Flamengo obtuvo el boleto a los cuartos de final de la Copa Libertadores de manera ajustada tras vencer 2-0 en la ida como local y caer 1-0 ante Bolívar en la vuelta que se desarrolló en el Estadio Hernando Siles de La Paz, ubicado a más de 3500 metros de altura sobre el nivel del mar. Más allá de la alegría deportiva, un hecho encendió las alarmas del elenco brasileño una vez que desembarcaron al país: el entrenador Tite debió ser internado en Río de Janeiro apenas descendieron del avión.
El Rubro Negro informó que el ex DT de la selección brasileña, de 63 años, se descompuso tras el juego de su equipo en Bolivia: “El entrenador Tite se sintió indispuesto y necesitó asistencia del Departamento Médico de los rojiblancos. Se detectó una elevación del ritmo cardíaco y arritmia causada por la altitud. El entrenador fue rápidamente medicado y asistido por los médicos y el personal durante su regreso a Río de Janeiro”.
Y agregaron: “Tras el aterrizaje, Tite fue trasladado directamente al Hospital Copa Star para someterse a pruebas, que confirmaron la fibrilación auricular. El informe aún no ha indicado la necesidad de cirugía. El entrenador está lúcido y estable, pero permanecerá hospitalizado para revertir el cuadro con medicación”.
El diario O’Globo detalló que el entrenador advirtió que tenía “dolor en el pecho, palpitaciones y dificultad para respirar” tras la rueda de prensa. “El técnico recibió medicación intravenosa mientras aún estaba en el vestuario”, explicaron sobre lo ocurrido, más allá que decidieron llevarlo en el avión rumbo a Brasil. “Al desembarcar en Río, alrededor de las 6:30 de la mañana, caminó lentamente y aún algo aturdido hasta el auto y se dirigió al hospital Copa Star, ubicado en la Zona Sur de Río de Janeiro. Lo acompañaron los médicos del Flamengo”, señalaron.
Tite comandó al equipo en la derrota 1-0 ante el elenco boliviano por el gol del brasileño Bruno Sávio y luego participó con normalidad de la conferencia de prensa post partido, acompañado por el arquero argentino Agustín Rossi. Allí remarcó el sufrimiento que vivió en los últimos días a raíz de la derrota 4-1 contra Botafogo por el Campeonato Brasileño e incluso se refirió a cómo eso afecta el vínculo con su esposa.
“Estoy siguiendo al 99,9% del Flamengo y el 0,1% queda para mi mujer, que tiene que aguantar a un tipo aburrido, que perdió el partido del domingo, que llegó muy mal a casa. No pude hablar con ella, que tal vez no era el marido que le hubiera gustado. Soy hincha del Flamengo, ella también es hincha del Flamengo. Ella ha tenido que aguantarme todos estos días. Para hablar más de humanidad, este cariño hay que dárselo a ella. Ella me acogió con mi tristeza, para que ahora pueda tener esta felicidad con ustedes”, expresó en la atención a los medios.
Flamengo deberá enfrentar en cuartos de final de la Libertadores a Peñarol de Uruguay a mediados de septiembre, pero mientras tanto sigue dando batalla en el certamen local de Brasil. El próximo domingo recibirá a Bragantino por la 24ª jornada y tres días más tarde se topará con Bahía en los cuartos de final de la importante Copa de Brasil, aunque se espera que inicialmente Tite al menos no esté en el banco de suplentes en el primero de los juegos.
Mientras tanto, el Mengao se ubica en la cuarta ubicación de la Serie A brasileña con 41 puntos, a cinco del líder Botafogo.