Las Juegos Olímpicos de París 2024 se han visto envueltos en una controversia debido a la participación de dos boxeadoras, la argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting, quienes habían sido previamente descalificadas por la Asociación Internacional de Boxeo (AIB) tras fallar sendas pruebas de género. La Asociación Internacional de Boxeo justificó su decisión alegando anomalías en los exámenes de las deportistas, como afirmó Ioannis Filippatos, ex presidente del Comité Médico, en una conferencia de prensa en la capital gala. “Según el resultado médico y el resultado de la sangre, el laboratorio dice que estos boxeadores son hombres”, aseguró el directivo, en declaraciones que consignó la agencia AFP. Y añadió: “Tenemos dos exámenes de sangre con cariotipo de varón. Esta es la respuesta del laboratorio”.
El Comité Olímpico Internacional (COI) se distanció de la AIB y defendió la participación de las dos atletas. La entidad había emitido un comunicado luego de la controversia con la argelina en la pelea ante la italiana Angela Carini, quien abandonó a los 46 segundos del combate, alegando que no pudo soportar la potencia de los golpes. “Todos los atletas que participan en el torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos de París 2024 cumplen con las normas de elegibilidad y de inscripción de la competición.” Asimismo, el COI criticó la forma en que fueron descalificadas las boxeadoras, afirmando que ambas “fueron descalificadas repentinamente sin ningún debido proceso”.
Khelif denunció públicamente hostilidad y acoso. En una entrevista con SNTV, Khelif evidenció su preocupación: “Puede destruir a las personas, puede matar los pensamientos, el espíritu y la mente de las personas, puede dividir a las personas, y por eso les pido que se abstengan de acosar”, declaró la boxeadora.
Desde el aspecto deportivo, Imane ha demostrado su talento en el ring al vencer a la húngara Anna Luca Hamori por 5-0, lo que le ha permitido avanzar a las semifinales, donde se enfrentará este martes a la tailandesa Janjaem Suwannapheng. En palabras de su padre, Omar Khelif, a la agencia AFP, “fue criada como una niña. Es una chica fuerte. La crié para trabajar y ser valiente. Desde pequeña, su pasión siempre ha sido el deporte. Es una de las heroínas de Argelia. Si Dios quiere, nos honrará con una medalla de oro y levantará la bandera nacional en París”.
El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, también mostró su apoyo a Khelif en plena polémica. Tras su clasificación a las semifinales, Tebboune expresó en la red social X: “Felicitaciones por la clasificación, Imane Khelif, has honrado a Argelia, a la mujer argelina y al boxeo argelino”. Además, le deseó “buena suerte y adelante para las dos próximas rondas.
La boxeadora también ha compartido su deseo de seguir enfocada en alcanzar su objetivo de ganar una medalla olímpica, a pesar del revuelo que se generó a su alrededor. “Seguirá concentrada en alcanzar su objetivo de ganar una competición olímpica”, indicó la deportista, de 25 años.
Por otro lado, Lin Yu-ting, la pugilista de Taiwán, también alcanzó su primera medalla olímpica a pesar de los desafíos similares que ha enfrentado. Por ejemplo, tras imponerse en su último combate ante búlgara Svetlana Staneva, su adversaria realizó un gesto con sus dedos en forma de X, un símbolo que muchos interpretaron como una afirmación de su identidad femenina.
El presidente del COI, Thomas Bach, criticó a la AIB y defendió a las atletas, subrayando que se trata de “boxeo femenino” y que estas deportistas han nacido, sido criadas y reconocido como mujeres en todos los aspectos de su vida. El dirigente también apuntó que algunos intentan “apropiarse de la definición de quién es una mujer”. La Asociación Internacional aún no hizo públicos los resultados de los estudios por los que descalificó a las atletas del último Mundial, en los que se entiende que habrían arrojado elevados niveles de testosterona y la presencia de cromosomas XY.