El caso de Jannik Sinner está bajo la lupa de la prensa mundial y de los propios tenistas. La absolución tras dar dos veces positivo en testeos antidopaje dejaron al actual número 1 del mundo en una posición incómoda. El italiano logró sortear los estrictos reglamentos para evitar el castigo con un argumento que abrió el debate: aseguró que tenía clostebol en su organismo “como resultado de la contaminación de un miembro del equipo” quien utilizó un aerosol de venta libre para tratar una pequeña herida y luego le proporcionó “masajes diarios y terapia deportiva” lo que dio lugar a una “contaminación transdérmica”.
El argumento fue lo suficientemente convincente para convencer a un tribunal independiente de que no tuvo “culpa ni negligencia”, pero la grieta se abrió en el mundo del tenis por completo de la mano de un Nick Kyrgios que fue el primero en alzar la voz por sus redes sociales con múltiples mensajes, pero también con una pregunta: “¿Accidental? De verdad crees que el fisio le untó crema de fisio en un corte que le hizo fallar 2 pruebas de esteroides anabolizantes. Vamos”, le contestó a un usuario en horas donde emitió varias críticas contra el actual número 1 del planeta y abrió la puerta a que otros, como Denis Shapovalov, Lucas Pouille o Liam Broady, lo imitaran. “¿Por qué le quitaron el dinero del premio y los puntos de Indian Wells? ¿Hizo algo mal o no?”, siguió con sus cuestionamientos el australiano. “Falló 2 pruebas. La única razón por la que se le permite jugar es porque imprime dinero para la ATP. ¿Por qué su equipo lleva un esteroide anabólico que ayuda a aumentar la masa muscular? Todos los años recibimos una lista de lo que está bien y lo que no. Falló. Deberían prohibirle jugar”, insistió.
El tema escaló –y sigue escalando– aunque el hombre que llegó a la cima del mundo a mediados de año aseguró en un comunicado que dejaría “atrás este período desafiante y profundamente desafortunado” aunque sin saber que se estaba abriendo otro portal y es el de la controversia.
El fallo de 33 páginas que difundió la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) para justificar la decisión de no sancionar a Sinner a pesar de haber dado dos veces positivo de esta sustancia puso bajo la lupa todo el proceso de argumentación de la defensa del jugador de 23 años. El reglamento TADP advierte que “es responsabilidad personal de cada jugador asegurarse de que ninguna Sustancia Prohibida entre en su cuerpo. En consecuencia, no es necesario demostrar intención, culpa, negligencia o uso consciente por parte del jugador para establecer una infracción de las Normas Antidopaje”. Aunque también está una aclaración vinculada a que una persona que logre demostrar que “no tiene culpa o negligencia” en la violación de las reglas podrá eliminar el castigo.
El resumen indica que el “12 o 13 de febrero del 2024″ el preparador físico Umberto Ferrara compró en una farmacia de Bologna un spray médico sin receta y presentó un “registro bancario” con fecha del 13 de febrero, aunque “sugiere que la compra se realizó el 12 de febrero”. Durante el viaje a Indian Wells a comienzos de marzo, Giacomo Naldi, fisioterapeuta del equipo, “metió la mano en su bolsa de tratamiento y se cortó el dedo meñique de la mano izquierda con un bisturí (utilizado para tratar los callos de los pies del jugador)”. Ante el sangrado, Naldi se colocó “una venda en el dedo que mantuvo durante dos días, hasta el 5 de marzo del 2024″.
“Aunque existen algunas discrepancias en relación con el lugar y el momento exactos en que se produjo el corte, todos los testigos que observaron el incidente coinciden en la forma en que se produjo el corte (es decir, a través de un bisturí) y en que fue el 3 de marzo de 2024″, plantearon en el texto. Cuando Sinner observó que su asistente tenía un dedo vendado le preguntó “si había utilizado algo para tratar la lesión, a lo que el Sr. Naldi respondió ‘no’”.
Otro de los puntos está tras la recomendación de Ferrara a Naldi de usar el spray por “sus cualidades cicatrizantes y antisépticas”, aunque en la declaración de ambos “existe una discrepancia” de si le dio “una advertencia antidoping al momento de recomendarle el producto”. El fisioterapeuta aseguró no chequear la etiqueta para conocer si contenía clostebol o no. Desde el martes 5 hasta el miércoles 13 de marzo utilizó todas las mañanas el spray. En ese lapso, Sinner logró acumular cuatro triunfos para meterse en semifinales de Indian Wells, donde perdió el 16 de marzo ante Carlos Alcaraz. El asistente por entonces le “dio masajes de cuerpo entero al jugador y le aplicó vendajes coloides en los pies” a diario y “no utilizó guantes”.
