La boxeadora turca Esra Yildiz Kahraman perdió ante la taiwanesa Lin Yu-Ting en la categoría de hasta 57 kilos en los Juegos Olímpicos de París 2024, y tuvo una reacción que generó polémica ya que hizo la “X” con sus dedos índice, un gesto que hace referencia a los cromosomas femeninos, poniendo en duda el género de su oponente.
Este acto recordó lo sucedido con la búlgara Svetlana Kamenova Staneva, que tuvo la misma actitud cuando resultó vencida por la misma contendiente en los cuartos de final. Este gesto se ha interpretado como una alusión a la controversia alrededor de Yu-Ting, un tema recurrente a lo largo de esta cita olímpica.
La controversia sobre la identidad de género en París no es exclusiva de Lin Yu-Ting. Otro caso notable es el del boxeadora argelina Imane Khelif, quien también ha sido objeto de debate. Ambas atletas fueron descalificadas del Campeonato Mundial de 2023 por no pasar las pruebas de elegibilidad de género, lo que posteriormente llevó a su expulsión de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA).
El Comité Olímpico y Deportivo Argelino presentó una queja oficial ante el Comité Olímpico Internacional (COI) para protestar por el acoso en línea a Khelif que equivale a “una grave violación de la ética deportiva y de la Carta Olímpica por parte de uno de los participantes en el torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos de París”, según un comunicado publicado en su página de Facebook.
En ese contexto, el presidente de la IBA, Umar Kremlev, fue claro al afirmar en aquel momento que las pruebas de ADN en ambos atletas “demostraron que tenían cromosomas XY”. La declaración conmocionó al mundo del boxeo e inició intensos debates sobre la inclusión y las reglas de elegibilidad en los deportes.
Al hacer una declaración sobre Khelif y Yu-ting compitiendo en París 2024, el presidente del COI, Thomas Bach, afirmó: “Estamos hablando del boxeo femenino. Tenemos dos boxeadoras que nacieron como mujeres, que fueron criadas como mujeres, que tienen pasaporte de mujeres, que han competido durante muchos años como mujeres. Esa es la definición clara de una mujer”.
En tanto que un portavoz del COI, Mark Adams, dijo: “Nadie debería cambiar las reglas de la competición” y anunció que los atletas seguirán compitiendo en el ring. El COI tomó sus decisiones de elegibilidad de los boxeadores basándose en las reglas relacionadas con el género que se aplicaron en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.
Buscando alejarse de la controversia, Yu-Ting sostuvo que “estoy aquí para pelear y ganar. Todo lo demás es secundario”. La asiática se impuso este miércoles por 5-0 y ahora luchará por la medalla dorada frente a la rusa Irina Davorskaja, una oponente igualmente formidable con un historial impresionante en el boxeo amateur.
En lo competitivo, Yu-Ting ha demostrado ser una fuerza imparable en la categoría de peso pluma. Su camino hacia la final incluyó las victoria frente a la alemana Samantha Dieckmann y la griega Maria Tsakiri, entre otras destacadas pugilistas.
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