Aún resuenan los ecos de la rueda de prensa conjunta celebrada en Nueva York, en la que Mike Tyson palpitó su retorno al cuadrilátero el 15 de noviembre para enfrentarse al influencer y boxeador Jake Paul. Tras una pausa debido a una úlcera que postergó el combate inicialmente programado para el 20 de julio, Tyson, de 58 años, condimentó el choque. Según recogió Reuters, destacó su decisión de volver al ring diciendo: “Porque puedo. ¿Quién más puede hacerlo sino yo? Tenemos a un YouTuber luchando contra el mejor boxeador que ha existido”.
La pelea se celebrará en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, y será transmitida mundialmente a través de Netflix. Este estadio, hogar de los Dallas Cowboys, puede albergar a ochenta mil espectadores. Durante la conferencia, a pesar de la buena relación preexistente entre ambos, se desarrolló un tenso cara a cara, que incluyó algunos empujones, un movimientos de brazos frenético del ex rey de los pesados y feroz un ida y vuelta dialéctico.
Paul, de 27 años, sugirió un cambio en las reglas para la pelea, lo que provocó una respuesta áspera de Tyson. En vez del formato acordado de ocho asaltos de dos minutos, Jake propuso extender la pelea a diez asaltos de tres minutos cada uno, desafiando a Tyson con la frase: “¿Quieres 10 de tres? Eso es lo que pasa. Todos hablan. Yo haré lo que sea”. Su contrincante, sin embargo, rechazó esta modificación, advirtiendo que “debería tener mucho cuidado”.
Iron Mike ostenta un imponente récord de cincuenta victorias, seis derrotas y cuarenta y cuatro nocauts. No ha disputado un combate profesional desde junio de 2005. La última vez que estuvo en un ring fue en una exhibición de seis asaltos contra Roy Jones Jr. en noviembre de 2020: este evento recaudó ochenta millones de dólares. Paul, por su parte, tiene un récord profesional de diez victorias y una derrota.
Tras su problema de salud en mayo, cuando Tyson observó “náuseas y mareos debido a una úlcera que le brotó 30 minutos antes del aterrizaje”, fue necesario aplazar la pelea. Sus representantes confirmaron la necesidad de atención médica una vez su avión aterrizó en Los Ángeles, procedente de Miami. Ahora, plenamente recuperado, Tyson ha vuelto al gimnasio y está promoviendo su regreso con entusiasmo.
Se espera que las emociones continúen escalando a medida que se acerque la fecha del combate. Paul ha dejado claro sus intenciones de aprovechar económicamente la pelea, afirmando: “No me importa una mierda nada más. Mike Tyson es el que quiso hacer una pelea profesional. Va a quedar noqueado en un récord real...”. Y lo aguijoneó en redes sociales, posteando una imagen de ambos frente a frente. “Esta será una lección dolorosa para Mike Tyson. Le gusta decir que él me dio el comienzo en el boxeo. Bueno, yo le daré lo mejor de mí”, rubricó en su cuenta de X (antes Twitter).
“Tan pronto como atrape a este tipo va a ser totalmente terminado, él va a correr. Va a correr como un ladrón en el ring”, replicó la leyenda del boxeo, con su ferocidad habitual.