Corrían apenas cinco minutos del segundo tiempo en un abarrotado estadio Monumental, cuando River Plate le dio un martillazo a la serie de octavos de final ante Talleres de Córdoba. Y lo hizo gracias a dos hombres que llevan el sello de Marcelo Gallardo: Maxi Meza, flamante refuerzo, y Santiago Simón, uno de sus fetiches, que bajo su tutela volvió a jugar en su puesto natural.
El volante ofensivo ex Independiente dominó en el borde del área, corrió el balón y de mediavuelta soltó una asistencia magistral, precisa, a las narices del arquero Guido Herrera, al punto que lo hizo dudar si salir o quedarse. Optó por esta segunda opción, y allí apareció el mediocampista surgido de las Divisiones Inferiores, quien apareció como N° 9 y resolvió con un toque de aire para rubricar el 2-0 parcial.
El Millonario se había puesto en ventaja en la primera parte a través del colombiano Miguel Borja. Todo comenzó con la enorme presión de Matías Kranevitter, que brindó sus frutos, dado que le permitió a su equipo recuperar la pelota cerca de la zona de riesgo. El citado Simón recobró el esférico, mandó un centro y Rodrigo Aliendro de taco asistió al Colibrí, que definió de primera y firmó el 1-0. Sucedió a los 34 minutos de la primera parte y le sirvió al local para atenuar el empuje de la visita, que buscó reponerse del resultado en el duelo de ida en Córdoba (1-0 para la Banda, por el tanto del chileno Paulo Díaz).
Meza, de 31 años, mundialista con Argentina en Rusia 2018, arribó hace una semana de Rayados de Monterrey, club que lo disfrutó durante cinco temporadas y que recibió dos millones de dólares para interrumpir el contrato anticipadamente y que pudiera mudarse a Núñez. Hizo su presentación el sábado, en el empate 1-1 ante Gimnasia en La Plata por la Liga Profesional, ingresando en el segundo tiempo. Ante la T disputó su primer encuentro como titular. Y ya dejó el sello de su jerarquía.
En tanto que Simón vive un resurgir bajo la tutela del Muñeco. Lateral derecho en la era Demichelis, rol en el que ofreció algunas buenas presentaciones, pero en el que no se lo notó siempre cómodo, recuperó espacio en la mitad de campo y parece volver a sentirse importante, a juzgar por su nivel. El volante, de 22 años, ya ostenta cinco títulos con la camiseta de River, y apuesta retornar a la versión que incluso lo llevó a ser citado por Lionel Scaloni en la selección argentina.
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