Jannik Sinner debe atravesar horas tumultuosas, donde su nombre está en el foco del conflicto y alejado del deportivo. El número 1 del mundo del tenis, que llegó a la cima en junio tras Roland Garros, es señalado luego de ser absuelto tras dar positivo en dos controles antidopaje. La argumentación cargó contra dos de sus asistentes como los responsables de la falla que derivó en esta situación, a punto tal que decidió despedir a ambos.
Mientras se prepara para disputar el US Open, el tenista italiano habló por primera vez del tema en conferencia de prensa y dejó un mensaje dirigido a aquellos que expresaron las críticas sobre su situación: “Ha sido una época muy dura para mí y para mi equipo. Todavía lo es, porque todo está muy fresco. Ahora también sé quién es mi amigo y quién no lo es, porque mis amigos saben que jamás haría algo así, que nos mantenemos juntos. Ahora toca pasar página, mi reputación no es algo que realmente pueda controlar”, reconoció según replicó el sitio especializado Punto de Break.
Sinner aseguró no haber hecho nada malo y reafirmó que está “limpio”, al mismo tiempo que explicó por qué decidió despedir al preparador físico –y encargado de extremar los cuidados con los posibles dopajes– Umberto Ferrara y el fisioterapeuta Giacomo Naldi: “Debido a estos errores, no me siento con tanta confianza como para seguir con ellos. Lo único que necesito ahora mismo es espacio. He sufrido mucho en los últimos meses. Estaba esperando al resultado, ahora lo que necesito es aire limpio”, argumentó, a pesar de asegurar que ambos “han sido una parte importantísima de mi carrera”.
Hay que tener presente que tanto Naldi como Ferrara declararon que fueron los responsables de esta contaminación involuntaria que derivó en los dos positivos. El preparador físico dijo haber comprado el spray de la polémica y habérselo recomendado al fisioterapeuta para tratar la herida en un dedo. Naldi se aplicó el producto y luego realizó masajes a Sinner, quien afirmó no saber de todo lo ocurrido.
El tenista de 23 años se defendió de otra de las acusaciones que pesan sobre su espalda, donde se plantea por qué motivo se mantuvo en secreto durante más de cinco meses el tema y recién se hizo público con la resolución de su absolución: “Cada jugador que da positivo debe pasar por el mismo proceso. No hay atajos, no hay tratamiento preferente, todos viven el mismo proceso. Entiendo la frustración de otros jugadores, pero quizás el motivo por el que fueron suspendidos es porque no sabían exactamente de dónde venía el positivo, de qué sustancia, pero el motivo principal es de dónde viene y cómo ha entrado en tu cuerpo. Nosotros lo supimos de inmediato, estábamos al tanto de lo que había pasado”.
Sobre este enfoque puntual, Siner contó el detrás de escena que se vivió en su equipo apenas llegó la noticia de que había dado positivo de clostebol: “Lo primero que tratamos de averiguar era de qué sustancia se trataba. Umberto (Ferrara) es quien sabe muy, muy bien este proceso, tiene un alto conocimiento sobre nutrición y farmacia. Le preguntamos. Sabía de inmediato que se debía al spray. Al saber que se debía al spray y cómo había podido acabar en mi cuerpo, les respondimos de inmediato, les explicamos todo acerca de cómo había pasado, y ese fue el motivo por el que pude seguir jugando”. Hay que tener en cuenta que las autoridades lo suspendieron inicialmente por unas horas y, tras el segundo positivo, lo mantuvieron fuera de los courts durante unos días. Sin embargo, eso recién se conoció con el fallo que difundió la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA).
Muchos tenistas explotaron al considerar que Sinner debía ser sancionado a pesar de no haber consumido voluntariamente la sustancia prohibida, pero el italiano asegura que la baja cantidad que le detectaron fue vital para esquivar el castigo que podría extenderse por más de dos años: “Otra cosa en la que debemos fijarnos es en la cantidad que había en mi cuerpo, que era 0,000000001, hay muchos ceros antes del uno”. Y agregó: “Estoy feliz porque todo haya salido a la luz, en cierto modo es un alivio para mi equipo y para mí. En mi cabeza siempre supe que no he hecho nada malo. Siempre he respetado las reglas de antidoping y siempre las respetaré”.
Jannik, tras ser campeón en el Masters 1000 de Cincinnati días atrás, es uno de los candidatos a ganar el último Grand Slam de la temporada. El primer preclasificado del main draw se topará en el debut contra el norteamericano Mackenzie McDonald en el arranque del US Open.