Septiembre se ha transformado en un mes clave, y está lejos de ser por una cuestión futbolística sino todo lo contrario. Por esos días, comenzará una audiencia, que se extenderá en las siguientes semanas, en la que un tribunal independiente juzgará si el Manchester City es culpable o no de infringir 115 regulaciones y reglas financieras de la Premier League junto a los posibles castigos, que van desde una quita de puntos ejemplar que lo empujaría al descenso u otro tipo de penas.
Esta cita con la Justicia, que se adelantó porque originalmente iba a ser en noviembre próximo, motivó las preguntas de los periodistas al entrenador de los Ciudadanos, Pep Guardiola, en la previa al partido de este sábado desde las 11 (hora argentina) por la segunda fecha del torneo contra Ipswich Town en el Estadio Ciudad de Manchester.
En sus respuestas, el exitoso técnico de 53 años realizó un pedido a las autoridades para saber el veredicto: “Estoy feliz de que comience pronto y espero que termine pronto”. Esta postura es la misma del presidente de la Premier League, Richard Masters, quien reclamó que “han pasado ya varios años y creo que es evidente que el caso necesita ser resuelto”. El dirigente había sido noticia al cierre de la pasada temporada porque eligió asistir en la última fecha al encuentro del Arsenal en lugar de ir al duelo que podía coronar al City por encima de los Gunners, como finalmente ocurrió.
A continuación, Guardiola volvió a tomar la palabra para volcar su opinión al controvertido asunto, sobre el cual pidió el esclarecimiento “para el beneficio de todos nosotros, especialmente del club, pero también de otros clubes de la Premier League y todas las personas que no están esperando la sentencia”. “Deseo, desde lo más profundo de mi corazón, que vayamos al juicio, y el panel independiente lo antes posible libere lo sucedido y aceptaremos como siempre hemos hecho”, manifestó.
Tiempo atrás, Manchester City lanzó una contraofensiva legal y aseguró que no hay incumplimientos en las normas. Advirtió contar con un “conjunto completo de pruebas irrefutables que respaldan su posición”. El periodo investigado va desde 2009 a 2023, con la lupa puesta en patrocinios realizados por empresas vinculadas a Abu Dhabi. El listado de acusaciones posee temas vinculados a los ingresos por patrocinio o de pagos durante la etapa del italiano Roberto Mancini como DT, y también de incumplimiento de las normas de beneficios y sostenibilidad.
Según el periódico Daily Mail, no se espera un dictamen definitivo hasta el próximo año y uno de los posibles castigos analizados es el descenso a la Segunda División. Frente a esto, Pep Guardiola descartó que esa espera vaya a ser un problema en la cabeza de sus futbolistas: “No. Hemos estado hablando de eso durante tres o cuatro años”.
El abanico de castigos es diverso y una de las herramientas que podrían aplicarse fue explicada por un ejecutivo de un club de la primera división inglesa que eligió contar su postura sin dar a conocer su identidad en una nota del periodista, Adán Crafton en The Athletic: “La opinión colectiva que he escuchado es que una sanción apropiada tendría que ser una deducción de puntos tan sustancial (estamos hablando aquí de entre 70 y 80 puntos) que le garantice al City una temporada en el Championship (segunda categoría)”.
Otras personas piensan situaciones más “creativas”, como sería una importante quita de puntos pero en cuotas, durante tres temporadas consecutivas. Esto no lo haría descender de manera automática, pero sí complicaría sus aspiraciones para clasificar a la Champions League.
Las recientes quitas de puntos al Everton y el Nottingham Forest concentran una atención mayor al Manchester City, ya que la baraja de opciones incluye que “puede acabar en un acuerdo económico en lugar de en una sanción deportiva”. Sin embargo, esta alternativa “sería la sentencia de muerte para la sostenibilidad financiera no sólo del fútbol inglés sino de todo el fútbol europeo”, detalló el medio citado.