Aaron Anselmino tuvo una jornada extraordinaria en La Bombonera, consolidándose como una joven promesa del fútbol argentino que ya fue adquirido en una cifra millonaria por el Chelsea de Inglaterra. Su actuación en el triunfo de Boca Juniors por 3-2 ante San Lorenzo no solo sorprendió a los aficionados, sino también al presidente del club.
Juan Román Riquelme estuvo en su palco y disfrutó del rendimiento del marcador central, que fue clave en el primer tiempo para sostener el mal juego que mostró el Xeneize en el clásico ante el Ciclón. Más allá de su aporte en la faceta defensiva, Anselmino aportó dos asistencias en el triunfo, la última un pase detrás de la mitad de la cancha para que Miguel Merentiel se vaya mano a mano contra Altamirano para anotar el tercer tanto del local.
Una vez que terminó el duelo en Brandsen 805, el defensor habló con el Canal de Boca y confirmó que el ídolo xeneize le hizo un pedido especial. “Román me pidió la camiseta. Estoy muy contento con eso”, declaró el juvenil en una entrevista.
El joven zaguero, originario de Bernardo Larroudé, recientemente se recuperó de una lesión muscular que lo mantuvo fuera de las canchas durante cuatro meses. “No jugaba hace mucho y me sentí muy bien. Necesitamos empezar a ganar en el torneo y este es el camino”, expresó Anselmino, que se llevó la gran ovación de la tarde en La Bombonera.
“Gracias a Dios me están pasando cosas buenas. Ya me pude recuperar bien y quiero aportar mi grano de arena al grupo. Lo ganamos porque tuvimos garra, metimos cuando tuvimos que meter y fuimos inteligentes”, agregó en el medio oficial del club de la Ribera.
El rendimiento de Aaron fue sobresaliente, pero Diego Martínez no podrá contar con él para lo que será el trascendental partido del próximo jueves en Belo Horizonte. Anselmino no estará en la Copa Sudamericana contra Cruzeiro, ya que su transferencia se hizo oficial después del partido de ida y automáticamente quedó fuera de la lista de buena fe luego que el Chelsea envió el transfer correspondiente a la AFA y por ende a Conmebol.
Sin embargo, en caso que el Xeneize avance a los cuartos de final, podría ingresar en uno de los tres cupos permitidos que brindará la organización de cara a la próxima instancia del torneo continental.
Las estadísticas de Anselmino en el clásico ante San Lorenzo fueron impresionantes para un jugador de su categoría. Registró 84 toques, 54 pases precisos de 64 intentos (un 86 % de efectividad), 7 recuperaciones, 6 duelos ganados, 6 despejes y 15 acciones defensivas exitosas. Estos números reflejan su impacto en el campo y la razón por la cual el público y uno de los clubes con mayor poder en Europa lo fue a buscar y desembolsó 18 millones de dólares más variables que llevarán su precio por encima de los 20 millones de la moneda.
El préstamo con el club de Londres será hasta junio de 2025, con la condición que puede haber una repesca a finales de año para adelantar la llegada de Aaron a Inglaterra.
La notable actuación de Anselmino, que solo contabiliza 11 partidos con en la Primera de Boca, incluyó asistencias clave que lo destacaron en el partido. Riquelme, conocido por su ojo crítico, no escatimó en elogios para el joven jugador en una entrevista que se hizo viral con el paso del tiempo. “Parece más grande. Con el crecimiento, la cabeza que tiene y las ganas de aprender que demuestra, va camino a ser un grandísimo futbolista y estar en la Selección”, dijo hace poco tiempo en declaraciones con TyC Sports.
Su participación en el partido ante San Lorenzo fue tan importante en el ataque que asistió en dos de los tres tantos del Xeneize. Primero, bajó una pelota de cabeza en el área para que Milton Gimóenez anote el 1-1 parcial tras una pirueta. Luego, le proporcionó el pase a Merentiel para el 3-1.
Antes de la despedida en la charla con el Canal de Boca, Anselmino habló de lo que fue el apoyo de la gente para dar vuelta el resultado. “Lo que hicieron en el segundo tiempo fue una locura. Gracias a eso dimos vuelta el resultado. Los quiero mucho y los voy a llevar siempre en mi corazón”, señaló Anselmino.