Una imagen que recorre el mundo: el gesto de Simone Biles en el podio de los Juegos Olímpicos tras el oro de Rebeca Andrade

Una vez que las tres gimnastas recibieron sus preseas, las estadounidenses le hicieron una reverencia a la atleta de Brasil

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Rebeca Andrade sube al podio
Rebeca Andrade sube al podio y Simone Biles junto a Jordan Chiles le hicieron una reverencia (REUTERS/Hannah Mckay)

Simone Biles es considerada como la mejor gimnasta de todos los tiempos, pero en lo que fue la última jornada de la disciplina en los Juegos Olímpicos vimos un gesto de su parte que la define como una atleta que dignifica los valores del olimpismo. Durante el cierre de París 2024, Rebeca Andrade dio el golpe al conquistar la medalla de oro en la prueba de suelo al vencer a la propia estadounidense y su compañera de equipo.

En una definición atrapante, la atleta de Brasil recibió 14.166 puntos y superó a Biles por solo 33 centésimas (14.133). El bronce fue para la también estadounidense Jordan Chiles con 13.766 puntos, que no pudo ocultar su emoción tras subirse al podio de suelo en una final que tuvo el gran atractivo de otro mano a mano entre la brasileña y la deportista que será una de las figuras de estos Juegos Olímpicos.

Pero lo mejor del día no se vio en un aparato. Se produjo en el momento en el que las tres medallistas subieron al podio para ser galardonadas. Después de la entrega por parte de las autoridades y de la entonación del himno de la ganadora, tanto Biles como Chiles le hicieron una reverencia a la campeona olímpica.

Se tiraron al sueloy le dieron las manos para rendirle homenaje a una joven que se convirtió en una estrella del deporte para Latinoamérica tras su brillante performance en la capital de Francia. Es que Andrade fue una pieza esencial para que Brasil pueda ganar la primera medalla de su historia en la prueba por equipos con un bronce valioso tras el título para Estados Unidos y el segundo puesto que ocupó Italia.

Andrade con los brazos levantos
Andrade con los brazos levantos celebra su conquista en la prueba de suelo (REUTERS/Athit Perawongmetha)

Ya a nivel individual, Rebeca volvió a destacarse después de lo que fue su estreno olímpico en Tokio 2020. Fue plata en la prueba all around individual y en la prueba de salto individual. De esta manera, con las cuatro preseas que obtuvo en la presente edición de los Juegos Olímpicos, sumado al primer puesto en salto y el segundo lugar all around en Japón, la gimnasia brasileña se convirtió en la deportista más laureada de la historia de su país en el evento multidisciplinario más grande del mundo en el deporte con seis medallas en total.

Esta conquista por sobre Biles es una redención para Andrade, que ya se había ganado su lugar entre las mejores gimnastas de los últimos tiempos y una de las más destacadas de todos los tiempos para la disciplina en América Latina.

Tras vivir en una favela y sus orígenes humildes, la nacida en San Pablo tuvo el apoyo de su madre, una empleada doméstica que tenía que dejar a sus hijos para trabajar. Por eso uno de sus hermanos fue clave en sus primeros años de vida. Ya a los 9 años, su coach de ese momento la invitó a vivir en Curitiba, donde está el centro de excelencia de gimnasia.

Desde 2011 forma parte del equipo de gimnasia del Flamengo en Río de Janeiro y tuvo que superar varios problemas físicos, que la llevaron a pasar tres veces por quirófano y a pensar en retirarse. Sufrió tres lesiones de rodilla entre 2015 y 2019. “Crecí mucho con todo aquello. Sufrí un proceso de maduración muy grande, como persona y deportista. No es que me guste haber pasado por esos momentos de lesión, pero fue esencial para crecer”, expresó en una charla que se hizo viral después de su actuación en sus primeros Juegos Olímpicos de Tokio, que se postergaron un año por la pandemia que azotó al mundo.

Más allá de las victorias, de que este 5 de agosto de 2024 quedará en la historia como el día que Rebeca Andrade superó a Simone Biles en una prueba individual de la gimnasia en los Juegos Olímpicos, la actitud de la mejor de todos los tiempos solo hace crecer un duelo que ojalá, para todos los fanáticos del mundo del deporte, se pueda extender en el tiempo durante varias grandes competencias por un tiempo más.

La emoción de Andrade tras
La emoción de Andrade tras ganar la dorada en París 2024 (REUTERS/Amanda Perobelli)
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