La participación de Leonie Beck en los Juegos Olímpicos de París 2024 dejó un impacto inesperado. La nadadora alemana, especializada en maratones acuáticos, compitió el pasado jueves en la carrera de diez kilómetros de aguas abiertas en el río Sena y terminó en la novena posición con un tiempo de 2:06:13.4. Más allá del resultado, la noticia fue los graves problemas de salud que sufrió posteriormente debido a la calidad del agua.
La propia Beck publicó en sus redes sociales que experimentó problemas gastrointestinales después de la competición. La nadadora compartió en sus historias de Instagram detalles sobre los síntomas: “Vomité nueve veces ayer más diarrea”, escribió la deportista de 27 años que se consagró campeona del mundo de la disciplina en el Mundial de Deportes Acuático que se llevó a cabo en Fukuoka, Japón, en 2023.
La nadadora Sharon van Rouwendaal, de los Países Bajos, ganadora del oro, también admitió haber bebido agua del Sena durante la competición debido a la sed y a la falta de alternativas. “Tenía sed y necesitaba beber algo, así que pensé: ‘ahora beberé del Sena’. No me importaba lo que se dijera al respecto. El agua estaba fría y agradable, no sabía a nada”, explicó.
Hay que recordar que la contaminación del río Sena ha sido un tema recurrente durante estos Juegos Olímpicos. El triatlón masculino, uno de los eventos que incluye la modalidad de nado, fue cancelado y se postergó una jornada debido a condiciones adversas del agua. “La prioridad es la salud de los atletas”, explicó el Comité Organizador de los Juegos en un comunicado conjunto con World Triathlon, la federación internacional de la disciplina.
“Los análisis realizados hoy en el Sena revelaron que la calidad del agua no ofrecía garantías suficientes para permitir la celebración del evento”, agregaron las autoridades en el informe tras una reunión que se llevó a cabo a las 3.30 de la mañana, hora de París, cuatro horas y media antes del comienzo oficial de la competencia para los varones.
La situación que se vivió durante París 2024 con el agua del río Sena no fue algo novedoso. El Test Event de Aguas Abiertas el año pasado fue cancelado debido a la contaminación del agua. “Está claro que hace falta más trabajo”, dijo World Aquatics (federación de natación y otros deportes acuáticos) tras la suspensión de una prueba que para ellos era clave. ¿Por qué la lluvia es el principal enemigo del Sena? Eso provoca que se aumente el canal del río, lo que provoca el desborde de cloacas que vierten aguas residuales y elevan la contaminación con bacterias fecales como Escherichia coli y enterococos.
Si hablamos de los desafíos de la organización de los Juegos Olímpicos, uno de los más notables fue la inversión de casi 1.400 millones de euros para “purificar” el agua del Sena. Entre las obras más notables se encuentra la finalización de la cisterna de almacenamiento de agua de lluvia de Austerlitz con una capacidad de 50,000 metros cúbicos. “Este depósito equivale a unas 20 piscinas olímpicas y evita que las aguas residuales lleguen al río.
Por su parte, hubo una deportista que sufrió las consecuencias de nadar en la carrera de triatlón femenino. Según informó la federación de triatlón de Bélgica, Claire Michel tuvo que ser internada por estar infectada con la bacteria Escherichia Coli, conocida por causar graves problemas estomacales e intestinales, incluyendo diarrea y colitis hemorrágica, que pueden tener severas consecuencias para la salud. Esa fue la razón que determinó la ausencia del equipo mixto belga en la prueba.
“Si se hubiera pensado en la salud de los atletas, no se habría hecho aquí. Han tenido 8 años para preparar los Juegos, cada año vamos a peor. Es una pena”, cuestionó la española Miriam Casillas, una de las atletas que participó en la prueba de triatlón y quien cruzó la meta 30 segundos antes que la propia Claire Michel.