio de números de camiseta ya está dando frutos”, dijo, aludiendo a una victoria del Villa en la primera jornada de la temporada.
Finalmente, destacó su ambición de ganar títulos con el Villa y su deseo de ser reconocido como el mejor portero del mundo. “Necesitamos ganar un trofeo, necesitamos al menos jugar una final. Este club y estos aficionados se lo merecen”, concluyó Martínez, dejando clara su determinación y amor por el equipo de Birmingham.