“Roberto De Zerbi es uno de los técnicos más influyentes de los últimos veinte años. Es único”. Este homenaje de Pep Guardiola, la autoridad mundial del fútbol de ataque, resume la hazaña de Pablo Longoria. Tras una temporada de contrastes, el presidente del Olympique de Marsella ha logrado convencer a una de las figuras más cotizadas del mundo del fútbol, lo que ilustra el poder de atracción del club más popular de Francia, así como la calidad y la ambición de su proyecto deportivo.
Tras su carrera como jugador profesional, Roberto De Zerbi se dedicó de lleno a su verdadera vocación de entrenador, con una idea muy precisa del fútbol que quería ofrecer a los aficionados: una simbiosis de belleza y valores en la que el respeto por el estilo es un principio innegociable. El nativo de Brescia siempre ha rechazado la dicotomía “buen fútbol contra resultados”, convencido, con razón, de que un juego bien construido siempre será el camino más corto hacia la victoria.
Su filosofía de juego se basa en la posesión, la construcción del juego mediante una sucesión de pases fuertes, el pressing constante, las coberturas colectivas, la polivalencia, las transiciones rápidas, los movimientos de alta intensidad, los cambios de ritmo y el ataque constante. Personalidad, coraje, disciplina, solidaridad, espíritu de sacrificio y gusto por el esfuerzo son valores esenciales en el estilo de fútbol del técnico italiano.
Roberto De Zerbi comenzó su carrera de entrenador tomando las riendas del modesto Foggia Calcio, club de la tercera división italiana, hace apenas diez años. Rápidamente impresionó a los observadores con su estilo ambicioso y deleitó a los aficionados ganando la Copa de la Serie C, el primer título de la historia del club. En 2016 fue convocado por el Palermo, entonces en primera división, y tuvo su primera experiencia en la máxima categoría, aunque breve. En 2017, se hizo cargo del Benevento en la Serie A y volvió a impactar con la belleza del juego.
Seducido por su filosofía, el Sassuolo decidió invertir en el joven entrenador en 2018. Permaneció en el club tres temporadas y su equipo se convirtió en una de las grandes atracciones de la Serie A. En su primer partido oficial, De Zerbi dejó huella con un juego espectacular y una victoria de prestigio ante el gran Inter de Milán. Su equipo terminó en un alentador 11º puesto con un total de 43 puntos (9V, 16N, 13D). Al año siguiente, el Sassuolo confirmó su progresión escalando hasta la 8ª plaza, con 51 puntos (14V, 9N, 15D), e infligiendo derrotas a los dos grandes de la capital, el AS Roma y el Lazio Roma. La tercera temporada también fue un gran éxito, con un 7º puesto y un total de 62 puntos (17V, 11N, 10D), y prestigiosas victorias a domicilio contra el Nápoles y el AC Milán. Resultados aparte, De Zerbi ha aportado una nueva frescura al fútbol italiano, ha devuelto el orgullo a los seguidores y ha alegrado a los aficionados al deporte rey.
De Zerbi es uno de esos raros entrenadores capaces de sacar lo mejor de sus jugadores y hacer que utilicen todos sus recursos intelectuales, mentales, físicos, atléticos, técnicos y futbolísticos. En la segunda temporada del Sassuolo, tres de sus jugadores fueron seleccionados por primera vez por Roberto Mancini para la selección italiana y la Eurocopa 2020: el centrocampista Manuel Locatelli y los delanteros Domenico Berardi y Giacomo Raspadori. Ningún equipo europeo ha contado nunca con tantos jugadores del mismo club, que acabó octavo en una competición internacional de esta talla, lo que da fe del talento de De Zerbi como entrenador. Hoy, Locatelli y Raspadori juegan en los clubes más grandes de Italia, la Juventus y el Nápoles, mientras que Berardi ha optado por permanecer fiel a su querido Sassuolo.
En 2021, después de tres temporadas en Emilia-Romaña, De Zerbi dejó Italia por el Shakhtar Donetsk, un club acostumbrado a jugar en las mejores ligas europeas, donde pasó un año, ganando la Supercopa ucraniana. El recrudecimiento de la guerra con Rusia obligó al italiano a abandonar el país en julio de 2022.
El Brighton no dejó pasar la oportunidad y decidió contratar al entrenador en septiembre de 2022. Iba a pasar dos temporadas en el club del sur de Inglaterra, ofreciendo a los aficionados británicos, que ya tenían mucho donde elegir por la presencia de los más grandes jugadores y entrenadores, uno de los espectáculos futbolísticos más atractivos de la Premier League. Fiel a su estilo, el técnico italiano arrancó la temporada con un espectacular empate a 3-3 contra el Liverpool en Anfield Road. También infligió derrotas aplastantes al Chelsea (4-1 y 1-2) y al Liverpool (3-0), tumbó al Arsenal en el Emirates Stadium (0-3) e incluso venció al Manchester United (1-0). En su primera temporada, llevó a su equipo al sexto puesto de la liga más competitiva del mundo, logrando la mejor posición liguera de la historia del club y clasificándose por primera vez para la Copa de Europa. Con un total de 62 puntos (18V, 8N, 12D), De Zerbi quedó por delante de gigantes como el Tottenham, el Aston Villa y el Chelsea. La segunda temporada estuvo marcada por el mismo sello futbolístico, aunque los resultados fueron menos regulares, logrando no obstante un respetable 11º puesto.
“El fútbol es un valor esencial para devolver la dignidad a los que no tienen nada”, escribió Pier Paolo Pasolini, gran aficionado al juego de ataque, que consideraba que el deporte rey era “fundamentalmente poético”. Marsella, ciudad cosmopolita de un fervor sin igual que alberga también el distrito más pobre de Francia, necesita a Roberto De Zerbi para devolver un poco de alegría a una vida cotidiana marcada por la penuria. El Estadio Vélodrome ofrecerá sin duda algunas de las veladas más emotivas y el mejor fútbol de la liga francesa.
* Salim Lamrani es doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos por la Universidad de la Sorbona y profesor de Historia de América Latina en la Universidad de La Reunión, especializado en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.