Pero hay un detalle más que hace al tema: “El jugador padece una enfermedad de la piel llamada dermatitis psoriasiforme en los pies y la espalda y, como resultado, le pica mucho la piel, lo que a menudo le lleva a rascarse y puede provocar la aparición de pequeños cortes y llagas en la espalda y los pies. Este fue el caso en Indian Wells”. Naldi asegura haberle hecho más de una hora de masajes en el cuerpo y ejercicios de movilización en el tobillo durante el 9 y 10 de marzo, pero por entonces “se habría aplicado dos pulverizaciones del spray en el dedo y no recuerda haberse lavado las manos entre la pulverización del dedo y el tratamiento de los pies del jugador”. En la noche del 10 de marzo se le hizo el primer testeo que dio positivo.
En ese contexto, Sinner aseguró ante la ITIA que no sabía que su equipo tenía ese spray en su poder, ni que Naldi trataba su dedo cortado con esto ni que esa medicina contenía una sustancia prohibida. En el fallo advierten que “tres expertos científicos” respaldan que la presencia de metabolitos de clostebol en ambos análisis podría explicarse por la contaminación de su asistente.
“El jugador sostiene que no tiene culpa ni negligencia ya que no sabía ni sospechaba (y no podría razonablemente haber sabido o sospechado incluso con el ejercicio de la máxima precaución) que había usado o se había contaminado con una sustancia prohibida como resultado de haber sido masajeado por el Sr. Naldi. La ITIA acepta en un balance de probabilidades la veracidad del relato del jugador”, indica el extenso documento, citando las pruebas, las declaraciones y las opiniones de expertos.
En uno de los enfoques que presenta el expediente, hablan sobre algunos pequeños puntos grises que no parecen influir en el enfoque final. Uno de ellos es dónde estaba Naldi cuando se cortó el dedo, ya que un amigo del tenista que viajó con el equipo y fue identificado como “Sr. Gius” marcó “un lugar totalmente distintos” y fue “la única prueba contraria”, pero el Tribunal consideró que “cada uno de los testigos fue veraz”.
También puntualizan una vez más sobre el debate entre Ferrara y Naldi ante la supuesta advertencia por el spray: “La versión de los hechos del Sr. Ferrara es más convincente, dado que recordaba claramente las instrucciones que le comunicó, frente al amplio desconocimiento del Sr. Naldi. El hecho de que el Sr. Ferrara tenía una gran experiencia en materia antidopaje, que él mismo había recibido formación farmacéutica, y que el uso aceptado del Spray únicamente en el cuarto de baño del Sr. Ferrara se ajustaba a la advertencia proporcionada al Sr. Naldi. Además, como sugirieron las partes, la apreciación por parte del Sr. Naldi de lo que le dijo el Sr. Ferrara sobre el Spray pudo verse afectada negativamente por el hecho de que había llegado más tarde que los demás, podía haber sufrido jet lag y se encontraba bajo cierta presión familiar en ese momento”. Al mismo tiempo que elogiaron el “enfoque extremadamente cauteloso” de Sinner en cuestiones de antidoping y subrayaron que los expertos plantearon que “no hay ninguna sugerencia de que la ínfima concentración en su sistema hubiera tenido algún efecto de mejora del rendimiento”.
El otro detalle en el que muchos repararon fue que el jueves 4 de abril, poco antes del debut en el Masters 1000 de Montecarlo, fue suspendido provisionalmente pero Sinner “presentó una solicitud urgente para que se levantara la suspensión provisional” lo que ocurrió inmediatamente: había dado positivo en la primera prueba realizada el 10 de marzo durante su presencia en Indian Wells.
El miércoles 17 de abril, antes de su presencia en el Masters 1000 de Madrid, el jugador fue otra vez suspendido provisionalmente y volvió a realizar la presentación. ¿El detalle? “Fue aceptada el 24 de abril del 2024″, tres días antes del debut en Madrid contra Lorenzo Sonego. El segundo examen se había realizado el 18 de marzo, antes de su aparición en el Masters 1000 de Miami.
El 29 de mayo Sinner realizó otra presentación y el 19 de junio respondió a la notificación de acusación “proporcionando a la ITIA presentaciones detalladas explicando las circunstancias del AAF y buscando una resolución del procedimiento sobre la base de ausencia de culpa o negligencia”.
Mientras el escándalo crece y las miradas ponen su ojo sobre la absolución del jugador, en Italia difundieron una imagen del encuentro que Sinner le ganó al alemán Jan Struff en la tercera ronda de Indian Wells donde se puede ver a Giacomo Naldi en la tribuna con un vendaje en el dedo meñique de su mano izquierda que, según La Gazzetta dello Sport, “apoya la tesis de Jannik y su equipo”. “La versión se consideró creíble. Y el vendaje en el dedo de Naldi es una prueba más”, advierten.
El diario Il Messaggero, por su lado, pone el foco en otro lado ya que advierte que desde hace varias semanas “sólo se ven a los entrenadores Simone Vagnozzi y Darren Cahill y al manager Alex Vittur” en el box de Sinner durante los partidos. Al mismo tiempo que reflejan que la última actividad en el Instagram del señalado Naldi se dio el 23 de marzo cuando vieron en Miami el partido entre Italia y Venezuela. “¿Será que el sólido grupo que parecía una familia tan unida se ha desintegrado con el caso de dopaje?”, se preguntaron.